❦ chapter five

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—Pasaron cinco días y no vuelve a la escuela aún

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—Pasaron cinco días y no vuelve a la escuela aún. Tampoco se contacta con nosotros, ¿y tú me dices que no estas ni un poquito preocupado por ella?

—Bueno...

—Dios, Noah, eres el peor novio del mundo—resopló Addison, volviéndose a sentar junto a él.

Ambos estaban en la entrada de la casa de su amiga, esperando por señales. Noah y Addison casi ni hablarían por no ser de Grace Ger. Era la única razón para que ellos estén en esas circunstancias.

—Ni siquiera me dejas contestar. Iba a decir que si estoy preocupado, pero si algo le hubiese pasado entonces Rose nos lo diría—se defendió Noah—. Ahora esperemos.

Ciertamente Gilbert, Jerry y Diana llegaban a la residencia mientras hablaban muy concentrados en un libro, Anne y Ruby se sacaban una selfie y Grace con Josie venían tomando unos smoothies. La chica se dió cuenta de la presencia de sus amigos y casi deja caer su bebida.

—¡Chicos!—rió nerviosa.

Ambos se cruzaron de brazos.

—No esperaba tenerlos aquí. Tanto tiempo pasó desde la última vez que nos vimos.

—¿Quiénes son? ¿Por qué faltas a la escuela? ¿Grace en qué estás metida?

—Se que tienen muchas preguntas y, gracias por preocuparse por mi, estoy bien. De verdad.

—Pero quieres que nos vayamos—le cortó Addison.

Grace resopló, demostrando que era exactamente lo que les iba a decir.

—Descubriré que tramas—Ziegler se fue.

Noah la miró unos segundos, su mirada se dirigió al cielo para luego irse detrás de Addison, suspirando.

Horas habían pasado desde que aquel par se alejo de la casa. Se dirigieron a la biblioteca de Grey Gables para pasar el rato. Eso fue lo que dijo Addison, pero lo único que ella hacía era crear teorías sobre Grace.

—Si algo le pasa, todo sera mi culpa—le explicó con sus manos en la cabeza.

Noah chasqueó la lengua y sostuvo su mano.

—No digas eso, nada le pasará ¿si?

En ese instante se dio cuenta de que a la chica en verdad le preocupaba todo esto, y que si ella tenía un presentimiento quizás sea por algo. El novio de Grace se unió a la pequeña misión de Addie, esta vez sin dudarlo.

Vaya coincidencia cuando vieron entrar a la biblioteca a Grace y Gilbert. Iban tan metidos en sus asuntos que no se fijaron quienes estaban a unas mesas más adelante, entraron a la sección de antigüedades y desaparecieron tras los libros.

—Nuestra oportunidad.

Addison corrió tras su amiga y el chico con quien estaba antes sujetada de manos la siguió con rapidez, intentando que no haga una locura. Se escondieron tras una de las repisas de libros tratando de escuchar la conversación que Gilbert y Grace mantenían. A Adds lo último que le pasó por la cabeza era que esté con el chico que le gustaba, no había tiempo para pensar en ello. Por otro lado a Grace no le importaba si Noah y su amiga pasaban más tiempo, hasta, en cierto modo, le alegraba aquello.

—Lo gracioso de todo esto es que ni siquiera están desesperados por volver, les gusta aquí.

—Lo sé Gilbert, pero deben volver con sus familias.

Gilbert asintió, de acuerdo con ella.

Los chicos que se escondían querían saber que clase de libro buscaban los otros, los dos que buscaban, también querían saber aquella respuesta. No habían logrado avanzar mucho, pero el libro que habían visto el otro día fue la prueba más grande que podían encontrar.

—¿Tu crees...—comenzó Blythe—, que sea verdad lo que dicen las chicas?

—¿Sobre nuestra conexión de antes?

Addison levantó las cejas, sorprendida. Gilbert se acercó a Ger.

—Puede ser, no habían muchos chicos lindos después de todo. Eras el único partido—rió Grace.

Ahora el que fruncía el ceño era su novio.

Gilbert se acercó un poco más a Grace, quedando a milimetros. Antes de dar otro paso, la chica lo frenó.

—¡Lo siento! Tienes novio, no debería...

—Está bien, fue mi culpa, Gilbert...

Noah estaba dolido. No porque estuviesen a punto de besarse, si no porque quería que lo hicieran. Se sentía como un estorbo. ¿Pero por qué se sentía así? ¿Dónde habían quedado sus sentimientos hacia la chica en la última semana?

—Los puedo ayudar—llegó una joven chica a su lado, con otro chico pisándole los talones.

Grace volteó a verlos con rareza, no había sido una pregunta. Noah arrastró a Addison junto a él de modo que no los vieran.

—Somos Liz y Troy—se presentaron. Los dos jóvenes le sonrieron—. Liz y Troy Gillis.












No podía ser posible.












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SPY LIAR  ⤳  Gilbert BlytheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora