–Me hubiera casado contigo si pudiera...– Él se sienta junto a mi en las escaleras del balcón de lo que alguna vez fue su casa. Yo suspiro profundo y niego con mi cabeza.
–No creo en tus palabras, ni en nada de lo que intentes decirme. Siempre fue una mentira, tú nunca me amaste.–
–Y así mismo como ambos lo soñaste, ocurrió...– Él dice y mira al suelo.
–¿De qué hablas?– Mi voz se puso más gruesa y algo ronca.
–La gente te iba a meter cosas en la cabeza para que así dejarás de creer en mi, y lentamente apagaron esto, nuestro amor, comenzamos a pelear más por lo que decía la gente afuera, y menos en lo que nosotros realmente pensábamos... Empezando por el chamaquito aquel.–
–Lo sé, pero, ¿sabes? A él no le creo, dicen que no me amas, pero nuestros sentimientos dicen otra cosa, nadie finge estar enamorado, y eso es lo que nosotros intentamos hacer con otra gente; para evitar admitir lo que sentimos por el uno al otro verdaderamente.– Él me acaricia el cabello y besa mi frente.
–No mentí, siempre serás especial para mi, flor de mi corazón.– Yo sonrío un poco y recuesto mi cabeza en el lado de su hombro.
–¿Porqué...?–
–Envidia amor, envidia...–
–¿De?–
–De no poder lograr ser el dúo explosivo e icónico que somos cuando estamos juntos y en la gracia De Dios.–
–Amén por eso.– Él besa mi cabeza una vez más y nos quedamos mirando al cielo un rato más.
-Anne Rosario
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Frases III
RomanceNuevamente aquí con frases. Si os gusta, les invito a leer los primeros dos libros.