Y ahí estaba Rachel, una vez más, contándole a su madre la misma pesadilla que viene teniendo desde hace tiempo. El niño del circo y la niña de la magia.

Dick era el nombre del niño, él trabajaba, junto a sus padres, como trapecista de un circo. Pero una noche, por el mal funcionamiento de las cuerdas de uno de los trapecios, perdió a sus padres.                                                                                           

Y Samantha, la niña, trabajaba con sus padres haciendo shows de magia en un teatro, ella trabajaba como asistente y modelo de sus padres, pero un error en uno de los trucos acabó con la vida de sus padres.

(…)

Sam miró la hora en el reloj de la pared de su oficina y marcaban las 11:57 am, lo que significaba que ya casi era hora de ir a casa. Ella trabaja como abogada en la ciudad de Detroit.                                                                                                            Estaba guardando sus cosas en su bolso cuando alguien toca la puerta.

- Pase – respondió

- Hola, Sam, ¿Podemos hablar? – preguntó, Dick, su mejor amigo, entrando por la puerta

- Claro, Dick, ¿Qué sucede?

- Necesito tu ayuda, más bien la de Black Lion – dijo entregándome un sobre grande. Al abrirlo tenía información de un tal Tyler Hackett y unas fotos de una niña golpeada – Esa niña es su hija y todos esos golpes se los hizo su padre, hay que darle su merecido – dijo Dick serio

- Te ayudare, dime cuando y donde – Dick sonrió al escuchar esa respuesta

- Eres la mejor, ¿lo sabias? – dijo abrazándola

- Si, lo sabía – dije moviendo mi cabello como diva haciendo reír a Dick

(…)

Rachel estaba en la cocina desayunando al momento en el que su madre entró.

- No deberías tomar café - le dijo quitándole la taza

- Y tú no deberías fumar – se defendió Rachel

- Lo dejé

- No lo dejaste

- Bueno, voy a dejarlo – dijo mirándola - Maldita sea. Olvidé comprar crema

- También la leche – dijo Rachel levantando la botella vacía

- Muy bien. Ya es tarde. ¿Puedes tomar el autobús a la escuela hoy también?

- Claro

- De acuerdo

- Ya casi no duermes

- No, no tan seguido

- Es porque me tienes miedo

- No te tengo miedo, cariño

- Se que mientes. Puedo sentirlo. Sabes que puedo

- De acuerdo. Reza conmigo – dijo su madre arrodillándose a su lado

- No, dime la verdad. ¿Qué hay dentro de mí? ¿Qué es?

- Rachel, solo reza conmigo. ¡Por favor! Padre nuestro que…

- Ya no reces – la interrumpió Rachel – Deja de mentirme. Dime la verdad mamá. ¡Dime! – dijo Rachel, con los ojos negros, empujando a su madre – Lo siento mamá – dijo saliendo de la casa

- ¡Estoy bien, bebé! – dijo su madre levantándose - ¡Rachel!

- Perderé el autobús

- ¡Rachel! – llamó por última vez su madre

Ya fuera de su casa, un vecino le dijo que si los gritos extraños se seguían escuchando iba a llamar a la policía. Rachel solo lo ignoró.

(…)

Cuando volvió de la escuela no vio a su madre.

- ¿Mamá? – dijo llamándola – Mamá, siento mucho lo de esta mañana – dijo al ver a su madre aparecer por la puerta de la cocina

- Rachel. Así te llama ella – dijo un hombre, desconocido, parado detrás de su madre – Pero no eres quien ella dice – dijo apuntando la cabeza de su madre con un arma

- Suelta a mi mamá

- Ella no es tu mamá. ¡Díselo!

- No soy tu madre. Pero si te amo. Se que en el fondo eres buena, hija. No lo hagas… - pero un disparo en la cabeza la interrumpió

- Listo. Así esta mejor – dijo el hombre
Rachel empezó a gritar, sus ojos se tornaron completamente negros, la mesa de vidrio se rompió, y ella se abalanzo hacia el hombre, empujándolo contra una ventana.                                                                                                                                                Luego de eso, ella salió corriendo de su casa solo con una mochila.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 04, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Dick Grayson - Titans DCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora