Capitulo I

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Madelyn se dejó caer livianamente por el tronco del árbol donde había estado leyendo. Desde niña había tenido una fascinación muy peculiar de escalar árboles. Sabía que para una señorita, hija mayor de un vizconde no era lo correctamente esperado de su parte. Pero hacía tiempo que había dejado de prestar atención a eso. Había heredado ese espíritu independiente y libre de su madre. Se aliso su vestido y camino tranquilamente entre el frescor y el rocío de la mañana hacia Kendall Hall, donde residía junto con su familia desde que tenía memoria. Amaba dar estos paseos matinales y los hacia cada que tenía oportunidad. De pronto escucho el trotar de un caballo que se dirigía por el camino por donde caminaba.

-Oooh- ordeno el jinete al caballo mientras se le aproximaba.

-Hola Edward – saludo jovialmente al jinete – ¿qué te trae por aquí tan de mañana?

-Buenos días, Madelyn- dijo Edward mientras se apeaba y se situaba cerca de Madelyn para acompañarla a pie – eh venido a ver a tu padre pero me alegra haberte encontrado a ti primero.

Edward, quien actualmente era conde de Roselwood, era justo de la misma edad que Madelyn. Habían crecido juntos y ella lo consideraba como un hermano. Las tierras del ya difunto padre de Edward colindaban con las de su padre y las dos familias llevaban muy buena relación.

-Bueno, aquí me tienes ¿Cuál es ese asunto que traes en mente?-

-Como bien sabes esta será la primera temporada de mi hermana Anne y partimos para Londres dentro de unos días-

-Así es, recuerdo muy bien lo emocionado que estas de ir- dijo pícaramente Madelyn.

-Ja ja – respondió Edward dándole un pequeño empujón – Bueno volviendo al tema, ayer platicando con mi madre y Anne hemos resuelto invitarte a que nos acompañes a Londres.-

-Oh- replico sorprendida Madelyn.

-Se qué te estamos avisando con muy poco tiempo de anticipación, pero por favor acepta. Sabes que mama te considera como una segunda hija y Anne te adora. Y nos lo podemos permitir.-

-Pues no sé qué decir.. Claro si mi padre da su consentimiento, estaré encantada de acompañarlos, pero... ¿Qué pasara con Kale y Corrie?-

-Bastante has hecho por ellos estos últimos años y más desde que murió tu madre, es hora que te dediques un poco de tiempo para ti, seguro podrán sobrevivir sin ti unos cuantos meses-

Habían llegado a Kendall Hall. Edward se separó de ella por un momento para entregar su caballo al mozo de cuadra y Madelyn se adelantó para dar unas cuantas instrucciones a la ama de llaves, la señora Rusek, para el desayuno. Y se dirigieron adentro, rumbo al estudio del padre de Madelyn, el vizconde de Kendall, a quien Madelyn sabía que encontraría allí. Después de un rato de dialogo entre Edward, Madelyn y el padre de ella, llegaron a un acuerdo en que todos dieron su aprobación. Aunque a lord William le costaba un poco dejar ir a su hija mayor, quien desde la muerte prematura de su esposa había asumido sin rechistar la mayoría de las responsabilidades de la casa y era su predilecta. Sabía que tenía que aprovechar esta generosa oferta y dejar que Madelyn viviera lo que tenía que haber vivido desde hace 6 años atrás.

-¿No te quedas a desayunar, Ed?- pregunto Madelyn después que todo quedara decidido.

-Sería un gran placer que nos acompañaras – corroboro lord William dándole una palmadita cariñosa.

-¿La señora Rusek hizo sus panecillos de moras?- pregunto golosamente el conde.

-Me asegure que así fuera, cuando llegamos a casa- informo sonriendo Madelyn, quien conocía bastante bien los gusto culinarios de su amigo.

-En ese caso estoy sumamente a su disposición-

Todos rieron y pasaron al comedor

Dejemos un rato a nuestros nuevos y simpáticos personajes desayunar y pasemos a hacer una pequeña colaboración a esta historia. Ya varias veces hemos aludido a la madre de Madelyn, y ya que gran parte de esta historia tendrá algo que ver con ella. Lady Celeste, esposa fiel y amorosa del vizconde de Kendall, madre de Madelyn, Kale y Corrie. Era hija de un comerciante muy rico el cual era hijo menor de un conde. Había hecho fortuna comerciando en el Nuevo Continente. A pesar de que lady Celeste había nacido en Inglaterra, gran parte de su vida había pasado en las colonias de Estados Unidos. Había adoptado muchos de sus ideales y costumbres de ese país como es natural. Cuando llego a la edad de ser presentada en sociedad, tuvo muchas dificultades para entender la vida inglesa. Pero aun así se adapto. Era de suma belleza y su padre le había dado una gran dote. Lo cual la convirtió en una de las jóvenes mas codiciables de la temporada. Cuando se anuncio su compromiso con el Vizconde de Kendall todos quedaron sorprendidos de que hubiera elegido a un vizconde aunque cabe aclarar que tenia bastante fortuna; cuando tenia a sus pies duques, marqueses y condes. Pero para Lady Celeste solo había una explicación...Amor. Era una mujer a la que no le importaban el rango y el dinero. Su matrimonio estuvo lleno de amor y fidelidad algo de lo que pocos matrimonios de la época podía presumir. Pero como todo cuento de hadas esto termino. Poco después de tener a su ultima hija se le detecto tuberculosis. Lord William hizo todo a su alcance para salvar a su esposa pero al final falleció. Fue un duro golpe para la familia y para la sociedad londinense, de quien se había ganado su respeto y estima.

Cartas de mi madreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora