Octubre 2002, Salem, Massachusetts.
- ¡Corre!- gritó una mujer de mediana edad sujetando la puerta mientras dirigía su mirada hacia la pequeña niña.
La niña de no más de 7 años quedó paralizada por el profundo miedo que sentía en esos momentos, pero fue devuelta a la realidad por el estruendo de la puerta. Ellos habían logrado entrar.
Todo el pueblo estaba ahí, con antorchas y todo tipo de objetos católicos. Era un caos.
La madre de la pequeña luchaba contra ellos para así darle tiempo a su hija de correr, pero era inútil, eran demasiados.
La mujer fue atada de manos y arrodillada ante el sacerdote de la comunidad.
- Arderás en el infierno por todos tus pecados, maldita bruja.- su voz mostraba desprecio. Volteó a ver a la pequeña que aún se encontraba ahí.- tú y tu hija.
- ¡Ni se te ocurra tocarla!- se removió de entre los hombres que la sujetaban.
El hombre le dió una sonrisa ladeada para tomar una de las antorchas de la multitud que lo seguía. Se acercó a ella hasta quedar cerca de su oído.
- Arderemos tú y yo en el infierno... Elizabeth.- un escalofrío recorrió el cuerpo de la mujer.- y vendré por ella cuando sea el momento.
Dicho esto, prendió fuego a la mujer. Todos aplaudían ante tal hecho, pero fueron interrumpidos por un grito agudo. Todos voltearon a ver a la pequeña que aún se encontraba ahí. Inmediatamente, con lágrimas en sus ojos, corrió escaleras arriba en dirección a su cuarto y cerró con llave.
- ¡Vayan por ella!- demandó el sacerdote viendo como los dos hombres que anteriormente mantenían amarrada a Elizabeth corrían tras la pequeña.- No podrás escapar de tu padre, ____.- dijo para el mismo con una sonrisa tan siniestra que cualquiera que lo viera podría afirmar que no es humana. Una sonrisa tan retorcida que sólo mostraba destrucción.
En cuanto a ____, trataba de abrir la ventana mientras escuchaba los intentos de los hombres en abrir la puerta, pero ese irritante sonido desapareció por unos segundos para después ser reemplazados por el sonido de la puerta romperse a causa de una hacha de leñador.
Cuando por fin logró abrir la ventana e intentar saltar de ahí, fue detenida bruscamente por una mano rasposa.
- ¿A dónde crees que vas mocosa?- la niña comenzó a patalear, pero sorpresivamente fue soltada. Los hombres retrocedieron con terror.
La pequeña estaba confundida, pero no bastó mucho tiempo para salir de ahí saltando y cayendo al piso haciéndose unos cuantos cortes, pero eso no le importó, sabía que su vida estaba en peligro así que, se levantó y corrió lo más lejos que pudo.
Al darse cuenta, se encontraba en el bosque. El ambiente era algo pesado, la neblina le impedía ver con claridad. Pese a ello, continuaba su camino sin rumbo fijo.
Al final del camino, diviso una casa un tanto vieja, era algo sombría pero no le importaba, podría tomarla como un refugio contra las lluvias y de aquellos que querían dañarla. En cuanto comenzó a caminar, escuchó una rama romperse atrás de ella, iba a darse la vuelta pero una mano le tapó la boca impidiendo que gritara.
- Te encontré.- mencionó con furia aquella persona. ¿Cómo lograron encontrarla?- ¡Por aquí, la he en...- antes de siquiera terminar la frase, un tentáculo le perforó el estómago dejando libre a la niña.
Con pánico, la niña volteó encontrándose con un ser alto, portaba un elegante traje negro, pero al levantar su mirada, se encontró con el "rostro" de aquel ser (claro, si es que se le podría llamar así), aquella criatura carecía de un rostro, su piel totalmente blanca, sin ojos, sin boca, absolutamente nada.
La pequeña no sabía qué hacer, no corría, no estaba aterrada por su aspecto, creció con rituales y cosas relacionadas a lo paranormal, su madre era una bruja y sabía que ella también lo era, claro que, nunca para mal pero, brujería es brujería ¿no?
Lentamente, aquel ser le extendió su mano. Ella la aceptó un poco dudosa, ¿qué clase de persona se iría con un extraño y aún más cuando no tiene alguna característica humana? Pero ya no tenía nada que perder, su madre murió frente a sus ojos, era buscada para darle el mismo fin que su madre, además, ¿qué podría pasar?
Ambos desaparecieron en la densa neblina, sin saber que alguien los observaba desde las sombras.
- No podrás escapar de tu destino.- dicho esto, desapareció.
"Comienzas a extrañar las cosas después de que les dices adiós, ¿verdad?"
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M A D N E S S; T I C C I T O B Y
FanfictionLas cosas tienen un por qué ¿no? Tal vez ocurren de la manera que no esperas, tienes miles de planes por realizar pero ¿qué sucede cuando tienes que salvar a las personas que amas? No tienes elección, harías todo por ellas, pero ¿qué pasa si para es...