M I H E R M A N A S T R A //Lésbico//

12. Abrazo interrumpido

Capítulo 12

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Narra Jenny

Desperté por el sonido de mi móvil, ayer antes de caer como morza en la cama, lo puse a cargar y lo encendí, me llamaba 'Rocío', no tenia ganas de hablar con ella, pero supongo que le debo una explicación de porque me piré así ayer.

—Dime  —respondo seca como casi siempre.

—Ayer haz preocupado a todas, incluida a tu hermanita, ella era la principal y estaba como loca, ¿Donde te metiste? —todo esto lo dice de carretilla, sin casi poder entender nada, pero mi mente procesó solo la parte de mi 'hermanita', ¿tanto le preocupé? ¿Por eso estaba en el salón esperándome?  —Oye, ¿estas ahí?

Dejo el móvil en la cama, sin prestar atención a la voz chillona de Rocío que gritaba mi nombre, y salgo disparada de mi habitación, voy corriendo a la de Sasha, y cuando voy a girar la manija, me doy cuenta que esta es su privacidad, pero me da lo mismo, y abro su puerta suspirando, esperando no encontrármela desnuda, pero el destino está en mi contra, así que me la encuentro con solo un sostén rojo y tratando de subirse las bragas.

Mis ojos se abren como platos al ver su perfecto cuerpo desnudo, su cintura ancha y su bella piel blanquecina, sin gota de tinta, es preciosa, y su cabello castaño húmedo y largo mientras...

—¿Jenny estas loca? —siento su voz, y parpadeo rápidamente y la veo a la cara, ahora estaba cubriéndose el cuerpo con una toalla que no pude ver de donde sacó.

—Y-yo...ehm, lo siento, no quise...

—Joder Jenny me estoy vistiendo —dice avergonzada, y yo solo pude ver lo bien que le quedaba su sostén, mientras seguía cubriendo su parte inferior con la toalla.

—Lo siento, solo vine a disculparme contigo por lo de ayer —digo arrascándome la nuca nerviosa, no soy de pedir perdón.

—¿Porque me pides perdón?—no entiende y me mira curiosa.

—Pues por preocuparte así, no soy mucho de estar en casa ni de llegar muy temprano —le aviso y ella asiente.

—Vale, te perdono —me dice con una amplia sonrisa, y me entraron unas ganas tremendas de abrazarla.

—¿Te puedo abrazar?

—¿Como?...ehm, si —asiente nerviosa mientras me acerco a ella.

Rodeo su espalda, y apoyo su cabeza en mi pecho, ¡diablos! Que bien se siente, su pelo húmedo me moja mi pijama, pero me da lo mismo, podría estar así un buen tiempo, y adaptarme a su rico olor a fresas que desprende su cabello.

Un carraspeo nos hace separar de un brinco y algo asustadas, y cuando volteamos vemos a una mujer de unos treinta y ocho años, igual de castaña que Sasha, con unos ojos castaños y muy guapa, nos mira seria, y se que no le hizo gracias vernos así, abrazadas y a su hija en ropa interior.

—Mamá —logra decir Sasha separándose un poco de mi, eso me dolió, pero entiendo la situación.

—¿Que creen que hacen? —se cruza de brazos con su ceño fruncido, y por primera vez estoy sin palabras y sin hacer nada de verdad con una chica así de cerca, normalmente si veo a una chica así, me devoró sus labios hasta caer en la cama a follar, pero por alguna razón con Sasha no es lo mismo, supongo que la veo como hermana, no lo se.

—¿Abrazarnos? —digo en tono de broma, pero tanto la madre como la hija, me miran mal, la mas joven como diciéndome '¿en serio?' y la mayor '¿que haces en su habitación?', me dio un poco de miedo que Sasha me odiara, pero se me pasó cuando ella habló.

—Mamá, somos hermanastras, ¿no podemos abrazarnos?

—Si, pero será correcto hacerlo así, en ropa interior —señala a su hija y pone cara de asco.

—Surgió así —rueda los ojos, y sonríe de lado, supongo que para calmar la tensión que se había formado en el lugar, su madre vuelve a mirarme mal y suspira.

—Vale, pero vistete ya —le riñe a su hija, a lo que esta asiente despreocupada. —Y tu. —me señala, y es cuando mi corazón comienza a acelerarse sin sentido. —Deja que mi hija se cambie —ambas salimos, yo me voy por mi camino y ella se va por el suyo.

Narra Sasha

Eso fue raro, ese abrazo junto a Jenny hizo que todo el mal humor saliera de mi cuerpo, luego de leer otro mensaje de Jason, en el que decía que venia por la tarde, que no saliera de casa, y otra vez lo hizo así de frío, y un escalofrío recorrió mi cuerpo de nada mas pensar que sucederá lo que creo.

Terminé de desayunar con la mirada de advertencia de mi madre, la mirada de curiosidad de Ignacio a las tres mujeres que lo rodean, y una mirada de preocupación de Jenny.

Salimos las dos con la mirada en la nuca de mi madre, y en todo el camino a la universidad se la pasó en silencio, algo muy raro en ella, ya que la mayoría del tiempo se la pasa sonriendo y de vez en cuando haciendo chistes.

—Llegamos —logra decir luego de aparcar su auto.

—Si.. —suspiro mirando al establecimiento, sabiendo lo que me espera con el castaño metomentodo que no me deja respirar.

—¿Todo bien, Sasha? —me pregunta ella mirándome muy fijo para mi gusto, cosa que me pone nerviosa.

—Si, vamos —bajamos del coche, y Jenny camina mirando a los lados y apresurada, supongo que no se quiere encontrar con su novia, pero no se el motivo.

Volvemos a separarnos como mismo hicimos ayer y entro al salón donde se impartirá mi primera clase del día, como es muy temprano, le mando un mensaje a Jasón, y leo los demás de mis amigos de mi antiguo hogar, y me entra la añoranza, los extraño mucho.

—¿Me extrañaste? —dice una voz masculina bastante conocida cerca de mi oreja, y me asusto y casi se me cae el móvil.

—¿Me quieres matar de un susto? —le riño tocando mi corazón que estaba bien acelerado.

—No seria tan malo morir viendo una cara tan hermosa como la mía —hace esos movimientos con su perfecta ceja, y yo ruedo los ojos, este chico si que es egocéntrico.
Al final cuando la clase comienza, ponemos atención, pero toda mi mente viaja al abrazo de esta mañana, y a lo bien que me sentí. ¿Será que le estoy tomando cariño a Jenny de hermana?
Espero que sea eso.