Parecía un buen día, pero tenía ese presentimiento de querer seguir en la cama, algo amargo se avecinaba en aquella jornada. Se cambió, preparó sus cosas para las materias de aquel día y se dirigió con sus nuevos amigos al comedor; sabía que lo que Draco le mostraba a los demás era solo una fachada pero esa fachada podía llegar a ser incluso más molesta que el mismo Dudley combinado con Granger. Al principio no le molestaba, solo compartían Pociones con Slytherin y luego eran horas que ellos pasaban solos en los cuales Malfoy no tenía por qué fingir; pero luego llegó vuelo, con los Slytherin. Todos estuvieron presentes, tanto de Gryffindor como de Slytherin, los que provenían de familias mágicas no paraban de contar sus propias historias; alardeando de su supuesta ‘buena capacidad’, incluso Ron había hecho un que otro comentario.
-Mira, se que eres amigo de Malfoy; pero no puede ser cierto que le persiguió un helicóptero- Dijo decididamente, Harry se sonrojó un poco, encogiéndose de hombros y recordando el momento -¡Oh, vamos!-
-Fue una buena salida, pero me encerraron por dos semanas en la alacena. Haga lo que haga, los Dursley siempre saben que yo estoy entre medio aunque no lo sea cierto- Weasley había escuchado prácticamente nada de los familiares de Harry pero…
-¿Alacena?- Preguntó, pensando que era un mal chiste pero Harry solo arrugó la nariz; otro gesto que se le había pegado de Narcissa y Draco.
-Es una larga historia, otro día, Ron- Rolanda Hooch, una señora vigorosa de cabellos canosos cortos y ojos amarrillos iba a anunciar la clase.
-Muy bien, ¿qué esperan? Todos al lado de alguna escoba, ¡ahora! Levanten su mano derecha hacía su escoba y digan: ¡Arriba!- La escoba de Harry fue directo a su mano en el primer intento y todos comenzaron a intentarlo, Harry miró a su alrededor, Hermione no lograba más que hacer que la escoba se removiera en el piso, Draco necesito solo dos intentos para que su escoba levitara hacia su mano mientras Ron nunca la pudo levantar un milímetro hasta su último intento que la escoba se le abalanzo a la cara -Bien, ahora colóquense sobre la escoba e impúlsense con el pie para elevarse lo suficiente como para no tocar el suelo- Lo demostró y los demás lo intentaron, pero Neville, que no había prestado mucha atención ya que miraba su recordadora, regalo de su abuela esa mañana, salió disparado por los aires y se precipitó contra el suelo doblándose un brazo. Por lo que Hooch lo llevo a la enfermería -Si llego a ver a alguien sobre la escoba, será expulsado antes de que pueda decir ‘Quidditch’- Así desapareció, pero Neville se había olvidado la recordadora y para su mala suerte, Malfoy ya la tenía sobre sus dedos.
-Miren nada más lo que tenemos acá- La sonrisa falsa y arrogante de Draco hacía que a Harry le den nauseas, prefería las cálidas y verdaderas por escasas que sean; después de todo, por algo eran especiales.
-Suelta eso Dra…Malfoy- Mierda, todavía no podía acostumbrarse a decirle por el apellido, y para mayor molestia del azabache, la cara de Draco había cambiado a una sonrisa que buscaba peligro y diversión; lo malo era que Harry sabía que esa era verdadera y si lo buscaba, lo tenía.
-¿O sino qué, Potter?- Jugaba con la pelota de acá para allá hasta que lo miró a los ojos y Harry supo que no se la daría sin un reto, al parecer extrañaba jugar con él - ¿La quieres?- Asintió, Draco se subió a su escoba y voló unos metros -¡Búscala!- Harry reaccionó por instinto, se subió a la escoba y persiguió la pelota mientras Malfoy volvía a tierra firme. Agarró la pelota, justo en la ventana del despacho de McGonagall quien lo miró incrédula mientras Harry volvía a tierra. Para cuando tocó el piso, Minerva McGonagall se acercaba para sacarle la esfera.
Mierda.
-Venga conmigo, señor Potter- Se veía seria, no furiosa; pero muy, muy seria, por lo que Harry asintió y a Draco se le achicó el corazón. Harry y McGonagall hablaron tanto que Potter no estuvo libre sino hasta la cena, pero las noticias eran geniales. La profesora lo había llevado junto al capitán de Quidditch de Gryffindor y lo querían meter en el equipo como el nuevo buscador. Tal vez no era un mal día después de todo; luego fue a anunciarles a sus amigos de su logro.
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Rival Houses, Perfect Love.
Roman d'amourDraco y Harry se conocen desde hace tiempo, pero nadie sabía su relación en Hogwarts o en el Mundo Mágico, ¿qué pasa con dos chispas de magia destinadas a encontrarse pero separadas solo por la decisión de un sombrero?