La extraña sensación que el joven rubio sintió fue totalmente justificada, según él,
puesto a que no está acostumbrado a encontrarse en estos tipos de lugares.Intentó abandonar el constante sentimiento de repulsión, pero le fue imposible, ya que el olor a cigarrillo se hacía más presente al acercarse hacia su destino.
Ignoró con bastante dificultad el hecho de que sus caros zapatos se habían manchado con el lodo que asquerosamente posaba en cualquier parte de la vereda; la falta de iluminación en el lugar era lo que imposibilitaba observar por dónde caminaba.
Con un frustrado suspiro decidió culpar un poco a su hermano, por invitarlo a celebrar su cumpleaños en aquel bar que... Dios... no quería ni nombrar. No por ser mal educado, sino por su irrelevancia.
Se negó, obviamente al escuchar dónde se encontraba se negó totalmente. Pero si no fuera por su otro hermano, el cuál ya demanda autoridad, de seguro ahora estuviera en su cama, acostado, tranquilo, mientras veía unas películas de París antes de dormir.Claro, pero su hermano mayor era más astuto que cuando se negó, lo amenazó con que ya no le traería las revistas originales de Francia.
Él tenía el suficiente dinero como para mandarlas a comprar, pero admitía que era un bonito momento compartir con su hermano mientras hablaban de moda.
Desviando el tema, su hermano ya estaba más que acostumbrado, es más, ni si quiera le afectaba el lugar dónde estuviese. Con tal, él es una persona cariñosa, razón por la que, lo único que le importa es la felicidad de su familia. Y como hoy es el cumpleaños del hijo menos querido, no le extraña que haya sido partícipe para obligarlo a venir a condiciones del cumpleañero.
Namjoon, ese chico y sus gustos. Definitivamente salió a su padre, mientras que SeokJin salió neutral ambos, y orgullosamente, Taehyung se nombra digno del amor de su madre.
Lástima, hoy las condiciones van para Namjoon.
—¿Acaso piensas huir?
No se dio cuenta cuando fue que había llegado hasta el local, ni si quiera sabe cómo lo reconoció, quizá por ese letrero vacilante al iluminar que señalaba el bar del local.
Ante la voz, Taehyung se giró, declarando su disgusto en su rostro.
Su hermano, SeokJin, sin esperar respuesta sonrió, y con un brazo animó a Tarhyung, rodeándolo en el hombro del menor.
—Me alegra que hayas venido, sé lo que te cuesta —simpatizó—, pero todo sea por nuestro querido hermano...
Los pies de SeokJin comenzaron a moverse hacia la entrada, mientras que Taehyung era arrastrado sin ningún problema, quizá porque la ropa que llevaba su el castaño era la nueva tendencia la cual estaba amenazado a no recibir si huía del cumpleaños.
En modo de protesta, Taehyung reclamó:
—¿Acaso no era más simple invitar a Namjoon a otro lugar?
Porque según Taehyung, ese era el modo más fácil de haber solucionado este problema.
Negando con la cabeza, y con una pequeña risa escapando de sus labios, SeokJin contestó.
—No lo creo, el cumpleañero tiene toda su libertad de escoger su bar favorito para celebrar su día.
Claro, como si Namjoon no celebrara su día todos los días.
Antes de poder quejarse de nuevo, la fuerza de SeokJin lo obligó a callar. Mientras que le recuerda que sonría a Taehyung, solo por él.
Al entrar, son recibidos con la cálida decoración del local, aun así, no era del estilo de Taehyung.
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𝗖𝗶𝘁𝘆 𝗢𝗳 𝗦𝘁𝗮𝗿. || 𝗦𝗶𝘆𝗲𝗼𝗻 & 𝗧𝗮𝗲𝗵𝘆𝘂𝗻𝗴
Fanfiction❝Taehyung no deja de pensar en la dulce voz que escuchó aquella vez en el bar.❞