Blanca Peonía; Nubes Doradas

Sensorial

Resumen: ¡qué emoción! Hoy comienza oficialmente el #JGYMonth2020 aunque aquí en Perú aún sea 31 xD procuraré ponerme al día con el horario internacional para entregar todo al momento.

Estoy arriesgándome a escribir algo diario utilizando la lista de prompts para sacar este fic XiYao que tenía en mente hace mucho tiempo. Espero que me vaya bien así que deséenme suerte.

Advertencias: Jin Guangyao es el protagonista de esta historia aunque hayan POV variados. Probablemente rompa el canon WangXian así que advertidos están. Tengo para hacer trío o para que LZ divida su corazón en dos, así que veré como hago eso. Lo único que prevalecerá en este fic es mi infinito amor a Jiggy y que LXC venerará el suelo que pise.

Hechas las advertencias, comenzamos:

01-04 de Febrero: Ruda

Prompt 01 - Old days.

¡Disfruten!

Blanca Peonía; Nubes  Doradas

Sensorial

Los muertos, no volverán.

Esos preceptos dictaminados por la vida no permiten que los muertos retornen. Aunque la inmortalidad se halle por métodos cuasi fantasiosos: en vida, el curso de todo, mientras respiren, se puede ejercer el arte de realizar labores más allá de lo increíble.

Sin embargo, la vida y la muerte siendo amantes nunca encontrados, inconcebible sería que permita unir a aquellos del pasado.

Lan Xichen es consciente de eso. Lo supo luego de cinco años en reclusión y Jin Guangyao no volvió. Ni la vida ni la muerte le devolverá a esa persona que tanto añora los días donde la consciencia le susurra con crueldad todo lo sabido, lo que pudo hacer y por temor, no hizo.

Ser consciente de lo sucedido es un tormento que lo acompaña. Imposible para Lan Xichen superar las circunstancias y el advenimiento que vendrá con un nuevo dolor nacido del alba plateada.

A pesar de que continúa siendo líder, permanece en reclusión. Los días por permanecer enclaustrados se acortan con cada transcurrir. Ya no es sólo Lan WangJi quien lo visita en silenciosa exigencia por un mañana incierto, sino Lan Qiren esperando una decisión que teme sujetar entre sus manos quebrantadas.

Los días transcurren, está consciente de su final; pero el alba muere con el ocaso naciente y Lan Xichen pasa sus días contemplando la palma de sus manos impolutas y por más limpias que se hallen, no deja de vislumbrar los coágulos de sangre pertenecientes a Jin Guangyao, ya secos por las inmortales jornadas, cada vez más pesadas sobre sus hombros rehilantes.

Adelgaza, las mejillas antes arreboladas ahora son un vestigio burlón de lo que fue en el pasado cuando era feliz, pero no consciente de su dicha.

Si tan sólo esos antiguos días...

Un eco repiqueteante lo expulsa de sus remembranzas. Parpadea, alzando el rostro para contemplar la procedencia del sonido originado en medio de su silencio auto-impuesto, encontrando que al fondo donde se percibe la entrada de su morada, una silueta puede vislumbrarse por el papel desvencijado.

Aunque los sirvientes tienen la tarea de cuidar la morada del clan Lan cuando hay algo fuera de lugar, Lan Xichen prohibió terminantemente que reparen el Hanshi.

El Hanshi se cae a pedazos, son trozos grandes de su alma rasgándose a medida que nuevos sollozos pugnan y no son más que exhalidos desesperados por un algo no hallado. Y así como el Hanshi se derrumba, también Lan Xichen.