•𝙰 𝙳𝚁𝙴𝙰𝙼, 𝙰 𝚂𝙾𝙽𝙶, 𝙰 𝙼𝙴𝙼𝙾𝚁𝚈•

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✿Este es un One Shot de tipo "Song Fic" inspirado en la canción "Chills" de Asher Angel, así que si no han escuchado ni visto la traducción de la canción, les recomiendo que revisen el multimedia antes de comenzar a leer. Esto con la finalidad de que entiendan mejor la trama, ya que contiene fragmentos de esta.

✿Sin más que agregar, espero que lo disfruten ❤

🎶Chills, Asher Angel🎶

U

na de las tantas líneas de la canción que había escrito, dictaba que "nunca aprendía" y no podría estar más de acuerdo con ello.

¿Cómo diablos se le había ocurrido que aquella era una buena idea? ¿En qué momento su cerebro había procesado y aprobado esa locura? Porque en ese instante, tirado en el suelo de su habitación parecía un desastre natural en su máximo esplendor, así se sentía.

Los vidrios rotos esparcidos por el lugar le habían provocado leves cortes en los dedos, pero no parecía importarle. La calma del espacio, con los rayos del sol a punto de ocultarse colándose por sus ventanas y dándole en el rostro, era ajena a la gran marea que iba y venía dentro de él.

Dentro, el estruendoso ruido de la reunión en su casa, no era más que un susurro mal disimulado. Uno de sus amigos había entrado preocupado a buscarlo, y no había encontrado más que rechazos por parte del chico, no quería ver a nadie, algo contradictorio dada la situación, pero era verdad, no quería tener que dar explicaciones a nadie, no a menos que ese alguien fuera... él.

Pero ÉL, no había aparecido en la reunión a pesar de haber sido invitado con anticipación y emoción; en cambio, ignoró exitosamente cada llamada y cada mensaje, quizás era lo mejor para ambos, ¿no?

Se preguntó derrotado si entonces el mensaje de esa canción había llegado a la fuente de su inspiración, si la entrevista que dio esa mañana, dejando pistas, había sido suficiente.

Se sintió un gran idiota por unos segundos, recordándose que poco debería importarle sus sentimientos al castaño, después de todo, él había echado las cosas a perder.

-¡Espera! ¡No puedes entrar!

Escuchó la voz de su guardaespaldas en el pasillo, distante, pero lo suficiente cerca como para que él lo escuchara.

-No me importa si puedo, lo haré, necesito hablar con él.

La puerta de la habitación se abrió bruscamente, mostrando el rostro enrojecido en rabia de ese chico, aquél que todavía le hacía sentir escalofríos.

-Jack... -susurró levemente.

El jefe de seguridad llegó corriendo unos segundos después, tratando de recuperar el aire.

-Joven Asher ¿quiere que me lo lleve? Intenté detenerlo pero-

-Ni se te ocurra ponerme un dedo encima -replicó el castaño.

-No, no. Está bien, déjalo, es mi amigo.


"Amigo"

¿Aun lo eran? ¿Alguna vez lo habían sido siquiera?

-Lo siento señor, entonces me retiro.

Se marchó cerrando suavemente la puerta detrás de si, dejándolo sin escapatoria, ahora el aire incluso parecía más pesado de lo normal, la temperatura que hasta hace poco era agradable, cayó diez grados en un pestañear, haciendo que sintiera un ligero temblor en su cuerpo, su camisa de tela delgada no ayudaba con eso.

Y de pronto todo pareció congelarse en el momento en que sus ojos se encontraron, ojos llenos de duda, de dolor, de ira, un oasis de emociones contenidas por demasiado tiempo; emociones que en un momento pudieron brindar calidez a sus corazones, se habían vuelto rancias, amargas y agrias tras ocultarlas.

Fue demasiado para él, no sabía qué debía hacer exactamente, Jack solo estaba parado ahí mirándolo... haciéndolo sentir pequeño. Decidió dar el primer paso, levantándose del suelo para sacudirse y acercarse con sigilo al tocador.

-Hola, Jack... ehmm, creí que ya no vendrías, así que es una sorpresa tenerte aquí. ¿Quieres algo de tomar? Puedo pedirle a alguien que traiga algo más-

-Sabes que no vine a eso, Asher.

Las temblorosas y torpes manos del mayor se detuvieron envolviendo la botella y el vaso que trataba de llenar para Jack.

Jack arrugó más su entrecejo, si eso era posible, al notar las leves cortadas en sus dedos. Soltó un suspiro frustrado antes de dirigirse al baño de esa habitación que conocía tan bien, regresando un par de segundos después con un par de vendas y antiséptico.

-Dame tus manos, ahora.

No era una pregunta, Asher lo sabía, y es por eso por lo que no se negó a hacerlo inmediatamente. Estiró sus dedos y dejó que Jack lo curara con la paciencia infinita que siempre tenía.

Admiraba eso de él, que a pesar de estar tan enojado como un volcán a punto de estallar, aun se preocupaba por su bienestar. Al menos le consolaba saber que todavía le importaba aunque fuera un poco.

Se distrajo en Jack todo el tiempo; en el rizado cabello castaño que lucía suave y adorable a los últimos rayos del sol. En su tostada piel sedosa, que en más de una ocasión había tenido la oportunidad de recorrer con sus propias manos; en las perfectas manchas de color café esparcidas por su rostro, tan parecidas al centro de aquellas flores que tanto adoraba.

Y sus ojos... ni hablar de esos ojos que parecían transportarte a cualquier lugar lejos de la realidad, aquellos que siempre lo habían mirado con devoción y que hoy parecían no decir nada. Sus labios, suaves y dulces como una fruta, adictivos como una droga.

Finn era un jodido afortunado, y él era un pobre desgraciado que había dejado ir a la persona que más amaba, el jodido error más grande que había cometido en su vida.

-¿Asher?

Jack sacudía una de sus manos frente a sus narices, al parecer había dejado la estratósfera hace un rato.

-Solo, solo déjame, por favor.

Su tono suplicante, jadeante y desesperado, sus ojos a punto de volverse agua tibia resbalándose por sus mejillas.

"Pensé que te había superado"

No dijo nada más antes de plantar sus labios en los de Jack, dejando que se acariciaran después de lo que a él le pareció un jodido infinito. Jack no puso mucha resistencia cuando las manos de Asher se colaron debajo de su camisa, deseosas de recorrerlo una vez más.

𝙲𝙷𝙸𝙻𝙻𝚂 || 𝙹𝚊𝚜𝚑𝚎𝚛.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora