Epílogo

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–Kara si sigues así juro por Rao que voy a lanzarte desde la torre más alta de Argo–. Alex se termina de desesperar ya que su hermana no se queda quieta y no la deja arreglarle el vestido.

–Solo quiero verla Alex, tengo una semana ¡una semana Alex! Que no la puedo ver y estoy que me subo a las paredes. Odio las tradiciones de Kriptón–. Dice Kara muy desesperada mientras camina de un lado al otro.

–Que bueno saber eso Kara Zor–El–. La voz de su madre hace que Kara se quede tan rígida como una estatua, dándole la espalda.

–Alura, Kara no quiso decir eso, al menos no de esa forma, sabes bien que ella y Lena son como imanes–. Dice Eliza sonriendo y acercándose a la Kara para terminar de colocarle el vestido de novia tradicional de Kriptón.

–Lo sé Eliza, no creas que Lena esta mejor que ella, incluso amenazó a todos con esparcir kriptonita en el aire si no veía a Kara–. Las mujeres de la habitación comienza a reír, menos Kara quien solo sonríe al reconocer que su prometida si habría amenazado a todos.

Al otro lado de la casa Zor–El, se encuentra Lena en un estado de resignación al ver que sus amenazas no surtieron ningún efecto en su mejor amiga y en su sobrina.

–Sam al menos déjame llamarla, solo eso y me conformo–. Jugando su última carta coloca su mejor cara de puchero; pero solo obtiene una negativa por parte de su mejor amiga.

–Está prohibido Lena Luthor, como te lo explico, no pueden tener ni un solo contacto durante una semana, y sé que han fallado en eso porque encontré la nota que le mandaste con Lizzy–. Lena baja la cara al verse descubierta por su mejor amiga y dama de honor.

–Tía Lena solo falta menos de una hora para que se casen, luego se irán de luna de miel al Caribe y Lizzy se quedará con nosotras–. Ruby habla mientras termina de arreglar el vestido de la pequeña Lillian de dos años.

–Tienen razón, es solo que la extraño mucho–. La mirada triste de Lena alarmo a la pequeña y se acerco rápidamente a ella.

–¿Mami tiste?–. Coloca sus manitos en las manos de su madre y la ve a los ojos.

–No mi amor, es solo que quiero abrazar a mamá–. Dice Lena tomando a su hija y sentándola en su regazo.

–To te abazo mami–. Dicho y hecho Lizzy envuelve sus pequeños brazos en el cuello de su madre, causando en Lena la mayor sensación de felicidad que puede sentir alguien.

–Bueno señorita Lillian que le parece si también va y le da un abrazo a su madre rubia–. La voz de la madre de Lena rompe el momento y Lizzy inmediatamente baja del regazo de su madre y sale corriendo en busca de su otra madre.

–Pensé que no podrías venir–. Lena se levanta y camina al encuentro de su madre.

–Y perderme la boda de mi única hija con el amor de su vida, eso jamás mi amor–. Sin más ceremonias abraza a su hija trasmitiéndole todo el amor que siente.

Lizzy llegó rápidamente a la habitación de su madre rubia, sin tocar entro y encontró a su madre sentada con la cabeza entre sus manos, a sus abuelas hablando entre ellas a su tía Alex arreglándose el cabello.

–Mamá etas tiste?–. La voz de su hija saco a Kara de su ensimismamiento.

–No mi amor, es solo que ya quiero ver a tu mami–. Lizzy se acerca a su madre y hace señas para que la siente en su regazo.

–Mami quele abazate mamá; pelo como no etabas la abase to–. Esas palabras hicieron muy feliz a Kara.

–Gracias por abrazar a mami por mí pequeña–. La abraza fuerte y le deposita un beso en la frente.

Sin TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora