❝Between Glasses❞ 🥀; Woosan 우산 || Omegaverse© ||

17

El haber pasado tiempo con su Hyung había sido agradable, pero mierda, sintió una tensión inexplicable al momento en el cual se toparon con SeungWoo, quién estaba esperándolo en la puerta de su apartamento.

Y siendo sincero, no quería ser ignorado por el Alfa cómo lo había hecho desde ese día. No tenía una razón exacta para eso, simplemente no quería.

Soltó un suspiro cansino, apoyándose en su mejor amigo, con el cuál se encontraban en la casa de campo de su abuela a las afueras, aprovechando ya qué ambos habían pedido la semana.

-¿Ahora qué te pasa?.- Preguntó, sacando unos tomates qué yacían maduros.

-San Hyung me ha estado ignorando.- Lloriqueo.

-¿Porqué?.- Le miró.

-Hace cinco días exactamente, SeungWoo fue a mí apartamento.- El castaño hizo un sonido para qué siguiera.- Desde entonces qué San a estado alejado, me a evitado, técnicamente ignorando y me a contestado muy frío cuándo le pregunto algo.- También empezó a sacar tomates, dejándolos en la cesta qué traía.

-Vaya...- Silbo.- Yo creo qué sintió celos, o su lobo se sintió humillado.- Supuso.

-¿Qué? ¿Celos? Pero hu...cuándo se sienten humillados es cuándo sienten qué llegaron...tarde.- Fruncio el ceño sin entender.

-Exacto, porqué notaron qué su Omega estaba con otro Alfa.-

A Wooyoung le temblaron las piernas, sintió cómo el alma dejaba su cuerpo, creando qué quedará estático durante un momento, con su lobo girando eufórico.

"Tenemos Alfa, Woo."

"No...no puede serlo, no gires así."

Hasta qué pudo responder, recuperando un poco el aliento.

-¡Eso no puede ser!.- Se sonrojo.- Diablos, no..yo..agh. No puede ser.- Negó erraticamente.

-Woo, precioso. La última vez, recuerdo qué me contaste sobre lo de San y esa tipa.- Se dio la vuelta.- Y también qué te dije qué quizás te interesaba, sigo sin tener respuesta y luego me vienes con esto.- Habló obvio, dejando la cesta llena en el pasto en el qué estaban.

-Esque no...Yeosang...tú sabes...- Bajó la cabeza.

-Wooyoungie...eso pasó hace mucho.- Le agarró las mejillas.- Eramos unos chicos qué pensaban qué todo era un juego. Pero resultó qué no era así, Díos.- Soltó una risa.- Nos gustaba ir de fiesta, ¿Qué tenía de malo?. La gente qué habló mal y qué divulgo cosas qué no debía en ese entonces no llegará de la nada arruinar el presente.-

-Yeo...-

-Nos dijieron fáciles e insultaron por habernos dejado llevar por el alcohol.- Tragó duro.- Pero estamos aquí.- Sonrió.- Sé qué te lastimó mucho lo qué te hicieron...pero recuerda qué San es un adulto. Igual qué tú y qué no son unos chicos en medio juego de twist.-

-Lo sé, pero diablos no es fácil...El futuro trae tantas cosas qué me da miedo...-

-Lo sé, pero de eso trata crecer tonto. El saber pasar los obstáculos por más viejos o nuevos qué sean.-

El pelimorado iba a decir algo al respecto, pero nada salió de su boca. Por lo cuál el castaño siguió.

-Sé qué el daño psicológico qué te causaron no sé borrará de un día a otro o inclusive en años. Pero...- Apunto su pecho.- A tú lobo, tampoco les estés negando algo qué siente qué es así.-

El Omega sintió sus orbes llenarse de lágrimas. Joder, no quería aceptarlo, porque quizás no era cierto.

-Será mejor qué lo recapacites un poco, ¿Sí?.-