Corrimos

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Me desperté, me había quedado dormido.
La motocicleta seguía corriendo al compás de la luz con el viento.
Estaba agarrado a su cintura, mis lágrimas empezaron a caer cuando lo recordé pero se las llevó el camino.
Me olló soyosar.

-Tranquilo mi amor que todo va a pasar- me dijo y abrazé más su cintura.

Él era un gran descanso para mi.
Me dolía mucho todo lo que tuve que dejar atrás.
Y si, es muy estupido dejar todo atrás y confiar en una única persona que seguramente te puede traicionar cuando quiera.
Pero yo tengo una ventaja.

Yoongi estaba molesto, lo podía sentir.
Nunca le gustaron tanto los cambios de temperatura y este día se acababa de poner peor.
Había empezado a llover y nos tuvimos que detener, por suerte ahí cerca había un hotel.

Nos tapamos bajo las sábanas, bajo la oscuridad, él acariciaba mi pelo y me susurraba cosas lindas.

Sabía que estaba de mal humor y no entendía porqué me quería hacer sentir mejor.
Le iba a decir algo pero me volví a dormir a causa de sus caricias.

Me desperté sobresaltado, con un brazo buscaba su figura con el otro tocaba mi rostro quitando las lágrimas de mi cara.
No estaba, llegué a llorar más. No podía ser tan dependiente de él...y siempre lo terminaba siendo.

Se escuchó la puerta, dos cafés, uno descafeinado.

Me extendió su pañuelo, dejó los cafés al lado de la improvisada mesa de noche y me abrazó.

Me lo volvió a decir. Mis ojos brillaron y lo besé.
Me sentí un pequeño niño que se perdió en un inmenso parque...me sentí chiquito otra vez y no me gustó.

Él se estaba arreglando para que volvieramos a salir, aún nos faltaba camino.
Lo miré poniendose su chaqueta de jean.
Era muy hermoso, siempre lo fué.
No entiendo que me vio, para ser sincero.
Dirigió su mirada a donde estaba sentado y me sonrió.
Me mandó un beso volador.

Eso creo que me dió algo de fuerzas.
Decidí salir afuera un rato, había un adorable balcón en la habitación de planta alta.
Había notado que se veía muy bien donde estabamos, lo sentí como una casa aunque esta ya no existiera.
Mi mano fue a parar a mi bolsillo, agarré el encendedor y prendí un cigarrillo.
Al soltar el humo me concentré más en la vista, abajo había una pileta y a su alrededor seguía habiendo charcos de la lluvia de ayer.
Le daba un toque especial al aburrido lugar.

-Vamos?- se posicionó de costado para verme y sacarme el cigarrillo de las manos para ponerlo en su boca.

Asentí.

Él terminó mi cigarrillo y agarró mi mano.

La recepción era chiquita y el pasillo demasiado largo y incomodamente cerrado, dificilmente cabían 3 personas.

Lo esperé en la entrada, él se inclinaba para agradecerle a la señora y luego vino hacia mi dirección.

Sentí un golpe, en mi ojo. Grité y lo encontré corriendo.
Me golpearon, de nuevo y no había echo nada.
Yo tenía la palma de mi mano en mi ojo hinchado.
Los puteo y les hizo pedirme perdón pero yo negué.
Creo que lo merecía, después de todo, seguro los provoqué, estaba en mitad de su camino.

Estabamos sentados en el pasto, ahora tenía una lata de gaseosa en el ojo, actuaba como desinflamador.
Había viento, él se paró.
Tenía los nudillos rojos, los había estado apretando para contenerse, lo sabía. Sostenía un cigarro y se lo notaba nervioso.
Me levanté.

-Yoon...perdón, no supe defenderme...soy muy malo para todo últimamente- reí

-Jimin escuchame- me miró y suspiró largo y tendido. Me dí cuenta de que diría algo importante.
-Te amo y lo sabes, se que estas pasando por un momento horrible y sobretodo que estas débil emocionalmente- habló despacio- ...esos tipos estaban pasados, se los notaba borrachos pero no lo justifica. No debieron haberlo echo y...en lo que pueda te quiero ayudar, no voy a permitir  que te vuelvan a dañar. Se lo que pensas, todo el tiempo te escucho decir las cosas que crees que susurras y la verdad quiero que sepas algo ¡No sos una basura! , sos una persona que la está pasando mal.- me tomó de las manos mirando mis ojos acuosos.

One Shots YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora