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Mi nombre es Jane Lodge, pero a causa de razones personales debo continuar mi vida cotidiana bajo el nombre de Lee Young Mi. Podríamos decir que mi vida es normal, aunque... No muy buena.  Cada día es solo uno más para salir de la escuela, buscar un buen empleo y luchar en la vida normal que todos llevan aquí en Seúl. Así es, vivo en Corea, aunque no nací aqui. Soy de New York, pero nos mudamos cuando yo tenía seis años debido a cuestiones laborales de mi padre. Admito que cuando llegamos aquí fue fantástico conocer nuevas personas y su cultura. Pero con el paso del tiempo ya me acostumbre tanto que para mi todo esto es normal. El gran y maravilloso Seúl, donde habitan los grandes y extravagantes palacios reales. Para nosotros ya es común ver ciertos atractivos de la ciudad mientras vamos de camino a la escuela. Cada mañana veo a los turistas emocionados, tomando fotos a la Torre Namsam o al Lotte World, no puedo creer que los turistas tengan que pagar una gran cantidad de dinero solo por la diversión de ellos mismos y de su familia, considero que es algo que debería ser totalmente accesible para todos.
Mi padre, Thomas Lodge trabaja en Big Hit Entertainment, una de las mejores empresas productoras de música, la cual cuenta con artistas mayormente conocidos. Mi madre, Elizabeth Lodge, es maestra de matemáticas en una una escuela primaria cercana a casa. Yo, por mi parte, estudio en la mayor escuela de artes escénicas de Seúl, lo cierto es que no tomo ninguna clase artística, solo las académicas. Lo se, que locura, ¿no?  Estoy allí por mi amiga Sun Hee que planea ser actriz, yo simplemente estoy allí por ella, por nuestra amistad. Ella si es de aquí, pero nos conocemos desde que llegué. Fue la primera niña en hablarme en ese entonces y al pasar los años nuestra relación se volvió como una hermandad. A veces la acompaño a sus ensayos, me llama la atención como sería estar en un escenario y actuar, modelar o incluso hasta cantar, pero sé que mis padres jamás me apoyarían y al fin y al cabo me pondría nerviosa frente a todos. Supongo que no estoy hecha para eso, Sun Hee siempre me anima a tomar una clase con ella, pero cada vez que pasa eso le invento alguna excusa con tal de no ir.
En esta escuela hay miles de artistas potenciales y algunos ya son famosos, solo están aquí para terminar la preparatoria y ser libres. Porque hasta donde yo sé, todos los contratos para artistas menores de edad, les exigen terminar la preparatoria por lo menos. Bueno, eso dice Sun Hee, aunque no creo que sea tan así.  En fin, esa es básicamente mi historia. 
Eran las seis de la mañana y yo seguía acostada en mi cama, no tenía ganas de ir a la escuela. Como casi todos los días.
—¡Jane! ¡Levántate que sino llegarás tarde al colegio! — Gritó mi mamá desde la cocina de la casa. Si no le hacía caso, en cualquier momento podría subir y sacarme de la cama jalándome de los pies. No quería comenzar el día de esa manera, así que me levanté y escogí una bonita combinación de ropa, eso era lo único que me motivaba a levantarme todas la mañanas, la emoción por elegir un atuendo. Después de vestirme y peinarme, bajé a desayunar lo mas rápido posible para poder llegar a tiempo a la escuela.
—Pensé que nunca bajarías — dijo mi padre justo antes de tomar su taza de café.
—Lo siento — dije mientras mordía el pan tostado con mantequilla. Lo devoré literalmente, corrí a lavarme los dientes y tomé mi mochila, ya estaba lista para irme. 
—Thomas se hace tarde — dijo mamá. Se acercó a mi y me dio un beso en la frente. —Ten un buen día cariño, y recuerda divertirte 
—Sí mamá — contesté con una media sonrisa. Siempre decía lo mismo... Tal vez porque soy la única en una escuela de artes que no toma ninguna materia artística.
Durante el camino me puse mis audífonos con música de Shawn Mendes. Miré por la ventana como de costumbre para apreciar el bello paisaje y concentrarme en mis pensamientos. En Seúl viven infinidad de famosos y solo me he topado a uno en la calle, que por cierto era Taemin. Ese fue un gran día, jamás lo olvidaré. Pero en la escuela, ni una sola vez me he topado con un famoso, solo con los artistas potenciales con los que se junta Sun Hee, aunque ellos no son famosos todavía, así que no cuentan. 
—Papá —dije para llamar su atención.
—Dime hija —dijo con la mirada en el camino.
—Si yo quisiera ser actriz, modelo o algo parecido, ¿me apoyarías? —Pregunté tímida. 
—Vaya —comenzó a reír. —Que loca idea, espero que no hables en serio. — Ante eso simplemente suspiré. 
—Claro que era broma — contesté y regresé mi vista a la ventana. 
Seguimos callados en el resto del camino a la escuela. Después de algunos minutos llegamos al colegio, al colegio en donde todos quieren asistir. Bueno, todos los ciudadanos o extranjeros que quisieran ser buenos artistas.
Le di un beso en la mejilla a mi papá y me bajé del auto. Caminé hacia la entrada. Todas las mañana me sentía como una nueva en la escuela, de alguna manera yo no pertenecía allí. Al entrar me dirigí directo a mi casillero para dejar algunos libros y encontrar a Sun Hee. No me equivoqué, allí estaba hablando con los artistas potenciales, los cuales también eran mis amigos. 

A Tu Lado - Jungkook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora