Newt's Birthday

Fancy Confections

-Estás muy pensativa - comentó sonriendo una joven bruja de cabello rubio sin apartar la mirada de su camino - te encuentro distraída
-Qué? Ah... No yo solo...
-Ya casi llegamos - respondió de nuevo la rubia después de sonreírle con picardía a su hermana.
Debo admitir qué me ha entrado curiosidad, pero espero que no le moleste qué yo vaya.
-No te preocupes por eso Teenie - continuó ahora mirándola directamente y tomándola de la mano- él te aprecia más de lo que crees.
-Es que aún me siento un poco culpable por lo sucedido, aún se me dificulta verlo a los ojos - Tina sonrió con cierta vergüenza en su rostro.
-Dejalo estar; debes saber que no guardamos ningún rencor - Fortificó su apretón de manos antes de detenerla - es aquí Teenie.

Tina se quedó detrás de su hermana sonriendo y admirando la ajustada fachada en donde se habían detenido, era pequeña pero realmente impresionante, elegante y muy bien arreglada. Su visión se posó en un cartel de 'se solicita ayudante' qué reposaba en el ventanal.

Ven teen - dijo Queenie empujando la puerta y haciendo sonar una campanilla sobre la misma -

Tina la siguió y rápidamente se perdió en el delicioso y dulce aroma qué inundaba el lugar, pocas veces le sucedía eso, solamente comparado cuando Queenie cocinaba. Pero en este lugar había algo diferente qué incluso lo hacía mejor de lo que cocinaba su hermana.

-Lo siento mucho, ya no tenemos variedad, sí gusta venir más tarde - se escuchó la amigable voz de Jacob detrás del mostrador.
-Hola Cariño - dijo Queenie muy dulcemente. Jacob se asomó por la puerta para confirmar la procedencia de aquella voz. Al momento, sonrió enormemente.
-Pastelito! Qué haces aquí? - Jacob respondió acercándose a la joven bruja mientras limpiaba sus manos.
-Tenía ganas de verte - Lo besó - Quería saber como estabas hoy - Lo volvió a besar ahora un poco más apasionados.
Tina simplemente se quedó en silencio para no interrumpirlos pero comenzó a sentirse incomoda, así que solamente se volteó. Su mirada recorría varios de los muy pocos panecillos qué quedaban después de lo que parecía un buen día de trabajo.
-Fascinante. ¿Cómo estas pequeñas obras de arte se puden hacer sin magia? -pensó-
Jacob tiene bastante talento hermanita - respondió Queenie después de interceptar su pensamiento y salir de su embelesamiento.
Tina... - el rostro de Jacob parecía un tomate. No se había dado cuenta de que su cuñada estaba ahí y se había comportado muy meloso como para tener público.
Jacob... - La morena trató de sonreír, pero aún se sentía muy abochornada por lo sucedido hacía un par de meses.
Queenie que no veía un avance entre ellos decidió continuar - disculpa por no avisar amor, es que hoy Teenie salió temprano y la convencí de venir ahora que había oportunidad -
Jacob estaba sorprendido pero finalmente Tina fue quien decidió hablar.
-M...me gusta mucho tu panadería Jacob, se siente muy acogedora - dijo cerrando con una sonrisa.
-Vaya, te lo agradezco, realmente me esfuerzo por hacerlo distinto - respondió con orgullo - Qué les parece si celebramos un poco? es decir, tener a estas dos personalidades aquí ya es mucho que decir, además de que es tu primera vez Tina -.
-Sí! Esto será divertido! - Comentó Queenie y sacó su varita haciendo levitar un par de mandiles qué habían colgados,Pero Jacob los interceptó.
-ah, ah, ah, mi panadería, mis métodos - le respondió divertido señalando unos instrumentos de cocina que se asomaban por la cocina, a lo que Queenie sólo infló las mejillas en protesta y guardó su varita.
-además, tengo estos que son más especiales- Jacob continuó sacando una gran caja de debajo del mostrador. Al abrirla, se veía una tela blanca perfectamente doblada y limpia en el que se leían con letra manuscrita en color rojo: Kowalski's fancy Confections. - los ordené para mis empleados y me los acaban de entregar ¿porqué no son las primeras en usarlos? - tomó dos y se los extendió a las chicas, a lo que la rubia lo tomó con suma alegría.
- Vaya! son hermosos! - Se lo colocó sobre sí sin llegar a amarrarlo y lo lució cual vestido - y me sienta bien, pero... - Volvió a sacar su varita y con un toque, se comenzó a bordar sobre la tela con la misma caligrafía y tono el nombre de "Queenie G." - así está mejor.
Tina, que desde que llegó mantenía los brazos cruzados, sonrió un poco.
- Permiteme ayudarte amor - comentó Jacob rodeando la cintura de Queenie para amarrarle su mandil.
- Y este es para ti Tina - Desdobló el segundo y sonrió.
Tina se apartó mientras negaba suavemente - oh no, no Jacob, es que yo no cocino... - respondió. Jacob bajó la sonrisa con confusión. 
- lo... Que quiero decir que es Queenie siempre es la que cocina, tú sabes. - continuó abochornada. 
- además, vine aquí a probar la calidad Kowalski, no mis propios desastres gastronómicos - sus mejillas se pintaron y bajó la mirada.
Jacob se sintió alagado, con el poco tiempo que llevaba conociendo a Tina, sabía que ella era muy cerrada con respecto a lo que pensaba, y un alago como tal dicho de su parte, era un buen avance. - vaya, siendo así, entonces comencemos primor - habló con orgullo, colocó el cartel de "cerrado" en el aparador y tomo con delicadeza las manos de la más jóven de las hermanas.

Fue una tarde muy divertida, él ocaso calló, la noche llegó y la panadería Kowalski era el único local qué aún tenía sus luces prendidas. Aunque Tina no cocinaba con ellos, sí qué se divertía, la masa quedaba pegada en las manos y se correteaban con ello. Hasta en un momento y en contra de sus propios principios, Tina creó mágicamente pequeñas bolas de harina qué estallaban en la cara.
Todas las personas que pasaban por la acera frente a la panadería se extrañaban con tantas risas qué se escuchaban salir de ahí.

-No sabía que la repostería no-maj fuera tan divertida - comentó la rubia tras seleccionar un bizcocho.
-Es bastante entretenida, sí - Jacob sonrío - ¿un café chicas?
- Oh, un té para mi por favor - dijo Tina rápidamente. Los otros dos se le quedaron viendo y después cruzaron miradas entre ellos.
- Qué pasa? De pronto se me antojó un té - dijo la auror en su defensa mientras volvía a cruzarse de brazos e inflaba las mejillas
- De acuerdo - dijo Jacob levantando las manos - No puedo discutir contra el puchero de las Goldstein - terminó divertido y se fue a la cocina.
- Vaya, realmente huele delicioso - Tina estaba maravillada con el dulce sabor qué se percibía en todo el lugar, disfrutaba mucho estar ahí y no en su fría oficina en el departamento de aurores, hasta que un campanilla la hizo regresar en sí-
- Dis.. Disculpe... Sé que ya es muy tarde... Pero como las luces estaban prendidas yo...
- No, quedate cariño - dijo Queenie rápidamente - No interrumpes nada, adelante, siéntate con nosotras, él empleo sigue disponible - terminó con una so risa
- Como supo que yo...
- este... solo lo supuse - se apresuró nuevamente con nerviosismo. Tina solamente la miraba bastante seria porque sabía lo que había hecho y Jacob regresaba con 4 tazas y una tetera alargada sobre una charola.
- Buenas noches joven, ¿vienes por lo del empleo? - Jacob al entregarle sus tazas a las chicas, le dio una igual al muchacho recién llegado
- S... Sí, b-bueno es que yo vi el anuncio qué tiene en la vitrina y... Perdóneme por venir tan tarde - Bebió nervioso un poco de té sin darse cuenta que se lo habían ofrecido.
- Y porqué quieres el empleo? - Jacob comenzó sirviendo a sus invitados
- Tengo un poco de conocimiento en el oficio y me gus...Me gustaría que me tome como su aprendiz señor Kowalski...- terminó encogiendo la voz y bajando la mirada.-  Si... Usted quiere
- Interesante - Dijo Queenie ocultandose en su bebida.
- Me agrada tu interés chico, pero prosperar en esta ciudad es muy complicado, yo mismo tuve ayuda.
Queenie miró a Tina con picardia pero la mayor mantenía confusión.
- Pero me agradas muchacho, adelante - Jacob se levantó sonriente y fue a por la caja donde guardaba los mandiles para entregarle uno. - Presentate mañana a primera hora.
- Gracias señor Kowalski por la oportunidad!
- Y relajate un poco, estabas muy nervioso, necesitas más confianza, un autor alguna vez me dijo que sí te preocupas, sufres dos veces.
Todos salvo Queenie se quedaron pensando en ello. El joven agradeció una vez más y se fue más confiado de lo que había llegado.
-Fuiste muy bueno al darle el empleo cariño, tiene a su madre enferma, y estaba desesperado después de varios rechazos.
...
- Quien te dijo lo de preocuparte Jacob? - preguntó Tina
- Un amigo... Alguien al qué hace un tiempo no veo... - sonrió nostálgico y bebió su té
En el ambiente aún predominan los olores a naranja y azúcar. Tina mordió los bizcochos de canela qué le habían preparado y prefirió dejar el tema al aire...

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Hola de nuevo!
Lo siento si hay faltas de ortografía/Gramática. No me dio tiempo de revisarlo, pero me prometí publicarlo hoy.

Más tarde lo checo. Esto solo es el comienzo ;)
Actualización los Lunes :9
💖❤️💖❤️💖