Los dos hermanos se encontraban en frente mía.
Eren y Zeke Jaeger. ¿Cómo olvidarme de ellos? Y sobre todo, del menor de los dos por la diferencia de unos tres años.
Una sensación magnífica empezaba a recorrer mi cuerpo. Por fin había llegado el momento que tanto había estado esperando.
Por fin, la venganza tomaría su deseado lugar. Tantos años trabajando para llegar a ésta, que parecía casi irreal, un sueño maravilloso y feliz, quizás podría decir que tenía hasta ganas de llorar de la felicidad.
El motivo era mi relación con el menor. Desde que tendría unos 10 años, por lo cual Eren, siendo dos años menor que yo tendría 8.
Estaba perdidamente enamorada de él. Y quiero dejar muy claro el pasado al conjugar el verbo "estar".
Sí. Me hizo muchísimo daño. Tiró mis sentimientos por la borda y se burló de ellos siempre que aparecía delante de él, y ni siquiera cuando estaba en frente, también me usaba de objeto de burla delante de sus compañeros, creando cosas horribles de mi que ocasionaron una imagen que tardarías años en hacer que desapareciese.
Era horrible la sensación que me había creado la influencia de ese pequeño demonio.
Pero no iba a hundirme, no, por supuesto que no. Podría tener 10 años pero si había algo que me había caracterizado desde el día de mi nacimiento era los pensamientos crueles que podría llegar a tener, y algunos hasta llevar a cabo.
Así que en vez de ponerme a lloriquear decidí armar un plan maestro sobre cómo le iba a arruinar la vida. Al principio había pensando en expandir algún rumor falso de él que le arruinase su reputación, porque las cosas como eran: era tremendamente popular. Lo cuál podría ocasionar que se volviese en su contra.
Aunque, todo cambió cuando hace dos años Armin me dijo que Eren se estaba enamorando de mi y que por favor tuviese cuidado ya que era mi primer amor. Lo siento Armin, me caes bien a decir verdad, no conocías a Eren cuando se comportaba así conmigo, pero no voy a hacerte caso.
Mi primer pensamiento fue que estaba preparando algo para dejarme en evidencia, pero todo lo contrario. Realmente se estaba enamorado de mi, así que empecé a planear una venganza.
Sí, podría aparentar ser una persona horrible pero haría lo que fuese para que mi venganza surtiera efecto, porque era lo más importante en mi vida en ese momento.
Y por fin había llegado. Eren vino con su hermano, el cual era un año mayor que yo. Estaba temblando, sus piernas parecía que iban a desplomarse en cualquier momento, y sus manos no conseguían quedarse ni un segundo quietas.
Y a su lado... Zeke Jaeger. Mentiría si dijese que sabía algo más importante de él que el hecho de que fuese hermano de Eren. Estaba con las manos en los bolsillos y una expresión cínica que incluso resultaba cómica en comparación a la de su hermano. Mientras que el menor parecía que estaba a punto de desmayarse, el mayor parecía estar aburrido de la situación y sólo deseaba irse a casa mientras miraba a su alrededor, a pesar de que éste estaba vacío.
La situación era tal que así; salí de la escuela, estaba ansiosa por despedirme de ella ya que no la vería en tres meses por las vacaciones de Verano y era un total alivio para mi. Los dos chicos decidieron casi obligarme a que los acompañase detrás del lugar para hablar a solas.
Tenía que controlarme por no reflejar la felicidad que estaba sintiendo en aquel momento. Sabía perfectamente lo que iba a pasar:
Como Eren es un miedica no se había atrevido a decírmelo a solas y trajo a su hermano para que él me preguntase por parte suya. Todo era a causa del festival del inicio a la cálida estación. Era tradición buscarse una pareja que te acompañase, y yo, que no estaba nada metida en esos temas amorosos, siempre me abstenía.
Pero aún así esperé este año con cierta ansia. La razón es que sólo se puede entrar a esa fiesta con 16 años, y Eren ya los había cumplido hace unos tres meses.
Si, no sabía mucho del amor pero no era difícil notar que él estaba enamorado de mi, hasta llegar a ser algo casi tan insano como mi sed de venganza. Y yo no hacía más que darle ilusiones, para alimentar mi bienestar al día de vengarme, por supuesto.
Unos minutos atrás...
—Em, muy buenas tardes, este es mi hermano, Eren, supongo que lo conocerás...
Zeke Jaeger, hermano mayor de Eren. Reconocido por ser un gran jugador de béisbol, siendo el deporte principal de nuestra escuela. No sé mucho más de él, a decir verdad, es un año mayor que yo y nunca hemos coincidido en nada. Sabía que sería una persona clave en mi venganza contra su hermano menor.
Los únicos datos que tengo de él son los que todo el mundo sabe. Que es muy humilde, que tiene éxito entre las chicas, y que bueno, juega muy bien y todo el mundo le lame el culo por eso, desde nuevos alumnos hasta algunos profesores.
Me despedí de mis pensamientos por un instante para atender a sus palabras:
—Él quiere ir a este festival de Verano contigo, supongo que lo conocerás porque todo el mundo lo conoce... —Me sorprendí al ver cómo aquel respetadisimo adolescente parecía nervioso y tímido al hablar conmigo.
Mi mente se quedó paralizada por un momento. Mi plan desde un inicio había sido decirle al menor que en realidad me gustaba su hermano y dejarlo así y obviamente no acercarme a él, pero ahora las cosas habían cambiado. Los dos estaban delante de mí y no sabía cómo reaccionar.
¿Qué tendría que hacer, ir con Eren al festival, o con Zeke?
Por un lado, si fuese con Eren quizá tendría la oportunidad de humillarle en medio de éste, pero eso también significa verle feliz aunque fuera por un par de días y eso no formaba parte de mi plan.
Y por otro lado, tenía la seguridad de que Zeke no tenía ninguna pareja, ¿cómo sabía eso? Fácil, de todos los años he aprendido que si un chico como él hubiese elegido a una chica, esa información habría corrido como la espuma. Además de que siempre iba solo por los pasillos de la escuela, y si acaso con algunos amigos.
Pero claro, si se lo pedía a él la persona que saliese humillada de ahí podría llegar a ser yo, pero eso también humillaria a Eren, por lo que tendría que pensar en si estaría preparada para asumir ese error en mi plan.
Pero no, no estaba dispuesta a ver a Eren ser feliz aunque fuese por un par de días. Había tomado una decisión en los dos o tres minutos que me había quedado callada completamente mirando a la nada.
Iba a decir que quería ir con Zeke al festival. Y si me rechazaba, tenía el consuelo de haber decepcionado al menor de los dos. Habría sido rechazada pero era por alguien que no quería y que tampoco llegaría a más.
Así es, estaba preparada, inspiré y expiré hondo y los dos chicos me miraron, el menor con atención y temblando y el mayor indiferente a todo lo que pasaba a su alrededor.
—Eren... —Me fijé en cómo apretó sus nudillos con fuerza. —Estaría encantada de ir con tu hermano al festival.
Todo se quedó en silencio. Yo forcé una media-sonrisa que fingía tranquilidad, mi pulso estaba al límite a pesar de que cierta parte de mi se sentía en paz.
La expresión de Eren era magistral. Intentaba sonreír pero sólo se veía como si estuviera loco. Miraba hacia la nada mientras tenía los ojos muy abiertos y una sonrisa espeluznante. Parecía estar en completo shock.
Sin embargo, Zeke, pese a estar también congelado, estaba totalmente diferente a su hermano. Podría decirse que hasta parecía estar sonrojado, y miraba al suelo avergonzado mientras apretaba los dientes y mantenía cerrados los ojos con fuerza.
Había un silencio incómodo, demasiado incómodo, y ninguno de los tres teníamos claro qué hacer o decir exactamente.
Eren dramáticamente se tiró al suelo, apoyando sus rodillas en el frío asfalto con la misma siniestra expresión de antes, pero sin decir nada.
Yo por mi parte no tenía ni idea de cómo reaccionar, pero por lo visto, Zeke sí. Me agarró de la mano, no sin antes exclamar "¡Ven conmigo, por favor!". y me obligó a correr junto a él, lejos de su hermano. Sin ofrecerme ninguna opción para elegir.
~••~••~••~
ESTÁS LEYENDO
𝑽𝒆𝒏𝒈𝒂𝒏𝒛𝒂 {𝚉𝚎𝚔𝚎 𝚇 OC}
Фанфик" Zeke Jeager, hermano mayor de Eren. Reconocido por ser un gran jugador de béisbol, siendo el deporte principal de nuestra escuela. No sé mucho más de él, a decir verdad, es un año mayor que yo y nunca hemos coincidido en nada. Sabía que sería una...