Cambio de rol [Trueno x Wos]

Cambio de rol [Unica Parte]

Probablemente lo que pensaba hacer ese día sería lo más difícil que hiciera. O tal vez estaba exagerando. Pero es que era algo que sabía que sorprendería a su pareja, incluso al mismo Mateo le sorprendía lo que cruzó por su cabeza. Y todo fue por leer en algún lado "los roles ahora se invierten". Probablemente era algo del movimiento feminista, pero Trueno lo leyó y se quedó divagando, hasta llegar a una idea que nunca antes había cruzado su cabeza, que le dio curiosidad, y que quería llevar a cabo. Tal vez sería extraño, no lo dudaba, pero... ¿Cómo se vería Valen gimiendo abajo suyo? Se ruborizó solo de imaginárselo.

No es que quería que fuera algo permanente, solo algo para experimentar, para probar, y conocer otra de las facetas de su pareja.

Había sido difícil, llegar a donde estaban. No solo por ser dos chicos freestylers, que serían sin duda atacados por su sexualidad en batallas, sino también por la diferencia de edad, pero lograron salir adelante, e incluso en batallas lograron responder y dejar mal a su oponente.

Aunque, tuvieron mucho apoyo, principalmente de personas cercanas a ellos y otros freestylers -aunque estos no dudaban en soltársela en el escenario, y ninguno los culpaba, ellos seguro habrían hecho lo mismo-.

Fue largo el recorrido, y ambos en verdad se querían, demasiado, así que sabía que no pasaría nada si al menos se lo proponía a su pareja. De cierta forma, el nerviosismo era opacado por la curiosidad de su reacción, era divertido imaginarlo completamente en shock ante lo que quería hacer, aunque en el momento seguro no se reiría.

Llegó finalmente a la casa de su novio, abriendo con la llave, pues Valentín le había hecho una copia considerando que Mateo estaba más tiempo allí que en su propia casa. Ingresó, sintiendo la sangre fluir con más rapidez por su cuerpo. Pensó en cómo se lo pediría, las palabras exactas.

―Teo, ¿Sos vos? ―escuchó la voz de su novio desde la cocina, y solo pudo saltar en su lugar por los nervios.

―Si, soy yo. ―respondió, cerrando la puerta y yendo hasta donde se encontraba su novio, todavía pensativo. No podía simplemente agarrar de repente y decir "Me gustaría esta noche ser el activo". Bueno, si podía, pero eso seguro dejaba a su novio en coma y no eran los planes. Debía buscar el momento.

― ¿Cómo te fue? Quise hacer la cena, pero no tengo idea de que cocinar, así que pensé en pedir tacos. ―Valen sonrió al ver los ojos chispeantes de su novio.

―Me fue bien. Y esa idea me parece genial. ―Se acercó a Oliva, abrazándolo de la cintura y estirándose a buscar un beso, que fue concedido por el mayor, quien igualmente abrazó a su pareja.

―Entonces tacos serán. Me voy a matar cocinándote. ―bromeó, sacándole una risa al menor.

Dos horas más tarde, estaban ambos abrazados en el sillón, cubiertos por una manta, con palomitas entre ambos, mirando rápidos y furiosos 6, aunque ya ambos la hubieran visto miles de veces.

Y fue sin duda por ello último que Valen se inclinó a empezar a dejar pequeños besos en el cuello de su pareja, abrazando y acariciando su cintura con dulzura. Un suave suspiro emana de Mateo, pero recordó entonces lo que quería hacer, y es por ello que lo detiene, separándose y girándose un poco para verlo.

― ¿Está todo bien? Si no tenés ganas, lo comprendo... ―Mateo lo interrumpió, negando con la cabeza suavemente.

―No, no es eso, solo... ―Inhaló y exhaló, alzando uno de sus dedos en señal de que esperara un momento. Oliva no dudó en esperar, porque seguro lo detuvo por alguna razón importante. Siguió mimando su cintura, esperando así calmarlo y lograr que le dijera aquello que le tenía que decir, animándolo de alguna forma u otra― Estuve pensando... ―inició finalmente, bajo la atenta mirada del castaño― Bueno, en realidad, vi un cartel que me dejó pensando... ―daba muchas vueltas, y Valentín estaba tratando de ser paciente― Bueno,... ―se ruborizó completamente― Me gustaría ir arriba por hoy... ―explicó, avergonzado.