Capítulo 50

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Me despedí de Pau y Andrés y salimos del sitio tomadas de la mano, afuera ya nos estaba esperando Santiago, Calle se subió primero, y cuando yo iba a ser lo mismo, sentí un abrazo por detrás, y me dijo ya te vas guapa.

-Calle se bajó furiosa del auto y yo tenía miedo de lo que pudiese pasar, la detalle bien y vi que era la misma tipa del baño la tal Camila, como pude me aleje de ella y en un abrir y cerrar de ojos mi amor le estampo una cachetada.

-Le grite a Calle que nos fuéramos que yo no quería tener problemas, me ignoro y se puso alegar con la tipa esa, me toco pedirle ayuda a Santiago para que llevara de nuevo a Calle al auto, ya que mi pie no me daba mucha estabilidad.

-Encaro a Santiago y le dijo que la soltara, inmediatamente hizo lo que ella le pidió, amor ya vámonos, grite mirándola, no María José resolveré esto de una vez, o quieres repetir lo que vi en el baño, me lleve las manos a la cabeza, que te pasa Calle.

-Crees que a mí me gusto lo que viví minutos atrás, se te nota lo mucho que me conoces, le espete con enojo, no me respondió y ella siguió gritándole cosas a la tal Camila, me subí furiosa al auto dando un portazo.

-Cinco minutos después subió ella, y le dijo a Santiago que la llevara a su pent-house, ninguna de las dos dijo nada durante el camino, llegamos y ella se bajó, dude en hacer lo mismo, le iba a decir a Santiago que me llevara a mi piso, pero se devolvió y me estiro la mano ¿vienes conmigo? me dijo brindándome una sonrisa.

-No me pude resistir a su coqueteo y entre con ella, cerró la puerta y me beso desesperadamente, podía sentir su enojo en cada beso, empezamos a caminar por el pasillo chocando con las paredes hasta legar a su despacho.

-Entramos en el, sin separar nuestros labios, se sentó en una silla y yo me subí a horcadas sobre ella, lo único que se escuchaba en el lugar eran nuestras respiraciones erráticas y los besos que nos dábamos.

-Empezó a tocar mis senos y ya me sentía muy húmeda, intente bajarme y no me lo permitió, así que hice a un lado su cabello y repartí besos por su cuello, me quite la chaqueta quedando  con  crop top.

-Sonrió al verme así, me tomo de las caderas, comenzó a dejar besos por encima de la prenda hasta endurecer mis pezones, eche la cabeza hacia atrás y me deje llevar por la situación.

-Se levantó de la silla conmigo aún encima de ella, aproveche y enrede mis piernas en su cintura, me apoyo de espaldas a la pared, y continuamos la sesión de besos, besos que cada día me hacían más adicta.

-Sentía que ya no podía más así, que hice que me bajara y le dije que nos acostamos en la alfombra de su despacho, asintió con la cabeza y aprovecho para encender la chimenea dándole un toque romántico al momento.

-Nos desvestimos en medio de caricias suaves y delicadas, yo quede en ropa interior ante la atenta mirada de mi amor, dijo que luego sería ella quien me la quitaría.

-Quede debajo de Calle, ella si estaba totalmente desnuda, me dificultaba pasar saliva al tenerla así encima mío, quería hacerla mía lo antes posible...bese su boca con dulzura y pasión perdiéndome en el sabor de sus labios.

-Le mordí el lóbulo de la oreja haciéndola gemir, le bese el cuello a mi antojo dejando algunas marcas y volví a sus labios, me quito el crop top y luego me arranco las bragas, ella sonrió y beso mis senos.

-En un rápido movimiento quede encima de ella, la tome de las manos y se las puse por encima de su cabeza, impidiéndole que me tocara, bese de nuevo sus labios dejándolos rojos e hinchados.

-Solté sus manos y baje mis besos hasta sus senos devorándolos sin límites, mientras que con una de mis manos estimulaba su centro y sus gemidos eran música para mis oídos.

-Seguí recorriendo su cuerpo dejando un camino de besos hasta llegar a su abdomen, la vi estremecerse al sentirse arropada con mi piel, y entonces dejo que yo la hiciera mía, para hacerle una vez más el amor.

-Me acomode en medio de sus piernas y ella las separo para darme acceso, bese su punto más sensible haciéndola perder el control, me embriague de su sabor dulce y exquisito.

-Continué besando su zona, le metí dos dedos haciendo movimientos que sabía que a ella le gustaban, en ese momento se podía escuchar el bombeo de nuestros corazones acelerados que retumbaban en la habitación.

-Se corrió varias veces en mi boca, haciéndole perder la cordura, y gritar mi nombre, su rostro estaba rojo y empapado de sudor, me subí encima de ella y nos abrazamos, mientras ella se recomponía.

-Le llene el rostro de besos, se volteó y quede debajo de ella y su mano bajo hasta mi entrepierna, me dijo que esto aún no terminaba y que necesitaba sacar todo el enojo que tenía en su sistema haciéndome reír.

-Me beso los labios con locura como solo ella lo sabía hacer, mientras su mano estimulaba mi centro, sus dedos parecían de pianista, eran delicados pero muy precisos haciéndome explorar toda la galaxia.

-Mi cerebro estaba inundado en una sensación de éxtasis, que me hizo sentir como una astronauta conquistando la luna, disfrute cada beso, caricia y estímulos que pudiera experimentar mi cuerpo con el contacto de Calle.

-Nunca nadie me había hecho sentí de esa manera, al explorar mi cuerpo y llevarlo a niveles que no puedo explicar con palabras, son miles de sensaciones que me llenan de vida cada vez que hago el amor, con mi cosita de ojos avellana.

-Nos quedamos un rato más en su despacho mientras recuperábamos fuerzas, luego subimos a su habitación, nos acostamos en la cama y empezamos de nuevo una guerra de besos y caricias pero sin ir más allá, nos dimos las buenas noches, me abrace a su cuerpo y poder lograr conciliar el sueño.



CPonylunatico


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BLANCO Y NEGRO - CACHÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora