Chapter 7: Yifan y ZiTao.
Kris estaba raro, fue lo primero que pensó cuando andaban caminado a la estación de policía. Estuvieron esperando su turno en silencio y cuando Kris renovó su pasaporte Tao preguntó.
-¿Ocurre algo?
Kris lo miró y le respondió con una negación pero luego dijo:
-Xiumin habló contigo ¿verdad?
Tao escondió la mirada y sus mejillas se sonrojaron.
-Sí, .e dijo que ya lo sabía todo y que podía confiar en él así que… le dije que llevábamos casi un mes. ¿Hice mal?
-¡No!-exclamó Kris- Es solo que…
-¿Qué?-dijo Tao, pero Kris negó y Tao se cabreó, odiaba cuando Kris hacía eso.
Cuando lo dejaba con la duda. Kris solo cambió de tema. Fueron al centro comercial y visitaron la tienda de artes marciales a la que Tao siempre iba. Saludaron al dueño que era muy amigo del chico y estuvieron hablando un rato hasta que Tao se decidiera en comprar unos nuevos guantes de entrenamiento o los lunchacus que tanto quería. Al final los compró los dos y el dueño le hizo descuento.
Tras eso fueron a casa de Kris donde la señora Wu recibió al pequeño con los brazos abiertos. Quería con locura al amigo de su hijo. Comieron allí y por la tarde cuando la madre de Kris se fue al trabajo, los dos se pusieron una peli en la habitación del mayor.
-¿Qué peli es?-preguntó Tao viendo como el mayor enganchaba el pendrive en el televisor.
-No lo sé, pero las críticas de internet dicen que es muy buena.
Y tan buena, pensó Tao cuando llevaba 20 minutos de película. Todo iba bien, un chico normal con una vida normal y un trabajo normal hasta que una pareja de recién casados lo secuestra para hacer sus prácticas eróticas con el chico.
Tao miró escandalizado a Kris que solo observaba la pantalla con la boca abierta. Todo iba normal hasta que la mujer lo obligó a tener sexo con ella mientras su marido penetraba al pobre chico.
-¡Wu Yifan!-gritó Tao utilizando el nombre real del mayor y poniéndose en pie- ¿Qué clase de crítica has leído?
-Seguramente la del club de sadomasoquistas del barrio-dijo sin despegar ojo de la escena- vamos siéntate, quiero ver cómo termina.
-No puedo- dijo Tao y Kris lo miró, tenía las mejillas sonrojadas y apretaba el bajo de la camiseta entre sus manos.
-¿Por qué?-dijo Kris empujándolo y obligándolo a sentarse de nuevo en los pies de la cama junto a él.