El cielo oscurecía y el olor a tierra mojada era cada vez más denso, las pequeñas gotas de lluvia golpeaban las ventanas de los grandes edificios, el viento golpeaba los parabrisas de los autos y la gente empezaba a abrir sus pequeñas sombrillas…
Los pequeños cabellos que tenía sueltos de su peinado se movían en el aire al lado de su rostro, estaba molesto hasta cierto punto ya que nunca se preocupaba por peinar su cabello y el día de hoy por alguna razón pensó en hacerlo, el notable fuerte viento que se sentía, erizaba su cuerpo, apretaba su saco con fuerza cerca en su pecho para cubrirse un poco y sentir al menos un poco más de calidad, ese chico que se le notaba con frío y distraído, caminaba con demasiada prisa para poder refugiarse de la horrible tormenta, de vez en vez veía hacia el frente para ver si estaba cerca de la casa de su madre, pasaba gente a su lado y estaba algo nervioso pues no recordaba muy bien el coreano que en algún momento de su vida aprendió…
– Aún falta mucho?
Se pregunto aquel muchacho de ojos cafés y test un poco bronceada, su nariz y mejillas estaban bastante enrojecidas y las puntas de los dedos de sus manos se veían del mismo tono, traía un hermoso saco color azul, sus zapatos eran lisos pero eran del mismo tono de su saco, traía un pantalón bastante ajustado, se podría decir que parecía un pequeño muñequito con ese tipo de atuendo, la gente pasaba a su lado con prisa o simplemente caminando, para ser una tarde lluviosa, el se preguntaba el porque de tanta gente en la ciudad, la lluvia se desató por completo y en segundos el pavimento estaba mojado, aquel chico empezó a correr, se quejaba y refunfuñaba…
– Estúpida lluvia- escupió sin miedo alguno, aveces el vocabulario que ocupaba no era el favorable pero el no le tomaba importancia alguna – Malditasea dónde es – se pregunto así mismo levantando su vista y tratando de reconocer al menos algún edificio.
Después de tanto correr al fin se decidió a detenerse en una tienda de autoservicio, entraba y salía gente del asentamiento pero por pena a equivocarse no se acercó a preguntar si conocían la dirección de aquel enorme edificio donde su madre vivía, se trató de cubrir lo más posible bajo la pequeña sombra que proporcionaba el asentamiento, acomodo su pelo que se encontraba más que empapado y sentía como cada uno de sus zapatos sacaban agua al caminar, si completamente su atuendo estaba arruinado, el teléfono sonó y el lo saco con cuidado de su bolso trasero de su pantalón(que al parecer era el único que no se arruinó), contesto y empezó a hablar con su madre, el se quejaba y le explicaba el porque de su tardanza, su madre colgó aquella llamada y la única orden que el recibió fue esperar ahí hasta que llegara por el en el auto, empezó a ver el lugar, era bastante bonita aquella ciudad, el vivía en Canadá con su padre ya que sus padres se habían divorciado cuando el tenía solo 4 años, así que no tenía bastante recuerdos sobre su ciudad natal, después de observar todo el lugar, por fin el frío le recordó que su cuerpo estaba empapado y que la lluvia no sesaba, sintió frío, estar empapado y que el viento golpeara cada vez más fuerte contra su cuerpo le hacía temblar, empezó a frotar sus manos en sus brazos tratando calentarse un poco pero no lograba nada.
-- Hace demasiado frío...-- su voz como su cuerpo temblaban
Estornudo una vez, otra vez y estaba seguro que se había resfriado, al tercer estornudo escucho una voz grave pero dulce cerca de el, alzo su cabeza y vi aún sujeto te test pálida, cabello negro y con una sonrisa que hacía que sus pequeños ojos formarán media luna, el lo veía algo sorprendido y confundido, no sabía que responder ante tal gestó.
– Salud – sonríe – Ten – el chico de test pálida le tendió un pequeño pañuelo – Será mejor que cuando llegues a casa tomes una cálida ducha – Este chico en ningún momento borraba aquella hermosa sonrisa.
– Gra-cias – El chico titubeó y con algo de vergüenza tomo el pañuelo y limpio la poca mucosidad que generaron los estornudos.
Aquel chico de hermosos ojos cafés y linda sonrisa estaba totalmente seco, al parecer iba saliendo de aquella pequeña tienda, el más pequeño se sentía estupefacto ante aquel chico, el frío de un momento desaparecía, aunque su cuerpo aún temblaba, sus ojos se habían perdido en esa hermosa sonrisa que el otro no desaparecía, se había echo un silencio enorme, pero no era incómodo, al contrario era más que cálido, el chico de aquella sonrisa volteo a ver al otro causando que el menor apartará de golpe su vista de este y sonrojara un poco.
– Aún estás temblando – este le tocó y sin pensarlo mucho quito su sacó para colocarlo en el cuerpo de aquel – Ten esto te mantendrá un poco caliente – lo acomodó en sus pequeños y delgados hombros con sumó cuidado.
Aquel pequeño sin notarlo y tomarle importancia, sabía que esto le causaba felicidad, tal vez el sonrojo era aquello que demostraba lo muy apenado y contento que estaba, no sabía mucho de este lugar pero ya se sentía más que bienvenido, miro al chico que se encargó de cubrirlo muy bien de aquella lluvia y sonrió – No tienes porqué hacer esto tu también debes tener frío... – Dijo el menor apenado y algo inseguro de sus palabras
– Tranquilo, tu estás muy mojado y el aire es cada vez más frío, aunque me digas lo contrario tu cuerpo no deja de temblar – Este lo regaño en cierta forma pero esa sonrisa que le decía más que mil palabras apareció de nuevo, sin que el chico lo notará, aún, ya era algo que él pequeño nunca sacaría de su mente – Tranquilo, si te preocupa si podrás devolverlo – Este señaló un enorme edificio no muy lejos de aquella pequeña tienda – Vivo en ese edificio....
El pequeño iba a decir algo pero lo interrumpió el sonido del celular del mayor, el mayor contesto y al parecer hablaba con alguien bastante cercano, sin colgar la llamada el mayor acaricio el cabello del castaño y sonrió una última vez para el – Me tengo que ir...– Tocó levemente los hombros de menor y sin más empezó a caminar.
El menor veía como poco a poco la silueta del mayor desaparecía en una de esas enormes calles de la ciudad, el chico tocó el sacó una vez y sonrió involuntariamente, su cabeza pensaba miles de cosas que por el momento solo eran irrelevantes para el, segundos después llegó su madre el cual lo saludo con una enorme sonrisa y le abrió la puerta del auto....
Sonará tonto pero el nunca dejo de sonreír en el camino, abrazo un poco el saco y cerro sus ojos una vez más para no olvidar aquellos ojos de medía luna y aquella sonrisa que de poco a poco se había ganado una parte de su seguridad...
– Mamá – La llamo el con una enorme sonrisa interrumpiendo la plática de su madre que ni siquiera prestaba atención – Crees en el amor a primera vista? Es posible que algo tan tonto exista – Dijo tratando de sonar normal, pero su sonrisa lo delataba ante su madre, ella sonrió y simplemente contestó – Si tú sientes que es amor entonces lo es....
Sin más palabras en todo el camino el chico no dejo de pensar en aquel.... Si tal vez si esto se trataba de amor a primera vista....
☆.。.†:*・゜☆.。†.:*・゜☆.
Espero les guste.♡
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𝓓𝓮𝓼𝓭𝓮 𝓺𝓾𝓮 𝓽𝓮 𝓿𝓲́..... {𝑵𝒐𝒎𝒊𝒏 ✨}
FanfictionY si fuera una sola vez más pediría volveria a pedir ver tu sonrisa de nuevo.....