Todo comenzó hace un año. Empecé a comer mucho, demasiado, y cosas muy grasas, y no me di cuenta que poco a poco iba engordando. Yo siempre había sido muy delgada hasta la edad de 11 años. A partir de los 12, debido al estrés de los estudios del instituto, y también los del conservatorio de música, que iba obligado por mis padres, comía sin parar. Desayunaba un bocadillo con nocilla / nutella, merendaba lo mismo, e incluso a veces cenaba eso. Podía llegar a ponerme 4 rebanadas de pan en una comida. 

No fue hasta que llegó verano que me di cuenta, no estaba con obesidad pero sí tenía barriga y muchos muslos. Demasiados, al andar por la playa me rozaban entre sí y me dolía.

No tardé en darme cuenta que estaba gorda, así que dejé de comer. Tenía unas vecinas que eran muy delgadas. Mis padres pensaban que estaban esqueléticas pero yo las veías bien, además, ellas, por lo menos en mi presencia comieron muchísimo y estaban todo el rato mandándome fotos de comida que estaban comiendo.

Sólo comía cuando me obligaban mis padres, así que no comía mucho. Cuando se terminó el verano, descubrí una mejor forma de estar delgada, vomitar.

Sí, vomitar, fui bulímica, cada vez que lo hice me resultó muy complicado pero lo intenté e intenté hasta que después de tantas arcadas saqué el vómito, terminé con lágrimas en los ojos. 

Mi familia me felicitaban porque me veían más delgada, o me decían que había adelgazado, yo me hacía la tonta y decía "¿Ah, sí? Gracias". Estaba bien pero a la vez mal, porque estaba adelgazando solo que estaba costando mi vida. Empezó el curso y yo solo comía una vez al día. No desayunaba, no llevaba nada al instituto, solo almorzaba porque estaban mis padres delante, no merendaba y cuando era la hora de la cena le ponía una excusa a mi madre para no cenar. Estaba muy débil, y había veces, en las que no aguantaba, y me compraba una tableta de chocolate y la comía del tirón, solo para después de vomitarla. Todo el rato estaba cansada, me imaginaba comida a todas horas, porque mis padres me criaron comiendo de todo, es decir, toda la comida que había en el plato me las tenía que comer sí o sí. Me dolía.

Duele, que cada vez que miro a alguien miro cómo es de delgado. Siempre me comparó, y la báscula siempre ha sido un problema. Pesaba 67 kg, pero también en parte era porque mido 1,70 m. Mis amigas me decían que ellas pesaban 49 kg y cosas así, incluso los chicos pesaban menos que yo. Todo era porque ellos eran de menor estatura que yo, e influye bastante.

Tampoco ayudaba que una amiga mía, dijera que no iba a comer porque estaba gorda, cuando ella en realidad estaba delgada. Lo decía por decir, porque a escondidas y en el recreo le pedía y le sigue pidiendo, comida a la gente. Ella es celiaca y siempre se quejó de que su padre no la llevaba al médico de pequeña y que lloraba. Cuando en realidad, ahora come gluten sin que su madre se entere y después cuando va a las casas de sus amigas y le puede dar una pizza dice que no puede comerla ... Se quejaba todo el rato y siempre saca el tema de que su exnovio la perdió gorda y por su culpa le entró anemia. SIEMPRE saca ese maldito tema, como si estuviera orgullosa. 

Ahora no como bastante, me mareo, se me cae el pelo, se me acelera el corazón sin razón, estoy débil todo el tiempo, no me viene el período desde hace tiempo y duermo demasiado.

Nadie sabe lo que me pasa, tengo todos los síntomas de tener anemia. Pero nadie lo sabe.

Hace 5 meses le conté lo que me pasaba a una amiga, y se preocupó tanto que en todos los recreos me obligaba a comer, yo no aceptaba. Ella como mi vio muy deprimida creó un grupo con mis amigos en el que yo no estaba y hablaban de mí, como si fuera un tema trivial. Tipo "oye le vamos a hacer una fiesta sorpresa que está muy triste, no come, ..." Subía frases tristes a mi wattpad y ella hizo captura y las pasaba por el grupo para todos la vieran. Lo hice con intención de ayudar, pero no ayudó. Descubrí ese grupo gracias a que un día la invitación a ella ya otro amigo a mi casa, mi amigo me prestó su móvil para mirar instagram, y justo me llegó una notificación, iba a pasar cuando me di cuenta que era la chica de al lado. La miré y había mandado otra captura de mi historia. Le dije que sí sabía que yo tenía el móvil de mi amigo, y se quedó muy sorprendida y deprimida por haber arruinado la sorpresa de una fiesta. Recalco, yo no quería ninguna fiesta. Les dije que ya iban a ir de mi casa si querían, y captaron la indirecta y se fueron.

Hoy en día, con mi amiga, hago como si estuviera bien, cuando no lo estoy. No tengo a nadie a quién confiarle esto. 

Hoy como de costumbre no comido excepto al medio día, que mi madre me llevó a un restaurante y comido demasiado. Gracias a ello no pienso comer más ni hoy ni mañana. 

Cada vez que como, aunque sea la mínima cosa me siento culpable. No quiero comer, porque si como yo descontrolo, si yo descontrolo tengo que vomitar, y no me gusta tener que vomitar. Sé que no es bueno lo que estoy haciendo, y la belleza está en el interior y todo esos rollos pero me gustaría mirarme al espejo y verme bien. No sentir que me odio, que por qué no me muero ya. 

Me gustaría estar feliz con mi cuerpo, pero no lo estoy.

Gracias por leer.

Mi desorden alimenticioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora