Todoroki Shōto, jóven, apuesto, inteligente, sereno, y, por supuesto, oficial de policía desde temprana edad.
A sus 14 años, dejó totalmente la escuela y comenzó esta labor tan importante que conlleva ser policía, pero en realidad fue completamente forzado a hacerla, por nadie más ni nadie menos que su padre, Enji Todoroki, un policía muy reconocido mundialmente, y que obligó a su propio hijo a cumplir con esa estricta carrera.Actualmente el mismo tiene un gran trabajo, en el cual le va "excelente" Si se podría decir.
—Shōto-san, el prisionero 20 es el que usted había capturado la semana pasada ¿no es así? —dijo la jóven acercándose a su superior.
—Así es, hace una semana y 3 días que ese loco fue puesto donde debía —respondió en un tono serio.
—Te noto algo agitada, hay algo que quieras decirme —dijo— no me hagas perder el poco tiempo que me queda.
Era cierto, Shōto solía ser de esas personas que estaban todo el tiempo con algo que hacer, además de que para él, cada segundo era de gran importancia.
—Está bien, bueno, deberás vigilar al prisionero 20... Fueron unas órdenes estrictas.. —bajó la voz.
—Pero aquí soy oficial, yo también pongo órdenes. —le contestó muy enfadado— a menos que haya sido mi padre, no hay alguien con una mayor superioridad a la mía.
Estaba rogando que no fuera su padre, todos menos él, no soportaba ni verlo a la cara y le pedía favores, pero quien se creía que era.
—Bueno es... En realidad...
—Lo sabía, ese viejo mal formado me pone la Cruz en la espalda a mi, todo para que lleve el peso —rezongó.
No le quedaba de otra que aceptar su nueva tarea, una de las muchas que debía de hacer.
Fue entonces que debió ir a su nuevo destino, el pasillo 6, con el prisionero 20, que además de estar loco, estaba demaciado apartado del resto, esa habitación enorme y amplia que justo en el centro contaba con esas filas de barrotes de hierro, en los cuales se encontraba aprisionado.
A pesar de que Shōto conocía ese lugar como la palma de su mano, aún se le hacía algo repugnante convivir con aquellos prisioneros, pero al ser su labor debía de hacerlo.—¿Ahora qué pasa? ¿Necesitas que sea tu niñera y que te vigile?, no creo que mi viejo me haya pedido esto por su cuenta —comentó ingresando al gran espacio.
Ya estaba completamente arrepentido de haber entrado allí, el muy tarado parecía la mismísima Harley Quinn pero en su versión masculina.
—¡Ya llegaste! Extrañaba esas nalgas tan hermosas, y esas piernas tan sexys —dijo para luego relamerse los labios.
—Escucha bien demente, en cuanto veas mi presencia no hablaras ni dirás ninguna cosa fuera de su lugar, además de que estoy muy seguro que tú has molestado tanto a mi padre que me pidió cuidarte —dijo asqueado.
—Puede que sea así, como puede que no —contestó jugando con las cadenas— pero de algo estoy seguro, y es de que me encantaría, es más, me exitaría que me llames por mi nombre, primor.
—Dame una razón para que lo haga —le respondió
—Si no lo haces, no me dejaras de otra que seguir molestándote hasta cuando tengas cinco segundos de descanso.
—Bien "Bakugo" Espero que ahora te calles.
—Lindo, ese es mi apellido, y lo sabes —dijo acercándose a las rejas.
—Bien, Katsuki, quiero que te calles porque si no, no me dejarás otra opción, ahora ve a dormir, ya es hora.
—Está bien... Pero antes una cosa.. ¡Dile al que te diseñó el traje que me gustaría que esos shorts fueran más cortos! —gritó mientras reía.
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Lazos prohibidos «Bakutodo» ©
RomanceQuítame estas cadenas y llévame contigo... ⛓AU sin Quirks, una vida normal sin poderes ni súper héroes⛓ ⛓Chico x chico, si este género no es de tu agrado te pido amablemente que te retires⛓ ⛓Historia totalmente mía, no se permiten adaptaciones de ni...