Ansiedad y más Ansiedad

Ansiedad #1

Tenía miedo, tenía miedo de absolutamente todo.

—Hola—. Dije temeroso y bastante nervioso, estaba comprando pan en una tienda pequeña, había un par de personas las cuales sentía que me juzgaban constantemente; la verdad no tenía ganas de nada, acababa de salir de clases; pero mi madre me lo había pedido, yo vivía solo con ella, y seguía perdido en mis pensamientos la cajera habló por un momento, y luego repitió 

—¿Hola? —Se le notaba confundida, pero tenía una sonrisa falsa de una cajera. 

¿Qué estarán pensando de mi? Estaba perdido en mis pensamientos, ahora todo el mundo debe de pensar que soy raro. 

—Q-quería llevar esto— tartamudeé levemente estaba muy nervioso; no había ninguna razón de estarlo...  Bueno, de hecho sí. Padecía de ansiedad generalizada y ansiedad social... Pero, puedes adaptarte a ello, ¿no?

Terminé comprando el pan que me había pedido mi madre, y regresé a mi casa; llegaba la misma rutina, miraba a mi madre, que siempre me preguntaba —¿Cómo te fue?.

Había tenido un día de mierda, no pude poner atención absoluta en mis estudios que de por si llevaba notas bajas; iba a ser una decepción pero...

—Bien, me fue bien—. Respondí y fingí una sonrisa, como siempre lo hacía, cada día que volvía de la escuela. 
Era una casualidad que nunca me iba bien, por fin llegaba tiempo de descansar de esos pensamientos que me atacaban constantemente, y la mejor forma en la que lo hacía, eran, los videojuegos y a veces miraba anime. 

Yo realmente esta seguro de que tenía esos trastornos, pero estaba asustado de pedirle a mi madre que me llevaran donde un psicólogo, además... Ella es muy cerrada con esos temas. 

interrumpí mi sesión de videojuegos para ir a cenar; pero, no con mi familia, que también vivo con mis abuelos y mi hermano menor, mi padre me había abandonado a corta edad, ni siquiera lo recordaba, solamente fui a traer el plato de comida para llevarlo a mi habitación, como era costumbre... 

Pero, mi madre me interrumpió diciendo. 

—No, hoy no, hoy comerás aquí, vienen visitas. 
Lo dijo seriamente, y no quería un castigo, así que respondí desganado. 
—Está bien...

Llegó una tía, siempre fingía saludarla con una sonrisa, pero, en realidad la odiaba, por muchas razones.

Me senté a comer sin decir ni comentar nada. 

Odiaba esto, siempre como en mi habitación para evitarme lo que seguía. 

—Oye, ¿no crees que las notas de Javier están muy bajas?. Además, falta mucho a la escuela. Yo no sé cuando dejará esa pereza, o cuando se pondrá a hacer algo. 

—Solo pasa en esa computadora, yo creo que les atrofia el cerebro a los jóvenes, quizá deberías quitársela para que aprenda a estudiar. 

Esas, y muchas más frases que fingía que no me afectaban, pero, me estaban doliendo mucho.
No dije absolutamente nada y fui a dejar mi plato al lavaplatos. 

—Si es que ni le importa. Dijo mi tía, resignada.

Me aguanté las ganas de gritarle, yo no era agresivo, ni nada... Solía aguantar esto constantemente, comparaciones de todo tipo, críticas, castigos. 
Lo único que me mantenía estables eran los videojuegos, no me podían quitar eso...

Llegué a mi habitación, enllavé todo, me acosté en mi cama boca abajo, y comencé a llorar.

Tiene razón, no valgo para nada... Soy una mierda, ¿para que estoy aquí siquiera? 

Estaba en medio de una crisis de ansiedad... Y al parecer iba a durar bastante. 
No tenía a nadie, minimizaban mis problemas aunque los contaran, por lo que me cerraba a la gente. 

Mi ritmo cardíaco se aceleró, mi respiración era agitada, y los pensamientos catastróficos sobre un futuro irreal, comenzaron...

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