•Perdido En Tus Ojos• LS.

XIII

Capítulo 13.

El departamento de Eleanor no lucía tan acogedor como el de Harry.

Incluso ahora que lo miraba mejor, ni siquiera lo hacía sentir cómodo. Se sentía... extraño, ni siquiera los recuerdos de las cientos de veces que había estado allí lo hacían sentir cálido.

—Espero te guste —. La chica dejó el platillo de comida humeante frente a él.

—¿Y los vegetales? —.

—¿Eh? —.

Louis bufó. Negó, diciéndole a Eleanor que olvidara lo que había dicho.

Se había acostumbrado en tan poco tiempo a los platillos con raciones de vegetales que Harry le servía. Siempre discutiendo en la mesa sobre que le hacían bien.

Sonrió.

—Me alegra que estés feliz, también estás recordando todas las noches que hemos pasado aquí? —. Ella sonrió. Louis la miró algo turulado por unos segundos —Cuando regresé de Irlanda, al entrar lo único que hice fue pensar en ti, tenemos tantos recuerdos aquí. Es nuestro lugar, incluso podríamos casarnos aquí —. Dice con humor, feliz.

Louis suspiró. Allí iba de vuelta.

—¿Te imaginas? Sería una boda hermosa, invitaríamos a todo el mundo —. Observó su mano —Les presumiría a todos mi hermoso anillo —. Chilló con emoción.

Realmente estaba cansado de eso, estaba harto de escucharla hablar sobre la boda, una boda inexistente.

Ojalá Harry le hubiera prohibido ir, era un mal amigo.

—Porque vamos a casarnos, ¿Verdad? —.

—¿Eh? —.

—Somos adultos, Louis, tenemos que pensar en eso —.

Siempre era lo mismo, pero había algo que no terminaba de entender.

—¿Por qué quieres casarte? —.

—¿Qué? —.

Él se acomodó mejor en su lugar.
—Siempre dices lo mismo, bebés, boda, un final feliz, ¿Por qué? ¿No piensas en superarte en tu trabajo, ni en sobresalir en algo? —.

La sonrisa de ella se desvaneció.
—¿Por qué me estás hablando así? —. Respondió abatida, desanimada.

—¿No tienes metas? ¿Un sueño más que ser un ama de casa?...  Harry... él en serio que está logrando sobresalir en su campo, desde que lo conozco recuerdo que siempre llegaba cansado, con unas grandes ojeras, probablemente de no dormir por su trabajo, y ahora está por cosechar todos esos días de esfuerzo y dedicación —.

—¿Y eso que tiene que ver? Yo te amo, por eso quiero pasar mi vida contigo —.

—¿Haciendo qué? ¿Cuidando niños mientras yo trabajo? Sería una vida aburrida ¿Por qué crees que eso es emocionante?  —.

—¡Porque es a tu lado! —.

Y aquello dejó a Louis sin habla, mudo. Abrió la boca un par de veces pero nada salió.

—¿Eh? —.

—Si estoy contigo todo es emocionante, sé que voy a estar bien, ¿Que no sientes tú lo mismo? —.

Y salió de aquel departamento dejando a la chica castaña en un mar de llanto. No había nada que pudiera hacer después de que la misma lo corriera a empujones al no ser capaz de responder aquella pregunta.