capítulo 04

251 43 85
                                    

Punto de vista de Jessie

Reymi, ha estado saliendo tarde del trabajo.

Últimamente trabajaba demasiado cubría turnos extras, por la boda, la escuchaba llegar muy tarde quejandose del dolor de cabeza.

...

Hace poco revisando la casa me di cuenta de algo, que tal vez no tenía mucha importancia pero me mantenía inquieta.

El baño de abajo, no tenía el hueco de las escaleras, estaba tapado, me preguntaba cómo se vería si estuviera hueco, era una de esas preguntas que no me dejaban dormir.

(Ruidos)

–Otra vez no, le hablé a Begoña el gato que tenía al lado. -Vamos a ver qué es.- le dije, se encontraba acurrucado en mis pies.

Era de color gris, su pelo era suave y siempre dormía con ella pesar de ser la mascota de Reymi.

Me puse las pantuflas, y caminé a la puerta.

Escuché otro ruido, proveniente de las escaleras.

Me volví al cuarto y tomé el bat, estaba bajando las escaleras y escuché otra vez el ruido que parecía venir de abajo de las escaleras- que carajo-pense.

Recorde aquella serie para descubrir sótanos, me agache y comencé a golpetear la madera de escalón por escalón.

El penúltimo escalón hizo eco, deslize mis dedos con cuidado por los bordes hasta que sentí un ligero grosor, lo levante

-¡Que rayos!- exclamé con el corazón latiendome frenéticamente.

Al adentrarme en el espacio me encontré con unas escaleras de metal, me adentré en el escalón con cuidado y caminé, la pared estaba cubierta con un metal, supongo para disminuir el ruido.

Sentí unos brazos fuertes que me sujetaron desde atrás y sentí como unas manos cubrieron la boca.

Un escalofrío recorrío mi espalda.

-No grites- su voz era muy grave, y logró intimidarme un poco.

Me soltó suavemente y repitió

–No grites, aún seguía de espaldas por lo que su cara seguía siendo un misterio para mí.–Esta bien.

Obedecí porque honestamente me encontraba asustada.

–¿Quien eres? Salió de mi sin que pudiera frenarlo.

–Soy un humano.

-Tu nombré- dije seria porque no me podía tomar como un juego que un jodido extraño estuviera ahí actuando como lo más normal del mundo.

–Mi nombre es Cris.-Me giré y pude ver una parte de su cara en la oscuridad.–Bien ¿Porque estás en mi casa?

–Tranquila, muchas preguntas, vete tú tienes que irte.- Su cara de re pente se tornó sería apretó la mandíbula.- ¿Le diría a Reymi sobre esto?

—Pero...

-¡Que te vayas!- alzó la voz.

Que rayos acababa de pasar.

Aún confundida, volví a mi cuarto.

Me senté en la cama volteando a ver la ventana, pensando y analizando lo que acababa de pasar.

–Criss..- susurré para mí misma.

(...)

Había pasado pasado un día, era tarde, aún faltaba para la llegada de Reymi, la curiosidad me estaba matando.

Y ese tal Criss, no se miraba tan peligroso

Así que me estaba dirigiendo a la escalera, quería respuestas.

Camino lentamente y levantó cuidadosamente el tablón del escalón, es ancho así que quepo perfectamente por el agujero.

Bajó las escaleras y tocó el suelo, siento me tapan la boca con las manos y dicen.

-No grites.

Me destapa poco a poco la boca.

-Ya me dijiste eso lo recuerdas.

-Si pero por si acaso.

-¿Que quieres?- me dice.

-¿Ya comiste?Le pregunté.

-Ven. -me dijo.

Lo seguí, salimos del pequeño cuarto y bajamos unas pequeñas escaleras hasta un mueble, estaba lleno de comida enlatada.

-Pues si a eso le llamas comida sí,Por sierto, ¿cómo me descubriste?

- Al parecer haces mucho ruido, ¿Quieres pizza?

-Quiero probar algo que no sea remojado en aceite o vinagre y que Dios, no sea enlatada.- dijo soltando un suspiro.

Su ropa Lucía desgastada pero no sucia, de seguro tiene lavadora.

-Mmm ¿cómo sé que no hay policías hay arriba.

-Ya estuvieras en la cárcel por invadir mi propiedad.-dije pero el no se movió, me estaba escaneando con la mirada, pero no me molestaba, eso era raro.

-No vas a venir.

-Mmm,si, un momento.

Caminamos otra vez al cuarto inicial y subimos las escaleras,
El chico no dijo nada, entonces le indique el sillón.

-Sientate.

Saque la pizza que sobró ayer, tome dos trozos y los puse en el microondas.

Me senté en el sillón.

-Asi que... ¿porqué estas aquí?

-Emm no creo que importe mucho.

-Te encontré en un sótano, escondido en mi casa, Como no va importar?

-El microondas aviso que la pizza estaba lista-

Caminé con dirección al mismo y saque las rebanadas, las puse en un plato, y se las dí.

-Le dio la primera mordida-

-Mmm es deliciosa- dijo mientras le daba otro mordisco.

Termino las rebanadas y me dijo.

-¿Volvemos?

-si- dije sin rodeos.

(...)
-Tu eres la única que sabes que estoy aquí.

-Porfavor, no le digas a nadie.

Asentí.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Holi
¿Demasiada información por hoy?

Sé que hoy no es domingo pero esque estoy muy entusiasmada con este capítulo.

Noemí

El Secreto De Las Escaleras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora