Llegamos a su celda a la hora acordada, una habitación de 4 metros de largo y cuatro de ancho, contaba con una litera de dos camas un lado, un sofá desgastado con capacidad para 3 personas ubicado en el fondo, una mesita de té decolorada en el medio con algunos cojines viejos a su alrededor sobre periódicos viejos, posiblemente a modo de alfombra, telarañas y grietas adornaban el techo de la habitación, y habían pegado un poster de una chica desnuda en el muro que quedaba libre, Raúl, Tendou y Fisher se quedaron viéndolo durante un buen tiempo antes de si quiera saludar al sujeto que nos esperaba sentado en medio del sofá.
- Pueden llevárselo si quieren – Les propuso nuestro anfitrión mientras sostenía un vaso de arcilla con algún liquido caliente entre sus manos – Puedo conseguir otro "ángulo" si ese no es de su agrado.
- Si, me va a hacer falta – Respondió Tendou, sin quitar los ojos del cuadro, el resto de los chicos se limitó a asentir.
- Siéntense donde gusten – Hizo un gesto con su mano invitándonos a acomodarnos, Raúl y yo optamos por sentarnos en los cojines alrededor de la mesita, Tendou y Fisher hicieron lo propio en la cama inferior de la litera.
En la mesa había una especie de tetera vieja, posiblemente de aluminio o algún metal parecido, por el vapor que salía de ella no era difícil suponer que la habían preparado hace poco, lo cual era extraño, no vi nada que pudiera servir para haberla hervido bajo estas condiciones, pero decidí ignorarlo por el momento, además, también disponía de 4 vasos de arcilla sobre platillos de metal oxidado.
Farsong se inclinó hacia adelante, tomó la tetera y comenzó a servir agua hervida en los vasos, y una vez llenos, introdujo alguna especie hiervas que no pude identificar al principio, el agua se tiño de verde y a su vez comenzó a sentirse un olor agradable proviniendo de los vasos.
- No han comido nada desde que llegaron ¿No es así? ¿Un poco de té? – Dijo a la vez que me ofrecía un vaso sobre un platillo con una sonrisa que la verdad no me inspiraba confianza.
- Gracias... Pero, prefiero ponerles azúcar... - Respondí tratando de excusarme, aunque no pude evitar tomar el vaso entre mis manos.
- Oh, no tiene que preocuparse por ello... - Ni bien terminó la frase, un guardia entró en la habitación con una bandeja metálica, en la que llevaba un pequeño recipiente de madera con una cucharilla del mismo material y un pan alargado que había sido cortado en 10 partes, dejó el servicio en la mesa y se retiró sin decir una palabra, creo que ya estoy entendiendo el propósito de habernos invitado aquí, este tipo, no es un prisionero común y corriente, si los propios guardias de la prisión le hacen de mayordomos es por algo.
No solo eso, Maverick y Roycewicz también hicieron acto de presencia, fueron escoltados hasta aquí, probablemente a petición de Farsong, ellos se acomodaron en la habitación casi sin hacer ruido alguno, parecían estar alerta a cualquier tipo de movimiento brusco, pero luego de ver el ambiente en el que se encontraban se calmaron un poco.
- Veo que no mentía – Declaró Maverick antes de cruzar los brazos y recostarse contra la pared – Gracias por la invitación, pero prefiero estar de pie.
- Como guste, señor Maverick – Farsong le permitió ese gestó, no pareció molestarle ni nada parecido, Roycewicz lo miraba pero a su vez guardaba silencio, probablemente era el más nervioso de todos, aun no parecía haber asimilado la idea de estar entre rejas, no obstante, sacó pecho y se nos unió a la mesa.
Tomé el recipiente para descubrir que se trataba de una azucarera, la olí un poco para descartar algunas cosas, y al no detectar nada con el olfato ni con la lengua, decidí ponerle 3 cucharillas a mi té.
- Gracias – Le dije por educación, estaba comenzando a resignarme a declinar todo lo que me ofrecía.
- Por nada ¿Pan rancio?
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El Lamento de los Héroes
Ficção CientíficaUn héroe yace tendido en el suelo a punto de exhalar su último aliento, frente a él su archienemigo saborea su victoria y se deleita con el sufrimiento de su rival. Antes de morir, nuestro héroe vera pasar su vida frente a sus ojos de principio a fi...