Finale

Los gritos de ambos podían oírse con toda claridad. Estaban teniendo una pelea, algo tan común como el pan del día a día últimamente y esto empezaba a desgastarse, solo que no se daban cuenta, estaban cegados ya sea por amor o enojo.

-¡Vete a la mierda Eijirou!–Demandó finalmente el rubio ceniza, mientras lanzaba manotazos al aire.– ¡No estoy para soportar tus estupideces ahora!

-¡Estas insoportable, Bakugou, vete al diablo!–El pelirrojo no se quedaba atrás, él, extrañamente, también estaba enfadado.– ¡No voy a soportarte más!

Aquellas palabras tocaron un poco los sentimientos del rubio pero este estaba tan molesto que no se dio cuenta o simplemente lo ignoró.

-Haz lo que se te de la puta gana.

-Eso haré, no te preocupes. –Tomó una maleta y metió las pocas cosas que tenia en el departamento que compartía con su novio.– Me largo.

Esto enfureció aun más a Bakugou y sin darse cuenta llegaba hasta cierto limite que más tarde lamentaría.

-¡Pues adelante! ¡Lárgate!

-¿Enserio, Bakugou? –Kirishima dejó la maleta de lado y le dedicó una mirada triste, demasiado, como si realmente estuviera afectado por todo esto y no era para menos, suspiró y hablo tranquilamente.– Mira... Calmemonos y hablemos ¿Si?

-Ya te lo dije, vete a la mierda, Eijirou.–Soltó Katsuki a punto de dejar la habitación, esa era su intención hasta que escuchó las crudas palabras de Kirishima.

-Esto no está funcionando.–Tragó saliva para ver si el nudo en su garganta desaparecía junto con las lágrimas que amenazaban con salir pero no funcionó.–Las cosas están mal entre nosotros, yo te amo pero no puedo más, tú actitud no apoya y en una relación no puede luchar solo uno. Lo siento, Katsuki pero hasta aquí llegó esto, mira como estamos, peleamos por cualquier tontería, nos gritamos y decimos cosas que no deberíamos, esta relación se esta deteriorando y...

Escuchaba sus palabras, atónito, incapaz de decir algo si quiera para defenderse pero es que simplemente las palabras no salían, quería negarse a si mismo que él pelirrojo que tanto quería estuviera diciendo eso. Sabia que no había sido un novio perfecto, sabia que no tenia la mejor de las actitudes y que su carácter no era un puto rayo de sol pero a pesar de eso lo amaba.

No pudo más e interrumpió sus palabras.

-¿Qué mierda tratas de decir? ¿Estas terminando conmigo?

-Bakugou... –Ahora mismo, después de haber dicho todo eso, cuanto le dolía decir si quiera su nombre, trató de hablar pero no podía.– Mira, yo...

-Kirishima. –El nombrado se tensó al oír su nombre con aquel tono.– Te hice una jodida pregunta, deja de balbucear y contesta, mierda.–Gruñó Bakugou, perdiendo la paciencia.

-Yo...–Kirishima tartamudeó por las inmensas ganas de echarse a llorar como un bebé. ¿Por qué? Se supone que esto era por el bien de ambos ¿No?

Katsuki, en cambio, agradeció internamente que Eijirou dudará, no podía dejarlo, ese estúpido había se había atrevido a jugar un papel importante en su vida y seguía jugándolo, el perderlo seria demasiado, incluso para él.
Aunque esta esperanza mínima de que las cosas se arreglarían fueron apagadas como la pequeña llama de una vela que dejan en la intemperie, al menos así se sintió al oír las siguientes palabras que el ser que tanto amó le dijo.

-Sí, estoy terminando contigo.

Pudo sentir una flecha traspasar su corazón, dejándolo mortalmente herido, agonizante del dolor que habían causado sus palabras aunque no lo dijera, sufría en silencio.

-Bien.

-¿¡Lo ves!? –Exclamó alterado el pelirrojo, tanto le había costado pronunciar aquellas palabras y él actuaba como si fuera lo más normal del mundo, estaba furioso y dolido, aunque más era una dolorosa decepción disfrazada de furia.– ¡Eso me molesta! ¡Tú actitud de “todo me llega altamente”! ¿¡Acaso no te importa!?

-¿¡Y qué quieres, eh!? –El también explotó. – ¡¡Déjame en paz!! ¡¡Si tanto dices que odias mi actitud pues termina de largarte y ya!!

Lo siguiente a eso fue un silencio sepulcral.
Bakugou salio de la habitación, pensando que se le pasaría el berrinche si lo dejaba solo por un rato, además, el también lo necesitaba pero se sorprendió al ver a Kirishima salir de la habitación con la maleta, cabizbajo, llorando en silencio, caminando hacia la puerta que ninguno de los dos quería que cruzará. Todo le pareció eterno, tomó el pomo de la puerta, dispuesto a abrirla, esperando deseoso de que su amado lo detuviera pero eso nunca pasó. Al contrario, recibió unas palabras tan frías como la daga de hielo que sentía que abría una herida en lo más profundo de su corazón.

-Kirishima, si te vas no vuelvas.–Le había dicho Katsuki, consumido por la rabia del momento.

Ambos sucumbieron ante las palabras y acciones del otro, los dos causaron un daño irremediable en el corazón del otro, Kirishima al irse y Bakugou con sus palabras.
Kirishima se marchó con el rostro lleno de lágrimas, no sin antes darle una mirada de dolor al contrario.

Quien juraría que en aquellos ojos rojos aun había amor y aquella mirada decía “volveré”

Está tan seguro como que su vida se destruye con cada paso que Kirishima da para estar lejos de él.

Sé que es muy corto, lo sé y lo siento por eso :c
Pero no he estado muy bien que digamos estos meses pero el ver que cada vez más personas me siguen me alienta a seguir escribiendo aunque sea pequeñeces ridículas como ésta uwu ✨

Prometo publicar más cositas muy pronto.

Bye.