chapter two

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El sol aun no había salido y yo ya estaba en el aeropuerto con mis airpods y mucho sueño. Durante mucho tiempo me había imaginado esa madrugada; y finalmente estaba ahí. Pero no era tan divertido como las películas te lo hacen creer, y mucho menos si no dormiste nada en toda la noche por los nervios. Mis padres fueron los únicos que la acompañaron porque mis amigos ni de broma se despertarían a las cuatro de la madruga para un despedirme de un viaje tan corto.

Despache mi valija, hice las largas filas y cuando termine todavía faltaban varias horas para el vuelo.  Di un pesado suspiro y mire a mi alrededor, localice un asiento donde descansar mis pobre piernas y tal vez hasta dormir un rato.  

El tiempo paso mas rápido de lo esperado entre capítulos de mi libro favorito.  Las siete de la mañana marcaban en mi reloj y el vuelo fue anunciado por los altavoces del aeropuerto, solo basto dos llamados hasta que pude entrar  en el ala que el tiquete indicaba, mientras pasaba los angostos pasillos tomaba en cuenta la magnitud de mis acciones, iba  a volver a ver a Sarah después de muchísimo tiempo.

PRIMERA CLASE. 7:00 HS, 26 DE MAYO.

Me siento donde se me había indicado e intento ponerme mis airpods pero no los encontré en mi mochila de mano. Maldije para mi interior, mientras estaba concentrada en mis auriculares alguien se sentó a mi lado, desde mi visión solo podía ver unas nike air force 1 y unos sweats negros.  Levante la mirada para encontrarme con un chico esbelto, con unos bellísimos ojos verdes y cabello achocolatado.  Un chico que merecía la pena mirar.

" Hola." Murmuro el chico ampliando una sonrisa en sus gruesos labios. " Me llamo Alexander, pero dime Alex." extendió su mano amigablemente. Inspeccione sus manos, dedos largos y una gran palma, amistosamente la estreche.

"Hola, yo soy Carla." respondí con una sonrisa divertida donde dejaba a la vista mis hoyuelos.  Alex soltó una carcajada. 

"Creo que me he dejado los airpods en el aeropuerto."

"Pues si te apetece podemos pedirle al piloto que pare el avión y  que nos espere mientras buscamos los airpods." dijo mofándose. Yo de mientras le mande un mensaje a mi madre para que si no se habían ido todavía del aeropuerto los buscaran.

"Veo que tenemos un comediante por aquí." dije con una sonrisa a medias. 

"Me gusta creer que soy divertido." admitió mientras alzaba sus hombros.  

"Si así de graciosos son tus bromas, voy a lamentar haber perdido mis auriculares." bromee a lo que el se carcajeo. 

 " Ah, ¿si?..." Su hablar se vio interrumpido por los altavoces del avión que empezaron a reproducir los videos en caso de emergencias, tardaron unas 10 minutos hasta que cesaron.

"Y, ¿de donde eres?" cuestiono reposando sus codos en los apoyabrazos. " porque no creo que seas de Madrid, recordaría una cara tan bonita." yo me carcajee retrocediendo la cabeza y volviendo a mirarle.

"En realidad soy de aquí, de Madrid. " su cara no tenia precio. " Al parecer no tienes tan buena memoria."

"Probablemente nunca nos cruzamos, lo cual es una verdadera tristeza."

"o tal vez nos cruzamos y te olvido mi bello rostro."

" que no, tia, que si nos hubiesemos cruzado me acordaria." dijo riendo.

" esta bien, esta bien pero no te alteres, niño."  le mire y realmente no creo que me hubiese podido olvidar de un rostro tan espectacular como el suyo, obvio que no se lo iba a decir. Se moriria de verguenza primero. " y, ¿ para que vas a Los anegeles tu? "

Se lo penso ttaanto que me hizo dudar. " trabajo." agrego. " aburrido trabajo. y ¿tu?" 

agrande mi cara en una sonrisa con hoyuelos. " Voy a visitar a mi mejor amiga. Es americana pero los padres son españoles. Hace dos años que no la veo, mis padres no me dejaban hacer este viaje antes porque era muy pequeña pero ahora decido yo que coño hacer de mi vida." 

Joder, CarlaWhere stories live. Discover now