Amor al otro lado del charco (narrado por Alemania)

Capitulo XI

Luego de que Venezuela se fuera, me puse a pensar en todo lo que había pasado, desde que conocí a Venezuela hasta ahora, mi vida ya dio un giro que nunca pensé que iba a dar románticamente y socialmente, antes de conocer a Venezuela, yo solamente tenía una vida aburrida, sin ganas de nada, solo en el mundo y odiado por todos desde las guerras mundiales. Cuando pensé en las guerras mundiales, pensé más que todo en la segunda, me acordé que al final, éramos solamente Japón y yo contra literalmente todo el mundo. Me acordé de que me tocó rendirme, me atacaba USA, Rusia, Francia, Inglaterra, entre otros muchos, me dejaron vuelto mierda. No me quedaba nada, el führer se había suicidado por tanta presión, yo simplemente quería dejar de existir. Pero no fui solo yo quien terminó vuelto mierda y a duras penas arrastrándose por el suelo, no, Japón también quedó vuelta mierda, y creo que más que yo. Le lanzaron dos bombas, la acabaron, y no la respetaban para nada. Me acordé de cuando le estaba hablando a Rusia sobre Nazi, y fue en ese momento en el que me di cuenta de que a él le importaba ein scheiße el que siguiera vivo, lo cual me alertó. El fue de los que me habían atacado y vuelto mierda en las guerras mundiales, y no se como llegué a ser su gran amigo, sabiendo que antes era su gran enemigo. Tal vez es porque sabe que Nazi no es yo, o por lo menos no completamente. Di un suspiro, me fui a arreglarme, porque seguía en pijama, y seguía pensando. Ahora que lo pienso, también llegué a ser gran amigo de USA, recuerdo perfectamente que le compartía mis conocimientos de física y medicina a él, era un gran tema de habla, hicimos grandes proyectos, y no dejamos de hablar sobre eso, más que todo, parecíamos unos niños hablando de sus series favoritas, pasando horas sin cansarse. No fue sino hasta que llegó la era espacial, cuando USA estaba interesado en colonizar otros planetas, se alejó de mi, y... no supe nada de él desde entonces, no sé qué sucedió con él, simplemente no me ha contactado en los últimos cuatro o cinco años, ya me he empezado a preocupar por él, me pudo haber hecho muchas cosas malas, pero más bien diría que me las merecía... ya no sé en qué pensar.
Me puse un traje elegante, una chaqueta negra y una corbata del mismo color, tenía una salida con Venezuela, esta vez en una plaza llamada "el sol" o algo así, no sé muy bien, he estado malo de memoria últimamente, ya me siento algo tonto últimamente. Me armé de valor, confianza y me fui a la plaza. Me confundí un poco y me tocó usar algunos mapas, definitivamente me siento algo estúpido, creo que he estado algo desorientado últimamente, no se por qué... debo de averiguar porqué.
Llegué al parque más o menos una hora después, me sorprendía que Venezuela no había llegado aún, era algo tarde, más o menos las 4:00 pm. Me quedé pensando mientras llegaba Venezuela, mucho había sucedido. Me acordé de Canadá, recordé que tenía unos cuantos proyectos en progreso con USA y Canadá, tales como un cañón de resorte con la capacidad de destruir un planeta, un carro que pueda romper la velocidad del sonido, un suero que puede hacer que alguien olvide todo, entre otros. La verdad, habían bastantes, pero desde que USA se fue, todo cambió. Canadá tenía otros asuntos, así que también se fue. Me dejaron solo, aunque había captado el interés de Rusia, pero solo para ser su receptor de molestias. La verdad, es curioso saber que un país que provocó dos guerras mundiales terminó siendo el juguete de el país con más territorio del mundo, pero bueno, por lo menos no terminé siendo el juguete de el país con menos territorio en el mundo, eso sería ofensivo. Espabilé, tenía la mente en otro universo, prácticamente di un pequeño salto cuando regresé al mundo real, por suerte nadie me había visto.

Venezuela: hola Alemania, cómo estás?

Me dio un beso en la mejilla, me sonrojé y solté una pequeña risa, me agradó la muestra de cariño que me dio Venezuela, solo eso ya me alegró mucho el día.

Yo: bien, y tu...

Volteé a verla. Estaba hermosa, estaba como una gran estrella, completamente hermosa, no me importa repetirlo mil veces.