CAPÍTULO 22: Corazón roto

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- Mira Jisoo...quiero dejar lo nuestro - dijo Namjoon. Haciendo desaparecer el dulce sonrisa de la chica.

- Pu-puedo saber por qué? - la voz de Jisoo se le empezó a agitar.

- Hay...- aclaró la garganta - otra.

- Cómo? Ni siquiera llevamos un mes juntos...osea pensé que estábamos felices.

- Pensabas, en esta relación, eras la única feliz - las palabaras dolorosas de Namjoon hizo romperle el corazón de Jisoo en mil pedazos.

Los dos estaban en silencio, Jisoo no sabía como actuar, por más que ella quisiera hablar, no podía, no le salía ninguna palabra desde la garganta.

Hasta que finalmente Namjoon decidió finalizar esta situación tan incómodo - Yo...me tengo que ir - habló, pausando unos segundos antes de decir su última palabra - Adiós...

Las lágrimas le enturbiaban la vista de Jisoo, pero se podía ver perfectamente a Namjoon alejarse, hasta que en un momento sus lágrimas recorrían por sus mejillas.

Jisoo enseguida se alejó de aquel miserable lugar y se fue en un sitio del mismo parque donde podía estar más tranquila, el camino junto al río Han.

Mientras caminaba, decidió llamar a Jennie. Necesitaba a su amiga...

Diga...?

Jen-jennie...Nam...
Namjoon me ha dejado.

Mwo?! Por dónde
te encuentras ahora
mismo?

Jisoo dió la dirección a Jennie y en cuanto la llamada había terminado el mundo estaba en completo silencio  ...y en un minuto las palabras de Namjoon volvió, se repetían una y otra vez.

No podía aguantar el peso que llevaba en su corazón, hasta que sus piernas se rindieron y se puso de cuclillas, llorando tristemente con la cabeza apoyada en las rodillas.

No se lo podía creer que cuando ellos pasaban el tiempo juntos pensando que los dos eran felices, él lo estaba actuando todo...

Pero ¿por qué? ¿para qué haría Namjoon eso?

La gente que pasaba, se ponían a mirarla curiosamente. No se decidían si le echarían una mano pero igual pasaron de ella.

Hasta que el sonido del timbre de una bicicleta se escuchaba acercándose poco a poco hacia ella.

Jisoo al parecer no lo había escuchado, parecía estar en su propio mundo, sola...

- ¿por que la gente de Seúl es tan rara? ¿Acaso es normal caminar por el paso de bicis? - el chico murmuraba bajando de su bici, acercándose hacia ella - Oiga, no puede estar parada en este sitio. Harás que te atropellen las bicicletas.

Esta vez Jisoo lo escuchó y miró hacia la persona que estaba ya enfrente suya.

- P-perdona - Jisoo se levantó enseguida y secaba las lágrimas saliendo del paso.

El chico lo reconoció - oh...-  era la misma chica que había conocido ayer.

El chico se dió cuenta de la situación que estaba ella y por pena, decidió animarla.

- Oiga...- llamó, a lo que Jisoo giró - eras tú la chica del otro día, verdad?

Jisoo estaba completamente confusa, no sabía de lo que el chico le estaba hablando.

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