S E C R E T O

⛄Capítulo Único⛄

"Las novelas suelen tener un final, pero detrás de ellas siempre hay secretos... Y solo la que agarra la pluma los sabe."

Sus pasos crujían sobre las pequeñas ramas caídas mientras la nieve caía sobre su capa negra, aquella que lo protegió del frío más violento el invierno pasado.

Desde su posición, podía ver las pequeñas camelias rosadas y rojas soportando el gélido ambiente. La belleza de sus colores se transformaba en nostalgia en la mente del Uchiha.

Pequeños copos de nieve se instalaron encima de su cabello oscuro, mientras sus recuerdos lo transportaron a la aldea de la Hoja.

Allí en el centro de la ciudad donde a veces paseaba de niño de la mano de su hermano. El único lugar en donde la luna se veía más hermosa, iluminada por su característico color blanquecino.

-¡Sasuke, espérame!

La voz de una niña de cabellos rosados inundaron sus sentidos. Si fantaseaba un poco más, podría oler su perfume dulce y quizás sentir su tacto cálido sobre su frente.

-La misión no espera, Sakura.

Su respuesta sonó fría como de costumbre en aquellos años, un tiempo donde el odio era más importante para el azabache.

-Es San Valentín...-susurró la pequeña sonrojándose-Me preguntaba si...

-No me gustan los dulces. Además ¿es necesario celebrar algo tan ridículo? Esto no me hace feliz, debemos entrenar.

Sasuke Uchiha sonrió como si se burlara de su yo pasado. Incluso después de tanto tiempo los pequeños detalles parecían más claros.

En especial aquella escena, donde aún podía vislumbrar la mirada triste de la peli rosa. Deseó, por milésima vez, regresar en el tortuoso tiempo para no causarle más dolor a su actual esposa.

-《Un secreto más...》-susurró dejando en el aire un vaho debido a su respiración.

Recordó sus sentimientos de niño, escudándose en su duro caparazón para no sufrir más. Para no volver a sentir.

Si se dedicaba a rebuscar en su interior, aún era capaz de ver la espalda de su yo de 13 años. El símbolo de la familia Uchiha parecía cubrir un corazón triste y lleno de odio, pero aquella vez solo pudo ver una sincera sonrisa.

-¿Estabas feliz, cierto? Sakura era una niña muy linda como para que te enojaras de verdad.-dijo el Uchiha imaginando ver a su yo pasado.-Este es uno de nuestros secretos.

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Sakura intentaba dormir sobre su futón después de un largo día de trabajo en el hospital.

Desde donde estaba la nieve caía sobre el césped cubriéndolo por completo. Cerró los ojos y se permitió pensar en su esposo. Trataba de memorizar cada rasgo incluso el color de sus ojos para no olvidarlo a pesar del cruel tiempo.

Sus dedos se alzaron tocando el espacio vacío del futón, recordando las veces en las que esperó ver a Sasuke en San Valentín. Aquellos días donde sostenía sus pequeños chocolates, mientras se permitía llorar por no ser fuerte y no poder traerlo de vuelta.

Incluso Sakura podía sentir el frío recorrer sus brazos en aquel muelle. El sitio donde Sasuke recordaba la tragedia del clan Uchiha, un lugar solitario y vacío que gritaba dolor y desesperación.

La pequeña adolescente peli rosa pronto creció y se llevó consigo otro año, pero siempre volviendo al muelle en San Valentín con sus chocolates. El atardecer era de un rojizo intenso y diminutas aves volaban decorando el solitario cielo, mientras nuevas lágrimas se instalaron caprichosas en los ojos de la menuda chica.