Sebastián- Mistery Spell - It is love (Fanfic)

Parte 83

¡Estamos en la recta final!

Hemos estado toda la tarde de compras, Sarah, Jac y yo. Ha sido divertido, necesitaba un día de estos.

Nos hemos comprado un vestido para la fiesta, además de otra ropa para verano. Y bueno... Yo ya he engordado algo y he comprado un vestido ceñido de cintura y partir de ahí con vuelo para disimular un poco en color negro con pedrería incrustada en la parte de arriba.  Sarah ha comprado  supuestamente para ella, ropa más grande de verano que en verdad ha sido para regalarme a mí, mi primera ropa de premamá.

Rose: Sarah, no hagas eso.

Sarah: La vas a necesitar. Solo hay que disimular que es para mí, por si alguien nos ve.

Rose: Ojalá pudiéramos disfrutar de comprar estas cosas y no hacerlo a escondidas.

Jac también se ha comprado algunas cosas, entre ellas un traje para la fiesta de fin de curso. Me ha acompañado a casa y se ha marchado, parece ser que tiene miles de cosas por hacer.

Es miércoles, y eso significa que las notas de los exámenes de Sebastián estarán colgadas en la puerta de su despacho. No quería ir, pero Sarah me ha insistido en que la acompañe ya que tiene que devolver unos libros en la biblioteca.
Cuando me estoy acercando veo de lejos que las notas aún no están puestas en la puerta del despacho. Mando un mensaje a Sarah para comprobar que le queda, y me contesta:

Sarah: He tenido imprevisto y no puedo ir. Cuéntame que tal las notas.

De repente el profesor abre la puerta y cuelga un papel en el que según mi vista vampírica dice:

" Las notas no se publicarán hasta mañana por decisión del consejo rector. Disculpen las molestias".

Los pocos alumnos que hay esperando se marchan, tras despedirse de Sebastián. Pero yo son incapaz de irme, algo me retiene a estar allí, como si mi cuerpo quisiera acercarse al despacho pero mi mente lo impidiera.

De repente veo que Samantha se acerca al profesor y logró escuchar que quiere una tutoría para ver los fallos del examen. Veo como la arpía se mete en su despacho y como su mente me revela lo que pretende, obviamente quiere pasar tiempo con el profesor porque le gusta al igual que le gusta cualquier ser viviente.

Cuento hasta diez y sin pensarlo, me coloco detrás de la puerta disimuladamente a escuchar la conversación, mientras uso el móvil tontamente.

Samantha: Entonces, estoy aprobada por los pelos, las clases extraescolares me quitan mucho tiempo pero seguro que tengo tiempo de alguna más.  El año que viene si usted quisiera podría darme usted  clases particulares.

Sebastián: Lo siento señorita. El próximo año no estaré por aquí y tampoco tengo tiempo para actividades extraescolares, con las clases y las tutorías.

Samantha: Estoy segura que mi padre podrá pagarle bien.

Se me hace un nudo en el estómago. ¿Acaso Sebastián ha dimitido por mi culpa?

Sebastián: Tengo otros proyectos en mente y no sé si volveré a impartir clases.

Siento un gruñido de pena de Samantha.

Samantha: Lo lamento profesor. Seguro que se lo pensará mejor, usted no puede abandonarnos.

Sebastián: Ya está decidido.

Samantha: Lo hecharemos mucho de menos.

Sebastián: Le agradezco sus palabras señorita. Ahora sí no le importa tengo algún asunto más que tratar.