—Mami ¿Me cuentas una historia antes de que me duerma?
—Claro que sí cariño, ¿cuál quieres esta noche?
—¡La de la princesa que era superheroína y su amigo el hombre roca! —respondió Noah muy animado.
Él era un niño de siete años muy activo, amaba bailar y sobre todo pasar tiempo con su mamá, Olivia Benson. Ella era Capitana de la Unidad de Víctimas Especiales de Manhattan y para ser sinceros su vida era muy ocupada, casi no tenía tiempo para ella misma; su vida era su hijo y el trabajo.
—¿En serio? Hace mucho tiempo no te cuento esa historia.
—Pero quiero oírla mami.
—Okay.
Esa noche ella había regresado temprano de la oficina ya que no había ningún caso pendiente. Cenaron Spaghettis, la comida favorita de Noah y luego de jugar un poco, Olivia decidió que ya era hora de dormir. Estaba acostada junto a él sobre las mantas, acariciando su cabello castaño rizado que tanto adoraba, para relajarlo y que durmiera más rápido. Se sorprendió un poco cuando el pequeño le pidió esa historia en particular, había dejado de relatarla hacía tiempo porque desataba mucho recuerdos en su mente que no se iban con facilidad.
—Había una vez una princesa que amaba la justicia, tanto la amaba que terminó por convertirse en una superheroína. Su nombre era…
—¡Rubi!
—Así es —sonrió— Su amigo, el hombre roca, la acompañaba a todas las misiones a las que ella iba, nunca la dejaba sola, siempre la protegía de los peligros que ella no notaba. Y con el poder de sus ojos celestes y sus increíbles músculos de roca, luchaba contra todos los que hacían daño.
—Hasta que una noche todo cambió.
—Ajam… Una noche ambos salieron a caminar por las calles de Nueva York buscando a un hombre que lastimaba personas robandoles sus sueños. Guiados por sus instintos, llegaron al aeropuerto donde el hombre malo tenía preparada una máquina que robaría los sueños a todas las personas de la ciudad.
—Sí, entonces la princesa se abalanzó sobre él para que no encendiera la máquina. Pero no lo logró…
—No… y antes de que el hombre roca pudiera hacer algo, la máquina le robó todos sus sueños… la princesa luchó con todas sus fuerzas y salvó a la ciudad pero no pudo hacer nada por su amigo…
—Y como él estaba muy triste decidió irse muy lejos.
—Donde nadie pudiera hallarlo.
—Ni siquiera su amiga la princesa —dijo Noah con tristeza.
—Así es… Pero luego de un tiempo, cuando ella menos se lo esperaba, el hombre roca volvió —sonrió con ojos brillantes, provocando que su hijo sonriera— él había recuperado sus sueños y se había dado cuenta de que la princesa superheroína era parte de sus sueños también, quería casarse con ella y tener una familia.
—¿Y tuvieron hijos? —preguntó luego de bostezar.
—Un niño muy inquieto y hermoso —besó su frente— pero esa parte te la cuento mañana.
—Sí mami —dijo con los ojos cerrados, casi dormido, abrazando su peluche en forma de elefante.
—Te amo —susurró y besó su frente por última vez antes de salir de la habitación.
Olivia se dio una ducha y luego se fue a dormir pensando que su hombre roca de ojos celestes jamás había vuelto a su vida, jamás había tenido una segunda oportunidad con él para construír sus sueños juntos.
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Sombras de la muerte
FanfictionElliot regresa a la vida de Olivia dispuesto a recuperar su amor. Ella no se imagina lo que le espera. ¿Tendrá la vida preparada una segunda oportunidad para ellos?