ch. 011

2.3K 206 12
                                    

CHAPTER ELEVEN

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

CHAPTER ELEVEN









Helaena descendió en Highgarden, justo como predijo que harían, Arianne Martell decidió acompañarla, después de todo, no confiaba en el mundo, y si alguien decidía tocar el precioso rostro de su sobrina, ella le cortaría los dedos sin dudarlo. 

De acuerdo a Oberyn, la Reina de las Espinas sería de confianza. Parecía que su hija sería unida en matrimonio con Renly Baratheon, el segundo hermano del Usurpador, y ahora, otro pretendiente al Trono.

─¿Estás segura de que podemos confiar en ella? ─Rhaenys le preguntó a Arianne, viendo a los hombres de los Tyrell marchar hacia ellos. Las jóvenes Targaryen llevaban sus cabezas y rostro cubierto, sólo se podía ver sus ojos. La chica Martell asintió en dirección suya.

─Los dragones están cerca ─musitó Helaena, viendo hacia el cielo un segundo─. Los Tyrell tienen un gran ejército, comida y todo lo que es necesario para poder sobrevivir a meses de guerra. 

Rhaenys suspiró.

─A menos que ofrezcamos algo bueno, dudo que nos los dé por bondad o lealtad. 

─Bondad, lo dudo ─musitó Arianne─, lealtad también dudo que sea capaz de ser leales a alguien que no sea a ella misma o su familia. Por eso es la aliada más viable.

─La lealtad se gana, no se demanda ─musitó Helaena. Arianne estaba de acuerdo. Rhaenys no tanto. 

Los hombres bajaron su cabeza al ver a la princesa Martell, bajándose de sus caballos y acercándose a ellas.

─Bienvenida a Highgarden, princesa Arianne ─musitó el hombre─. Han de estar muy cansadas del viaje, os esperan dentro.

Las jóvenes subieron en los caballos y comenzaron a cabalgar con ellos dirigiendo al trío. Helaena aprovechó para darle un vistazo a cada detalle pequeño de Highgarden, sin dudas tenía un gran atractivo, el sol le daba en la espalda y era demasiado cálido, para nada caluroso. 

El viento era fresco, y se respiraba un aire demasiado limpio, combinado con un sinfín de aromas que provenían de las rosas que decoraban cada muro desde que ingresó al castillo. Habían rosas de todos los colores posibles, pero las preferidas de Helaena sin dudas fueron las blancas. A Rhaenys le encantaron las rojas. 

Al bajar de los caballos, el hombre avanzó a pasos firmes y ellas avanzaron con él. El castillo en su interior era aún más atractivo, tenía detalles en oro y algunos diamantes se encontraban incrustados en sus paredes. Un cuadro adornaba el final de la sala y era de los cuatro Tyrell, Mace, el Señor de esas tierras, su hijo Loras, Lady Olenna y por último, Margaery Tyrell, la prometida de Renly Baratheon.

Rhaenys y Helaena compartieron una mirada antes de continuar caminando. Los guió hacia el jardín, de espaldas a ellas, una mujer adulta les daba la espalda mientras llevaba una taza de té a su boca, desde allí se apreció el aroma dulce de la miel. 

reign of fire.       game of thrones.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora