Princesita • wos

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"esta es una historia que sé
casi de memoria ya ves
cuentos de la abuela si tomas la sopa..."

Había una vez...

"odio de vos tu sonrisa ganadora, esos ojos verde cielo y tu forma de mirar, odio de vos como se mueve tu boca, lo que
siento si me rozas, lo que dices al hablar, odio de vos, que no te odio, ni un poquito, que me gustas..."

2009

Domingo, 17:00 hs

Ahí estaba yo, otra vez, un día más, mirando por la ventana al nene lindo que jugaba afuera, o mejor conocido como mi vecino, si, Valentin Oliva, el mismo nene que me dejó más que claro que no me soporta.

Suspiré soñadora dejando esta vez mis ojos en Guadalupe quien estaba tomando la leche en la mesa de la cocina.

-¿Estás viendo a Valentin?-bufó molesta corriendo las cortinas arruinando mi perfecto escondite para admirarlo- Le tenés que hablar-negué- Si no le hablás no vas a conseguir nada

-Él no quiere hablar conmigo-murmuré rendida-

-Es re tonto, yo lo conozco-señaló con la boca llena de galletitas- Si te digo que es re tonto es porque es re tonto, vos me tenes que creer -asentí-

-Pero es lindo Wawa-sonreí imaginando sus dulces ojos azules y las pequeñísimas pecas que adornaban su nariz-

-¿Y? Manuel es lindo, a él le gusta estar con vos-subí y bajé mis brazos-

-No me gusta Manuel- afirmé decidida justo cuando se escuchó el ruido de un vidrio romperse-

-Ves, te dije que es alto tonto-señaló Guada hacia mi ventana donde se veía un Valentín frustrado viendo el cristal de la puerta de su casa-

-No seas así -reí robándole un sorbo chocolatada-

Lunes, 07:40 hs

-Nena me tengo que ir, vuelvo a la tarde, almorzas de los Oliva-dijo muy rapido mi mamá acomodándose los aritos y besándome la cabeza- Cuidate, te quiero-se despidió y salió corriendo de la casa como casi siempre lo hacia-

Como todas las mañanas desayune y esperé a que los hermanos Oliva golpeen mi puerta para ir a la escuela juntos, aunque esta vez no los escuché y al marcar las 8:00 el reloj de mi muñeca, decidí salir por mi cuenta y caminar.

-¡Tin! -solté feliz corriendo hasta el castaño que estaba a unos cuantos metros de mi puerta-

-Valentin -murmuró él sin verme-

-No escuché la puerta hoy, ¿me esperaste mucho tiempo? -él negó sin despegar la vista del suelo-

-No toqué tu puerta -asentí confundida-

-¿Por qué no? Vos y Manu siempre me esperan -analicé mientras aumentaba la velocidad de mis pasos-

-Manu te espera y yo espero a Manu, no a vos Daira -dejé de hablar procesando lo que dijo, claro, Manu no estaba-

-¿Qué le paso a Manuel? -pregunté, ya habíamos llegado a la escuela y estabamos caminando hacia nuestra aula, que por suerte compartiamos-

-Está enfermo -señaló sentándose en su lugar de siempre a un lado de Tadeo-

-Oh pobre, vos deberías cuidarte para que no te contagie -hablé lo más dulce que pude ganándome una mirada de ternura por parte del acompañante de Valentin, mientras que él sólo me miro con los labios fruncidos señalándome con la cabeza mi lugar, por lo que acepté rendida y me fui a sentar a la otra punta del aula con Guada quien me miraba con pena-