Al despertar, YoonGi no hizo más que sonreír a modo de disculpa, lo que consiguió en TaeHyung mariposas en el estómago y un notorio sonrojo que encantó al mayor.
— Qué bueno que esta vez no desperté escuchando atrocidades sobre mí —bromeó YoonGi luego de desperezarse y, al ver que TaeHyung bajaba la mirada en un signo de vergüenza, palmeó su hombro para restarle importancia— ¿Te ayudo en algo?
— O-oh... sí —asintió el menor y con un gesto consiguió que YoonGi lo siguiera al comedor—. Mientras voy por vasos, ¿podría abrir las cajas de pollo frito?
— Uh... claro —sonrió y pronto se perdió en las facciones animadas del menor.
Existía una mágica atracción en ambos, lo que permitía que todo fluyera con calma, sin contratiempos y preocupaciones. Incluso, TaeHyung olvidó los miedos y se valió de su curiosidad para guiar la conversación, donde YoonGi cayó en sus encantos y se valió de cualquier anécdota para entretener al menor, pues aquella sonrisa lo tenía embobado, curioso a la vez por cómo TaeHyung podía lucir inocente y seductor a la vez.
— Yo pensé que ser policía no era para nada entretenido —se sinceró TaeHyung, luego de que YoonGi recordara una vez en que la estación de policía se llenó de payasos que se habían visto envueltos en una insólita pelea en las afueras de un asilo de ancianos.
— La verdad... —lo pensó YoonGi—, la mayoría de las veces se torna demasiado monótono.
— Aun así... ¿Le gusta su trabajo?
— No —expresó para sorpresa de TaeHyung, quien guardó silencio al no saber si debía preguntar el por qué—. Decidí ser policía sólo porque tienen un buen seguro médico.
Dudando en si era correcto o no sincerarse del todo, YoonGi soltó un suspiro y se entregó, confesando que su decisión de ser policía había surgido como una medida desesperada para que su madre consiguiera una buena atención médica, pues la enfermedad avanzaba sin control, lo que, a pesar de no conseguir una cura, sí le permitió llevar una vida menos dolorosa.
— Lo lamento —murmuró TaeHyung una vez que YoonGi terminó con su relato, por lo que el policía negó y se atrevió a tomar la mano del menor.
— No te decaigas con mi historia..., prefiero... Me gusta más cuando sonríes.
En tal punto, la sonrisa avergonzada de TaeHyung no se hizo esperar, por lo que YoonGi decidió comer otro trozo de pollo tras invitar al menor a contar algo relacionado con su vida estudiantil, curioso a la vez del por qué el pelirrojo vivía solo.
— Mis padres y hermanos están en Daegu —indicó TaeHyung luego de beber un largo trago de su Coca Cola—. Llegué a Seúl antes de terminar la preparatoria porque papá quería que me adaptara a la capital antes de ingresar a la universidad. Por eso compraron este departamento.
— ¿Desde entonces vives solo? —se sorprendió YoonGi, pues su primera impresión fue la de ver a TaeHyung como un niño que requería ser mimado y cuidado en todo momento.
— Mamá me prohibió vivir con alguien más..., pero...
YoonGi intuyó que el pelirrojo había roto aquella orden, pues la mezcla de emociones que se reflejó en la mirada de TaeHyung le dio a entender que algo había ocurrido. De hecho, bastó con ver cómo el menor luchaba consigo mismo para que YoonGi decidiera que lo mejor era cambiar de tema, pues el incómodo silencio distaba mucho a las sonrisas que segundos antes habían rodeado el ambiente.
— ¿Qué estudias?
— Ar... Arquitectura —respondió con ilusión, aliviado de tener la posibilidad de salir de aquellos lúgubres pensamientos que lo embargaban al saber que así como había fallado al romper una regla impuesta por su madre, de igual modo se había fallado a sí mismo. Por ello, decidió que lo mejor era aprovechar la oportunidad de YoonGi y dejarse llevar con el tema de sus estudios—, éste es mi tercer año.
Fascinado, YoonGi escuchó con atención y fue preguntando detalles, desde qué era lo que se le hacía más fácil hasta lo que a veces lo sacaba de quicio. En ese último punto, TaeHyung indicó que gracias a las noches de estudio junto a Joy, a veces todo se hacía más fácil y que, sobre todo, cuando debían realizar trabajos en equipo Joy siempre sería la mejor compañera.
— ¿Y quién fue la chica que me trató de torturador, violador e infiltrado de la mafia?
Tras una extensa carcajada que contagió a YoonGi, el menor afirmó que era Joy, pero pronto el policía se vio confundido.
— ¿Su nombre no es Wendy?
— Mintió —sonrió TaeHyung—. En realidad Wendy es una compañera de trabajo de uno de mis hyung.
— Tu amiga Joy es un tanto intensa —indicó risueño—, lo comprobé ayer y hoy me quedó más que claro con su lío de la pasta dental y loción.
— La verdad es que la mayoría de mis amigos son algo intensos —hizo un puchero.
— ¿Y tú no?
— Antes sí, un poquito... Ahora no.
— ¿Y a qué se debió ese cambio?
TaeHyung estaba dispuesto a responder aquello, confiado en que YoonGi lo comprendería, mas sus palabras jamás consiguieron salir de su boca ante el insistente llamado en la puerta, desde el timbre a golpes e incluso llamados a viva voz. Ahí, en su máxima expresión, los colores se fueron del rostro del menor al saber que el llamado de sus amigos iba en plan "si no abres en un segundo echaremos la puerta abajo" y eso, eso realmente no estaría ni siquiera al nivel de lo "intenso".
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ARRÉSTAME! │YOONTAE/TAEGI ○.。o○.
Fanfiction~°YoonGi es policía ~°TaeHyung siempre acaba en la comisaría por culpa de sus amigos. °°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°° × A veces capítulos cortos.