Conocerte Me Hizo De Cristal❤ (Perla x garnet)

26

—GARNET, SE SUPONE QUE DEBÍAS DESPERTAR A PERLA, NO PONERTE A DORMIR CON ELLA—Zafiro dijo haciendo una escena.

Ruby se acerca a la habitación para ver qué estaba sucediendo, mientras yo me levantaba de la cama—Dejen de hacer escándalo, llegaremos tarde—Dijo Ruby intentando calmar la situación

Rapidamente, me alejé de Perla. Mire hacia el piso avergonzaba.

Perla limpio sus ojos con sus manos, y estiró su cuerpo— Me cambiaré y voy—

Todos salimos de la habitación para darle espacio a Perla y que se pueda cambiar de ropa.

Rápidamente los minutos pasaron, y la joven Perla salió de la habitación con un hermoso vestido blanco, y unos tacones azules.

—Te ves hermosa, Perla— Sonreí mientras pronunciaba mis palabras.

—Tu tampoco te ves mal, Garnet—

El aire estaba fresco y algo frio, fuimos todos al parque de diversiones en el auto de Rubí. Me senté en el asiento de atrás con perla, y no podía evitar mirarla mientras ella simplemente miraba por la ventana. ¿Por qué tiene que ser tan difícil dejar de verte...pensarte...amarte?

Al llegar, salimos las cuatro del auto, y pudimos observar todas las atracciones del parque.
Perla se veía emocionada, es tan delicada.
Rubí compro las entradas, y entramos.

Observe como en la entrada, Perla miraba un gran oso de peluche blanco con tonos azules. Me recordaba a los colores de su vestimenta, y estoy segura de que a ella le gustaba el oso, por lo que me acerqué al puesto y estaba decidida a ganar el juego.

Para ganar el oso, debías derribar un monto de botellas, 3 veces y tenías 3 tiros con una bola.

El primer tiro me puso nerviosa, quería realmente ese oso.
Lancé la bola, y fallé. Estaba decepcionada, igualmente volví a tirar y derribe todas las botellas. Cuando tiré la última vez, volví a derribar todas las botellas. Perla se veía impresionada, incluso si falle el primer tiro.
El hombre del puesto, me dió el mismo oso, pero en tamaño más chico por acertar dos tiros, por lo que felizmente miré a perla.

—Oye, toma, lo gané para ti—La sonrisa de mi rostro era muy notable.

Perla se sonrojó, y miro levemente al suelo—Gracias Garnet, no hacía falta—

Rubí se acercó a mi felíz—Esa es mi niña, siempre tan fuerte y ganadora—

Zafiro tampoco se quedó atrás y celebró con Rubí—No dudamos de tí, igualmente no te preocupes si no hiciste los tres tiros, del fracaso se aprende, del éxito no mucho—

Rubí volvió a hablar, aún alegre—Es verdad, fallaste el primer tiro pero aprendiste de el, y lograste dar los otros dos tiros—

Mi familia se veía muy feliz de mi pequeño logro, y yo también lo estaba. Aún que pude ver la felicidad de Perla, aún se mantenía distante conmigo, me sentía algo dolida por su actitud, pero después de todo lo que pasó, es totalmente entendible.

Nuestro día y nuestras aventuras siguieron en el parque, nos subimos a una gran rueda, donde podías ver toda la ciudad desde lo más alto, y a una montaña rusa entre otras atracciones.

Luego de salir de la montaña rusa, Perla se veía mareada, y corrió hacía el baño. Les dije a rubí y a Zafiro que iba a volver pronto, y la seguí.
Pude escuchar como vomitaba desde afuera del baño, supongo que tenía el estómago revuelto.

—Perla, ¿necesitas ayuda?—

—Estoy bien, déjame—

Escuché que estaba llorando, entre el vómito.

—Perla, voy a entrar, no suenas bien—

Entré y la vi tirada en una esquina del baño al lado del retrete entre lágrimas y un poco de vómito en su ropa.

—No me mires así, estoy horrible— Ella dijo aún llorando.

—¿Qué?, No, estas hermosa Perla. Solo, déjame ayudarte—

La ayude a levantarse, y limpie su rostro.

—¿Por qué lloras?—

—Garnet, no puedo, no puedo seguir haciendo como si nada hubiera pasado entre nosotras. Necesito sentirte, abrazarte, besarte, tocarte, decirte cuánto te amo. Garnet te sigo amando locamente, te odio, te amo, te odio de nuevo, pero finalmente te vuelvo a amar— sus lágrimas seguía cayendo.

—Perla...Yo también te sigo amando—

La abracé, incluso si su ropa tenía vómito, no importó necesitaba sentir su calor de vuelta.

—¿Que hacemos ahora?—Dijo

—Yo...No lo sé—Respondí.

Rápidamente una peligrosa idea vino a mi mente.

—¿Tu me amas realmente?— la mire a los ojos.

—Demasiado—

—Tengo un plan—