- ¿Hola?- preguntó la voz aguda.
Claudio pasó saliva- ¿Emilia?
- ¿Claudio?
- Sí, soy yo- dijo nervioso.
- ¿Qué pasa?- preguntó confundida- ¿sucedió algo?
- No, yo estoy bien.
- Tu abuela.
- No- dijo nervioso- mi abuela también está bien.
- Ah- suspiró- entonces supongo que querrás hablar con los niños pero ellos ahora no.
- No- interrumpió- necesito hablar contigo primero.
- Entre nosotros ya todo está dicho- dijo molesta.
- Emilia.
- Nada Claudio, ¿crees que para mi es fácil?- preguntó dolida- en cualquier momento me dirás que soy una zorra o una mujer fácil, no voy a aceptar eso de ti, tu doble moral apesta Claudio- y colgó.
Claudio maldijo en silencio mientras guardaba el celular en su bolsillo, Emilia era la segunda persona en el mundo que lo había juzgado por doble moral y la verdad poniéndose a pensar tenía mucha razón. Sin ponerse a esperar más se bajó del coche y atravesó el salón de visitas de la mansión Meyer- Claudio- dijo Rosario con una sonrisa- ¿qué haces aquí tan temprano?- preguntó confundida- ¿no me ibas a reemplazar en el turno para cuidar a mi mamá?
- Tenía un asunto pendiente y Tony se ofreció a reemplazarme- la miró- hoy Emilia fue a visitar a mi abuela.
- Esa mujer- dijo molesta- ¿cómo se atreve?
Claudio se encogió de hombros- no veo que hay de malo en ello, mi abuela y ella se hicieron amigas, ¿no crees?
Rosario rodó los ojos- no puedo creer como mi mamá pudo ver algo especial en esa mujer Claudio.
- Si ya- suspiró- el hecho es que una enfermera se acercó para felicitarme
- ¿Felicitarte?- preguntó confundida- ¿por qué razón?
Claudio miró fijamente a su mamá, le costaba creer que ella le hubiera mentido pero debía desechar todas las dudas- sí, me felicitó por tener una esposa tan hermosa, algo raro dado el caso que fuiste tú la que me dijo que Emilia no se había presentado en el hospital durante el tiempo que estuve en coma.
Rosario tragó saliva- pero no sé, esa mujer yo creo que.
- Quiero la verdad mamá- dijo serio- no solo esto me hace dudar, son muchas cosas más- suspiró- las enfermeras coincidieron en que se les hizo raro que Emilia no tuviera a los mellizos en el mismo hospital después de no separarse de mí un minuto.
- Eso es mentira- gritó nerviosa- yo los vi, se besaron- suspiró- yo los vi.
- Mamá dime la verdad, por favor.
Rosario se dejó caer en un sillón- siempre me cayó mal, quería arrebatarte de mí, quería hundirse con ella en su desgracia- levantó el rostro bañado en lágrimas- lo hice por amor Claudio, por amor.
Entonces todo era mentira, todas aquellas ideas a las que había estado aferrado eran puras mentiras, puras y físicas mentiras, le dolía el corazón, Rosario no había hecho todo ello por amor, lo había hecho por celos, por envidia, pero nunca por amor-¿por qué?
- ¿Por qué?- preguntó molesta- ¿me preguntas por qué?- repitió- oh vamos Claudio, debías verte en aquel tiempo, vivías para ella, me dejaste a un lado.
Claudio se pasó la mano por el cabello- no soy un bebé mamá.
- No podía soportar que te alejaras de mí, ella lo estaba logrando.
- Nunca mamá, nunca Emilia me prohibió verte o hablarte- suspiró- es la mujer con el corazón más noble que jamás he conocido.
- Te dejas cegar.
- ¿Cegar?- preguntó molesto- me deje cegar por ti mamá y lo hice porque imaginé que mi mamá jamás me mentiría y ahora mira lo que me encuentro- la miró- la mentirosa más grande del mundo- suspiró- no sabes lo importante que era para mí creer en Emilia, tu desbarataste todo aquello tan hermoso que ella me ofreció.
- No me digas eso hijo.
- Fuiste cruel y yo un idiota por creer en tí, he dicho cosas horrorosas contra ella, los niños, ellos- la miró de nuevo- son mis hijos y los he negado más de una vez- apretó el puño- ¿cómo pudiste mamá?
- ¿Cómo pude?- preguntó molesta- no me culpes por todo ahora Claudio- se levantó furiosa- si de verdad hubieras confiado en ella te hubieras puesto a pensar un minuto en todo lo que te dije, pero tu solo aceptaste lo que inventé- rodó los ojos- lo aceptaste porque no confiabas en ella y porque era mejor verla como una traicionera que como la fiel esposa.
Claudio miró a su madre por una última vez, ella tenía razón, si Rosario era culpable, él lo era mucho, mucho más- me voy.
- Lamento todo.
- Sí, yo también lo lamento- suspiró- no me gustó enterarme de las cosas así.
- ¿Qué vas a hacer ahora?- preguntó nerviosa.
Claudio se encogió de hombros- tratar de arreglar algo de este desastre, aunque dudo que después de todo Emilia me acepte- sin decir más se giró en medio del salón y salió de allí con la rabia y el dolor unidos en una furiosa batalla por liberarse.
Emilia tomó a Gabriela entre sus brazos y la alzó por los aires mientras Juan David correteaba a su alrededor, muchas risas y grititos llenaban el jardín, de repente Gabriela dejó de gritar y se puso a perseguir una mariposa mientras Juan apretaba un montón de pasto en su mano y se lo llevaba a la boca.
YA SE DIO CUENTA DE QUE SU MAMÁ ES UNA ARPÍA! 😳 ¿Logrará el perdón de Emilia?
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Como Yo Nadie Te Ha Amado
Fanfiction(𝗔𝗗𝗔𝗣𝗧𝗔𝗖𝗜Ó𝗡 𝗖𝗟𝗔𝗨𝗠𝗜𝗟𝗜𝗔) La mágica historia de Emilia, una prostituta bien pagada y Claudio, el orgulloso y millonario empresario. ¿Logrará este amor sobrevivir a las habladurías, a la diferencias de clase y por supuesto... a ellos...