El orfanato

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Se siente en el aire el aroma a cesped recién cortado y dulces tulipanes que se mueven suavemente con la brisa tan fresca que llena mi rostro de alegría al respirar profundo e inflar mi pecho

-¿Que será este lugar tan hermoso?

-¿donde estoy?.

De a poco el brillo del incandescente sol se hace mas y mas fuerte hasta dejarme casi ciega, comienzo a cerrar los ojos hasta que todo se vuelve negro , los vuelvo a abrir de a poco, siento mi garganta adolorida , mis labios secos y mis ojos cansados. Al abrirlos veo que todo fue un sueño y aun sigo estancada en este orfanato, ya que al parecer prefieren a los bebés , lo bueno de todo esto es que ya seré mayor de edad y podre irme, aunque aun no tengo claro que haré fuera de este lugar sin recurso alguno.

Con una leve migraña me levanto suavemente de mi cama para no despertar aun a los niños mas pequeños, pues amaba levantarme a tempranas horas de la mañana para contemplar desde el tejado el bello amanecer fingiendo que solo existo yo en este mundo y tengo la libertad que siempre e anhelado.

Ya siendo casi las 7 am me decido a bajar del techo e ir a desayunar antes que las cuidadoras se den cuenta de mi pequeño secreto, con cuidado dentro por la ventana y bajo la escalera deprisa , pues quien llega primero alcanza el mejor pan, se que suena un poco triste la situación en que vivimos , pero al menos tenemos comida y un techo bajo donde dormir calentitos, aunque por mi parte solo quiero salir, no conozco que hay mas allá de ese muro enrejado ,ya que prácticamente e vivido toda mi infancia y parte de la adolescencia aquí, nunca conocí a mis padres , pero al parecer no eran los mejores, la madre Teresa me cuenta que llegue en un bello canasto en la puerta principal y bla bla bla , se que es mentira y no me quieren decir que mi padre era un drogadicto y mi madre una mal nacida prostituta como averigüe en mis registros , pero al menos se que la madre Teresa me quiere y me protege de la verdad.

Luego del desayuno salgo al patio , tomo una hoja de papel, un lápiz y me siento debajo de un sauce a dibujar, es una de las pocas cosas que me hace sentir bien, tanto que mi mundo desaparece al rededor y soy solo yo y mi hoja de papel.

De la nada mi hoja se oscurece , miro hacia arriba y es la madre Carmen que intentaba hablarme , al parecer hace un buen rato

--Violeta te e estado llamando, es hora de almorzar.

--¿hora de almorzar?¿cuanto tiempo llevo aquí ?

--Ya! levantate y ve a lavarte las manos.

--si, un momento, casi termino.

--¡Deja eso de una vez! es solo basura inservible,¡Deja de vivir en un mundo de fantasía niñita!

Ella toma la hoja de papel que me había tomado horas dibujar y la rompe en mil pedazos frente a mis ojos, comienzo a sollozar, pero algo se apodera de mi cuerpo, una rabia que nunca había sentido, me levanto y de un golpe hago temblar su rostro

--TU ERES LA MALDITA BASURA, VIEJA INSERVIBLE!!!

vuelve su rostro hacia mi con los ojos que pareciese que saldrían de sus cuencas , me agarra fuertemente de un brazo con una mano casi haciendome daño, mientras que con la otra sobaba su feo rostro y me llevaba hacia adentro, pero no al comedor , si no que a su oficina

--Mierda.
pensé.

Me dejo sentada frente a su escritorio mientras ella salio a llamar a la madre Elisa. Detrás del cristal de la puerta se les veía discutir , mientras yo solo pensaba

--¿Que hago ahora?.

siempre me meto en problemas pero nunca había golpeado a una cuidadora, aunque no me arrepiento de haberle mejorado ese feo rostro a la madre Carmen, no se que tiene contra mi, por todo me discute, a las demás ni problemas les causo.

Después de un rato dentra la madre Carmen sin decir ninguna palabra me toma del brazo, esta vez mas suavemente

--¿Donde me lleva?

-- ....

--¿madre Carmen?

--Te quedaras aquí hasta mañana.

Llego a una habitación oscura, fría, pequeña y con un olor nauseabundo,con apenas una pequeña ventana para que dentre la luz y una cama viejisima que cruje mas que mi estomago con hambre.

Permanecí ahí por horas con mucha hambre hasta que llego un pequeño pan por la rejilla de la puerta , yo deprisa lo cojo y juro que nunca había disfrutado tanto un pan como en este momento, en eso se escucha un ruido detrás de la puerta , me asomo un poco en donde apenas caían mis ojos, y veo que es la madre Teresa tras la puerta

--Pequeña Viole ¿estas aquí?.

--¿Madre Teresa?porfavor saqueme de aquí.

--¿Mi niña, estás bien?.

--Madre...no soporto...más.

De la nada me llega como si fuese un golpe directo al pecho y comienzo a llorar sin control, caigo al suelo, todo lo que tenia comprimido había salido en forma de lagrimas, la madre Teresa no lo pensó mas y abrió la puerta, yo salí corriendo y solo la abrace

--Lo siento, madre, de verdad lo lamento.

--Vi todo lo ocurrido, no te disculpes, pequeña.

--Ya no quiero estar mas en este lugar.

--Te extrañare mucho pero ven, sigueme.

De la mano la madre Teresa me lleva hasta una ventana detrás del comedor y me entrega una mochila

--Vete , por esta ventana nadie te verá.
Mis ojos se llenan de lagrimas y agradecimiento, finalmente le beso la mejilla y le doy un ultimo abrazo

--Nunca la olvidare madre Teresa.

Con una ultima sonrisa en su rostro me fui. El aire estaba muy frío afuera, pues era ya de noche, llegue hasta el muro, nunca lo había visto tan alto, intento escalarlo , pero cuando ya estaba casi del otro lado mi mochila se engancha en el alambre de puas del muro, al intentar jalarla termine cayendo al suelo, un dolor incesante aborda toda mi espalda hasta que miro hacia abajo y me di cuenta que ese no era mi mayor problema .Por mi pierna caía a chorros la sangre que brotaba desde mi rodilla hasta mi tobillo, a duras penas pude llegar a un bar en el cual pedí pasar al baño, necesitaba ver que tan grande era el corte que tanto hacia arder mi pierna. Estaba tan débil y cansada que me senté un momento encima de la tapa del inodoro con las manos en mis ojos, tratando de relajar mi respiración comienzo a cerrarlos.

Alas de papel[EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora