Pequeños West II [West#2.5]

7- Consentido.

April

Ya no podía más, el tiempo pasaba y la situación con Bradley no mejoraba, todo el tiempo estaba triste, ya no sabíamos que hacer, al principio pensábamos que si hablaba con Becca se le iba a pasar, pero era todo lo contrario, luego de hablar con ella sólo lloraba. Según Renata siempre que hablaban Becca lloraba, pero luego se le pasaba, lo que me hacía pensar que el amor de mi hijo hacia ella era más fuerte o simplemente era muy dependiente a ella y por eso la extrañaba tanto.

Yo estaba sentada en la sala con Carrie y Kyled, los tres estábamos jugando con legos, me sorprendía mucho Kyled siendo el más pequeños aprendía al nivel de su hermana, los dos ya estaban conociendo los colores y algunos números, sin contar que se amaban mutuamente, era como tener gemelos. Escuché el sonido de la puerta y volví a ver, no logré ver a nadie desde el piso, así que era Bradley.

-Mami -levanté la mirada y casi me da un infarto.

-¿Qué te pasó? -tenía sangre en su camisa que provenía de su nariz, después de todas las veces que se había golpeado la nariz, ésta le había quedado como sensible, pues de cualquier cosita le sangraba.

Mi hijo hizo un puchero y frunció el ceño enojado.

-Unos niños me dijelon llolón, yo lo empuje y Blandon golpeó a otlo y otlo me golpeó a mí -se cruzó de brazos-. Yo no quelía peleal, pelo ellos sí y Blandon me defendió.

-Por Dios Bradley Louis West Miller -me puse de pie-. Dijiste que irías a jugar a fuera, no que ibas a pelear.

-Yo no quelía -se pasó ambas manos por el pelo-, ellos fuelon.

-Quédate aquí -fui por el botiquín.

No entendía cómo era que mi hijo de cinco años ya había tenido una pelea callejera, por Dios, mi bebé en una pelea, no me lo imaginaba.

-Voy a limpiarte la nariz -con algodón y un poco de alcohol empecé a limpiarle su nariz roja e hinchada. Luego le di un jarabe, el mismo que le daba Carl y me senté con él-. Quiero que sepas que ya nos va a salir a jugar.

Se encogió de hombros.

-No impolta, yo no quielo salil, yo quielo a mi muñequita -sus ojos se llenaron de lágrimas.

-Cambié de opinión, podrás salir a la calle, pero evita pelear con niños estúpidos.

-No quielo ya -rodeé los ojos. Me sacaba de mis casillas cuando se ponía así.

-¡Papi! -estaba tan distraída que me asusté por el grito de Kyled y más cuando salió corriendo.

-Hola, precioso -Avril lo esperó sentada y Bradley ya no se emocionaba por nada. Era como si un dementor hubiera atacado a mi hijo y se hubiera llevado toda su felicidad-. Hola a ustedes -Avril se colgó de su pierna.

-Hola papi.

-Hola mi amor -la cargó y se sentó con ambos cerca de nosotros-. Brad Lou -nuestro hijo levantó la mirada y Bastián frunció el ceño-. ¿Qué te pasó?

-Me pegalon unos niños estúpidos -Bastián frunció el ceño y a mí casi me da algo.

-Amor, no repitas lo que yo dije -lo corregí por lo de estúpidos.

-¿Cómo qué...? Supongo que fuiste a buscar a los padres de esos mocosos, ¿no es así? -estaba furioso.

-No, no es así -apretó la mandíbula.

-Entonces yo lo haré -dejó a los niños en el sillón y se puso de pie-. Brad, quiero que me digas quiénes te golpearon, ahora mismo.

-Sí -Bastián cargó a Bradley y con él se fue a buscar a los niños que lo habían golpeado para hablar con sus padres.