Los Ex's, una palabra prohibida, que no existe en el vocabulario de las chicas, puedes llamarlos "personas", "conocidos", "muertos" o simplemente "chicos" y en casos especiales" amigos", pero nunca "Ex's".
Para muchas chicas es lo mismo que dolor, sufrimiento y a la vez su fuente de felicidad, una caja llena de recuerdos que depende de ti si quieres abrir o no. Para Maddie algo por lo que luchar, por lo que esperar. Para Alec no significa nada, o no ahora.
— Alec, dime que estás bien, no quiero que te sientas mal por todo esto, estoy aquí —Maddie aprovechó el estado de ánimo de Alec para ingresar de nuevo en su campo de chicas aspirantes. Ella lo sabía, después de romper con Regina por algo que ella había hecho, él no permanecería por mucho solo.
Esa era su teoría, lo que Maddie no sabía era que todo era una farsa, y que Jeff y Regina solo podrían tener algo en su imaginación.
— No tengo tiempo ahora para hablar contigo —respondió Alec, quien no actuaba, de verdad se sentía así.
— Déjame ayudarte, sé lo mal que se siente —propuso pensando en qué hacer para persuadirlo.
— No Maddie, déjame en paz, ¿Quieres? —dijo cortante.
De eso ya hacían tres días y ahora mensajeaban casi todo el día. Maddie iba un paso adelante. Después de haber dejado a Regina sola en la puerta, la única persona que conocía de su estado de ánimo era Maddie Bledel.
(...)
Después de haberlo pensado un millón de veces Jeff decidió dirigirse a casa de Evangeline, tomó la carta que le había enviado y con las manos sudadas caminó directo hacia la dirección que no había olvidado desde aquel incidente.
La palabra "enamorarse" no combinaba ni con "besos" ni con "labios", solo combinaba con "amor", un mundo el cual Jeff no conocía lo suficiente.
Al llegar a la puerta, Jeff repasó en su mente la excusa perfecta para haber llegado a la puerta de Evangeline días después de su carta. Nunca en su vida había estado tan nervioso por ver a una chica, todos los días lo hacía, todos los días las besaba, pero no todos los días sentía algo por ellas.
Tocó como si no quisiera que le abriesen la puerta nunca, enfrentar esta situación era algo muy difícil para él.
A los 10 segundos Evangeline apareció en el umbral de la puerta.
— ¿Jeff? —preguntó extrañada pero feliz, muy feliz. Su voz serena ayudó a Jeff a calmarse un poco— Hola ¿Qué tal todo? —preguntó intentando olvidar lo que la hacía sentir mal: Jeff y su nueva relación con Regina.
Jeff no fue capaz de decir una sola palabra, pero su mirada decía que ese era el único lugar donde quería estar.
— ¿Sucede algo? —continuó hablándole.
— Siento no haberte dado las gracias por lo que me escribiste —alzó la carta—, es lo más hermoso que me han dicho.
— Sí, nunca dejaría de agradecerte por ello.
Las palabras de Evangeline retumbaron en la cabeza de Jeff, mientras el pensaba en cómo continuar lo que había iniciado.
— Me gustas, Evangeline no sabes cuánto me muero por besarte una vez más. No lo sé, amo todo de ti, y ni siquiera sé cómo explicarlo; fuiste la única chica que valoró lo que era...
Lo calló con un beso, lágrimas de felicidad se entremezclaron. Evangeline había esperado ese momento desde hace tiempo, Jeff era bueno para ella.
— Lo juro, nunca antes me había sentido así —Jeff sonrió y tocó suavemente el rostro de Evangeline para limpiar sus lágrimas. La sonrisa de Evangeline llenaba el corazón de Jeff.
— ¿Qué hay de ti y Regina? —preguntó en un susurro. Si bien no quería arruinar el momento, debía estar segura de que su relación era parte de su pasado.
Jeff soltó una pequeña risa que incomodó por completo a Evangeline.
— Debí imaginármelo —Evangeline bajó la cabeza, y se giró para ingresar a casa.
— No —Jeff alzó las manos—, no sucedió nada, Regina y yo solo somos amigos —sonrió, esa esta toda la verdad, que para Evangeline era difícil de creer—, todo fue una mentira —suspiró profundamente—. Es difícil de explicar.
— Puedes hacerlo.
— Ven —tomó su mano para invitarla a que se sentase en el andén—, te lo contaré todo.
Evangeline cerró los ojos por unos segundos, quería confiar en él, y para ello debía escuchar su versión.
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Un Beso No Significa Nada.
Short Story¿Y si pudieras saberlo todo con un beso? No me refiero a encontrar a la persona indicada por lo que sientas, hablo de llegar a saber absolutamente todo acerca de ella. Ninguna de las chicas en toda la preparatoria tiene idea de lo que sucederá despu...