Único

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Y ahí estabas, brillando como siempre con tu sonrisa traviesa y tus ojos más azules que nunca. La transpiración se pegaba a tu remera rota y pequeñas gotas de sudor bajaban por su cabeza.

Brillabas, como siempre lo has hecho.

Y aquí estaba yo, sentando obsevandote con una sonrisa, ¿Eso debía hacer, no? Soy tu mejor amigo ¿Lo soy? A veces pienso que no.

¿Soy tan importante como tú lo eres para mi?.

Aquéllas preguntas rondaban por mi mente cada vez que me susurrabas te amo antes de darme un casto beso en los labios e irte con alguien más.

Después de que desaparecías y me dejabas con el corazón hecho trizas preguntandome si realmente eras tan bueno.

Y ahí estabas tú Damon, con todas las miradas puestas en ti tal y como te gusta.

Dejaste de cantar y bajaste, yo ya me encontraba lo suficientemente borracho como para diferenciar si estabas cerca o lejos de mi.

Ni si quiera me importaba donde estabas, solo pensaba en lo mucho que quería odiarte con todas mis fuerzas, realmente lo quería.

Por todas las veces que me besaste, me tocaste y me dijiste tantas cosas lindas.

Por todas las veces que me hiciste llorar, sentir inferior y que no soy nadie sin ti.

Quería odiarte tanto como te amaba.

Y apareciste frente a mi con mirada curiosa y ojos desorbitados, como si supieras cada uno de mis pensamientos.

Como si supieras que eres el único que puede matarme y volver a resucitarme.

De todos modos, ya sabes el poder que tienes en mi.

- ¿Vamos al baño?. -Me preguntaste con la voz de ronca

Asentí, las palabras no podían salir de mi boca tal vez porque estaba harto de verte drogado o de verme borracho.

Fuimos hasta allí esquivando a la multitud, llegamos al pequeño baño y los dos entramos, el olor de un típico baño público llego a mis fosas nasales y tuve que fruncir el ceño por el cambio brusco de ambiente.

- ¿Todo bien?. - Ya sabes la respuesta

- Si. - Forze una sonrisa

Te inclinaste para besarme pero me corrí esquivandote, conozco todas tus jugadas, eres tan predecible.

Soltaste una risita nerviosa como si aquella situación no fuera real, te acercarte más que desde aquí podía sentir tu olor a cigarrillos, buscaste mi mirada pero baje la cabeza sintiendome chiquito a tu lado.

- ¿Qué te sucede?.

Me encogí de hombros sintiendome asfixiado en ese pequeño lugar.

- Tienes novia. -Susurre en respuesta

Me miraste como si aquello hubiera sido la mayor tontería del mundo, mordiste tu labio sin saqueme los ojos de encima como si estuvieras reprimiendo todo lo que querías decirme.

No lo hagas.

- Y parece que eso nunca te molesto. -Contestaste con desdén

Rode los ojos y te empuje suavemente para que te alejaras, necesitaba respirar.

- La gente cambia, Damon. -Hable con cierto enojo en mi voz, aunque quizá siempre estaba enojado -, a los 14 años decía que odiaba el alcohol y ahora soy un adicto.

Negaste con la cabeza dandote vuelta ahora de espaldas, no querías escuchar mis palabras, no querías ver la realidad.

Nos estábamos apagando poco a poco, pero ninguno quería ver la realidad.

- Es mejor alejarnos de todas las maneras posibles. -Seguí hablando rogando que mi voz no temblara

Aunque siempre me encontraba nervioso, y a eso tu lo sabías. A veces creo que lo usabas en mi contra.

Tampoco me quisiste escuchar, eres muy terco cuando te lo propones por eso se que pelear contigo es un caso perdido.

Solo me queda seguir el mismo rumbo que ahora, a tu lado entre las sombras apagandonos e iluminadonos juntos. O buscar algo que quizás sea mejor para mi.

Giraste y clavaste tus bellos ojos en mi, tu piel tan reluciente como nunca y tus labios de un rosa que parece pintando, tu nariz tan hermosa y pequeña casi tallada por los dioses. Tienes rasgos tan delicados y un rostro tan bello que hasta tus dientes chuecos te quedan bien.

Después de mucho tiempo, realmente te vi, vi a la persona de la que me enamoré y elijo cada día sabiendo que tal vez no sea mutuo.

Tomaste mi rostro entre tus manos tan delicadamente como si me fuera a romper, tus dedos clavandose de manera suave en mis mejillas y tus profundos ojos azules intentado leer mis expresiones.

Extrañaba estos toques, extraba sentir que también tu me amabas.

Sonreimos los dos al unísono y baje la cabeza sin saber que más hacer, después de tanto tiempo todavía logras ponerme nervioso.

- Y ahí esta esa mirada. -Susurraste como si anhelaras decir esas palabras

Posaste tus manos en mi estrecha cintura y me acercarte a ti.

-¿Que mirada?. -Pregunte también en un susurro

Das un paso más adelante, quedando nuestras frentes pegadas. Subes tus manos lentamente por mi abdomen plano, por mi clavícula y luego las posas detras de mi cuello.

-Entonces...¿Qué mirada?. -Insistí alzando las cejas

Sonreiste, aquella sonrisa engreída tan típica en ti.

-Aquella mirada que me dice que nunca me dejarás de amar.

Te devolví la sonrisa, sabiendo que aquellas palabras eran puras verdades y cerre los ojos al sentir tus labios sobre los mios.

En el medio del beso entre caricias y suspiros volví a sonreír pensando en que tal vez te ame.

Tal vez te ame, Damon.

Tal vez te ame tanto, que me hace mal.

I'm never sure why I need you [Gramon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora