"Furia"

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HARRY'S POV

La brisa chocaba en nuestros rostros, mientras el sol ardía en la piel. Sentí su mejilla sobre mi pecho, una pequeña sonrisa se dibujaba en sus labios color cereza. Su perfecta nariz respiraba el mismo aire que yo. Sus brazos rodeaban mi cintura, sus dedos presionaban con suavidad mis costillas, como si con ese simple acto pretendiera retenerme a su lado el tiempo que fuera necesario. Madilyn era ese sueño de primavera que me prometía un paraíso lleno de colores, para hacerme olvidar que en verdad las tempestades son más fuertes en esa estación, así que la única opción que me dejaba era quedarme a su lado, bajo la lluvia mientras un prado de flores nos rodeaba. Todo el mundo ama la primavera, tanto que olvidan las tormentas. Y yo no era una exepción a esa regla.  

Miré hacia mi izquierda y vi una pequeña versión de Madilyn durmiendo en mi falda. Hazel era adorable y no podía negarlo, al ver sus perfectos rizos rubios, casi tan brillantes como el sol. La paz en su rostro me daba la seguridad de saber que ese era mi lugar, allí, junto a ellas dos. Sin nadie más que nos observara, que nos impusiera reglas, que nos asfixiara, que nos cegara con flashes. Y era ese diminuto mundo que habíamos construído en tan poco tiempo, nuestra utopía, nuestro ideal. Era encontrarle razones a tantos malos ratos, a tantos problemas que debimos enfrentar, a tanta distancia y necesidad. Todo lo malo al fin era recompensado por ese insignificante momento en donde ambos nos pertenecíamos, sin importar nada más. 

Mady abrió los ojos al escuchar su teléfono sonar varias veces. Observó la pantalla y al ver el nombre del destinatario me miró y asentí, sabía que aunque muriera de celos, era necesario que ella responda ese llamado de Josh.

— Josh. ¿qué sucede? ... lo sé... lo sé .... cumplí con nuestro trato ... — Suspiró y se incorporó. Recorrió su rostro con la mano libre. — ... Jamás dije que no podrías ver a Hazel... Claro que no ... Josh... Josh .... Está bien... está bien... iré para allá.

Y cortó el teléfono, unos segundos antes de lanzar un bufido. Volvió a mirarme mientras se cruzaba de brazos. 

— ¿Problemas otra vez?

— Cree que estoy impidiendo que vea a Hazel, pero no es así. Esta semana se han visto dos veces... y recién es miércoles. — Volvió a suspirar — Quiere volverme loca.

— Tranquila, no lo hará.

Se cruzó de brazos y se mantuvo en silencio por un rato, mirando al suelo.

— ¿Él sabe que tu y yo nos hemos estado viendo todo este tiempo? — Pregunté y volvió a mirarme. Negó moviendo la cabeza. — Se que necesitas tu tiempo, pero... deberías hacerlo, para no crear confusiones.

— No existe ninguna. — Dijo con contundencia y se volvió a sentar a mi lado. — Yo no creo que esto sea una confusión. 

Sus ojos se conectaron con los mios en una profunda mirada. Ambos sonreímos y aunque sabía muy bien que lo único que deseábamos en ese momento era volver a besarnos, jamás nos atreveríamos a hacerlo delante de Hazel y sus ojos puestos en nosotros, recién despierta de su siesta.

— Que bueno que despertaste Princesa. Debemos irnos ya.

— No quiero irme mami. — Y se acurrucó en mis piernas otra vez.

Esa era la misma rutina de siempre. Mady me visitaba, ella debía irse pero Hazel y yo no teníamos muchas intenciones de separarnos, aunque momentos como este no había otra opción. Así que luego de convencerla de que pronto volveríamos a vernos y que jugaríamos con sus muñecas, Hazel aceptó el trato.

— ¿Quieres que cenemos esta noche? 

— Claro. Te llamo cuando termine todo este asunto con Josh. 

Make No Mistake • H.S {Libro 1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora