Mi esposo, mi amante y mi puta YAOI [Terminada/ ANTI ROMÁNTICO]

Mi marido infiel.

  Aquí estoy nuevamente esperando a mi amado, Shisui. Hacía seis meses, nos casamos por el civil a escondidas de la familia de ambas partes. Todos estuvieron en contra de nuestro matrimonio gay. Hasta mi hermano Sasuke, no lo tomó bien, a pesar que yo sí acepté su matrimonio tóxico con mi cuñada Sakura, él no aceptó la mía con mi mejor amigo. Sin nada de apoyo por ambas familias decidimos salir juntos adelanté, lejos de ellos. Todo empezó bien, teníamos salud, trabajo, techo, comida, y follabamo como conejos todos los días desde que llegábamos de trabajar hasta quedarnos rendidos en nuestra cama matrimonial. Todo parecía una película de amor seis meses atrás, pero lastima que comenzaron los problemas con él..., bueno por ambas partes. Yo soy una persona callada, sin mucho que decir, pero cuando me enojó soy una mierda, pues él así me cataloga cuando peleamos. Él para mí, es el chico sabio y comprensible que nunca he conocido jamás, sin embargo, cuando está molesto no quiere que me acerque y opta por dormirse en la sala, separados, cosa que me mata cada segundo que duermo solo en nuestra cama matrimonial. En resumen somos un cauz cuando nos molestamos, tal como lo estamos en esté momento. Nos amamos pero nuestros caracteres chocan, y ello hace que valga una mierda todo nuestro amor y matrimonio.

Observé mi reloj de mano, y me percaté que pasan dos horas desde que tuvo que haber llegado a casa después del trabajo. Aquí me encuentro sentado en el sillón de nuestros departamento. Algo en mi interior me dice que me oculta algo, y esa algo no es bueno. Pues ayer cuando empezamos a intimidar a plena luz del día se empezó a comportarse raro. No quería remover su camisa como si ocultara algo de mí. Con la rabia que me cargaba, porque no me dejaba verlo desnudó, comencé a romper su camisa e hice que se alterará, provocando después una pelea de forcejeo, me tiró al piso de una manera brusca. Yo me levanté
furioso y le metí una bofetada, él se levantó de la cama acelerado y me tomó del cabello de una manera brusca para después tirarme en la cama. En todo la noche no nos dirigimos la palabra, tampoco por la mañana antes de retirarnos cada quien a su trabajo. Miralo ahí viene, lo puedo ver a través de la ventana que está cercas del sofá. Luce serío, ello significa que otra vez no nos dirigimos la palabra. Rápido me levanto del sofa, y corro hasta la puerta para abrirla. La dejó medía abierta para que se de una idea de lo emperrado que estoy. Me vuelvo a sentar en donde mismo con mis piernas abiertas y brazos cruzados por encima de mi pecho. Esperó paciente que se ponga enfrente de mí, para reclamarle dónde mierdas estuvo, las últimas dos horas. Shisui entra removiendo su suéter y colocando su carretera encima de la mesa de centro sin dirigirme la palabra sobre su tardanza.

—¿Dónde estuviste? —Fue lo primero que pregunté al verlo cruzar la puerta. Estoy con los brazos cruzados y tengo una mueca de seriedad. Lo barro de arriba abajo.

—Apenas llegó, y ya empezaste a reclamar. Trabajando Itachi, ¿dónde cres tú? —contestó de mala gana. No me mira a la cara.

—Sales a las 6 de la tarde, y te toma 25 minutos para llegar aquí. ¿Dónde mierdas estuviste la últimas 2 horas? —trato de no levantar mi voz.

—No empieces con tus celos. —Nos vemos a la cara —. En vez que me preguntes cómo me fue, me recibes de está manera —dijo con sorna.

—Tú no eras de está forma hace dos meses, ¡dime qué mierdas te pasa! —me alteró.

—No voy a pelear, hoy...

Lo miré irse a la recámara, molesto. No esperé ni un tantito cuando me levanté del sofá para ir tras de él. Entré a la recámara, y lo encontré ingresando al baño y cerrado la puerta detrás de él. Me quedé parado por la puerta, con mis brazos cruzados, cuando oigo la agua de la regadera encendida. <<¡Maldito hijo de perra! ¡Está removiendo el sudor y olor a sexo, de quién sabe que puta!>> Comencé a golpeó la puerta con furia. La quiero derribar para verlo, oler su ropa íntima, y de una vez confirmar mis dudas. Pero la puta puerta está cerrada del otro lado.