El bebé del príncipe.

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Título: El bebé del príncipe.

Palabras: 1464

Género: Gangsters,  amor.

Pareja: ChenHun

(Lento, pero voy cumpliendo los pedidos uwu)

Las botas que pidió le encantaban, eran un poco pesadas por la placa de acero que tenía la suela, pero su dureza era de lo que más le gustaba, no se había equivocado en probarlas ese día, se sentía tan bien poder aplastar el cráneo de uno de sus deudores hasta hacerlo papilla. El otro chico que le debía dinero temblaba asustado, la sangre caliente del otro le había salpicado en la cara y temía que le pasara lo mismo, tan adorable e inocente que se veía el hombre, jamás creyó que terminaría así.

—Muy bien niño, ya viste lo que le pasó a este hombre— pegó un brinco cuando le comenzó a hablar—Espero que me traigas mi puto dinero dentro de tres días. — sacudió su pie haciendo que algunos trozos cayeran sobre el chico. —¡¿Entendiste?!

—¡Sí! — se levantó con torpeza y salió corriendo del lugar.

Dos de sus hombres entraron y esperaron órdenes.

—Uno de ustedes sígalo, hay que asegurarse de que consiga el dinero y que no escape— movió el cadáver con su pie para quitarle el teléfono que usaban para comunicarse—y el otro que se deshaga de este, ya saben cómo me gustan las cosas, rápidas y sin dejar rastro.

—Sí, señor.

Salió de su oficina contento de poder ir a ver a su precioso pollito, seguro que cuando llegara hablaría mucho con él, siempre tenía algo que decir y su cosa favorita en la vida era escuchar todo lo que su niño tuviera que decir. Al llegar al departamento que compartían apresuró un poco más su paso, ya quería tenerlo en sus brazos.

Trató de ser silencioso, quería sorprenderlo, se quitó los zapatos, pisaba lento y respiraba suavemente. Podía ver la espalda de su bebé en la cocina, olía bien, tal parece que preparaba la cena, le abrazó por la espalda rápidamente, le sintió brincar, soltó un grito agudo y trató de golpearle.

—Soy yo amor— le dijo.

—¡JongDae! — se giró en sus brazos y le miró con el entrecejo fruncido—Me asustaste mucho— lo dijo con un tono más infantil, sacó su labio inferior como un puchero.

—Perdón, bebé— le dio muchos piquitos para que lo perdonara— Sólo quería sorprenderte un poco— le acarició la espalda—Ya no te enojes conmigo mi amor precioso.

—Está bien— le dio un beso en los labios y volvió a girarse para seguir lo que estaba haciendo— Hoy aprendí algo nuevo en la clase de cocina— recargó su cuerpo en el pecho ajeno—Espero que te guste, siento que lo dominé bien.

—Todo lo que haces para mí es rico— lo dijo en un tono tan cariñoso, que cualquiera hubiese vomitado, pero ellos amaban ser así.

Había dos momentos en los que se quedaban en silencio, cuando comían y cuando intimaban. Pero una vez los platos eran retirados, comenzaban a hablar de todo.

—¿Y entonces qué tal van tus clases? — a JongDae no le gustaba que su bebé trabajara, él podía mantenerlo muy feliz, pero no podía privarle de hacer cosas que le gustaran, por eso le pagaba todos los cursos que él quisiera tomar, le apoyaba tanto como quisiera.

—Muy bien, pero hay un chico nuevo en la clase que no me agrada mucho— arrugó su nariz con disgusto—No te había querido decir nada porque creí que desistiría cuando le dije que tengo novio—JongDae sintió como su cuerpo se tensaba—Me coquetea, pero algunas veces me agarra la mano con brusquedad o me sigue cuando vengo de regreso a casa.

Hunnie's PlaceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora