ÉL - Un Verano En California [US #1#]

C A P Í T U L O 14

N/A: Recomiendo leer este capítulo escuchando la canción de Holychild, titulada: Happy With Me.🍭

Nuevo personaje:

📖💕

  La emoción de poder disfrutar de una tarde para emplearla sola llegaba inundando mis venas. Ya hacía tiempo que no pasaba unas horas para mí sola y aquello era lo que más necesitaba, aquella tarde me dio las fuerzas que me ayudaron a afrontar las complicaciones que me estaba suponiendo aquel viaje. 

  El ambiente que se respiraba por allí era completamente turístico. Había gente que solo iba a hacer las compras necesarias y se distinguía a las personas que iban allí para hacer fotos y aunque yo fuera una turista, nueva, por aquella ciudad, ya me sentía tan cómoda como en casa y caminaba con muchísima más tranquilidad que en Nueva York.

  Las grandes filas de edificios que inundaba la calle eran magníficos y mantenían otro toque diferente al que tenían las calles de Nueva York. 

  Entré en un store completamente diferente al que yo solía frecuentar, sin embargo, este se quedó conmigo porque nunca había pensado que una tienda tan simple resultara tan divertida.

  Me quedó claro que los souvenirs  no hacía falta comprarlos por un montón de dólares, eran de lo más baratos y me cargué con un montón para todo el mundo. Cuando salí de aquella tienda, me adentré un poco más rebuscado y entré en un Chanel, en el cual, solo cargué con un reloj de la nueva colección J12 y efectivamente, para ello, tuve que desembolsar dinero de mi cartilla, sería un pequeño capricho que estaba codiciando desde hacía muchísimo tiempo. 

  Cuando ya era la quinta tienda a la que pasaba, ya entonces para cargar con souvenirs, mi móvil desvió mi atención de un bonito y delicado llavero de plata que tenía grabado el nombre de la ciudad en unas bonitas letras cursivas. 

  Saqué de mi bolso el teléfono móvil, que sonaba desesperado y me disculpé ante el dependiente, era Justin, descolgué y me alejé del mostrador.

  En la elegante tienda reinaba un silencio absoluto, solo habían dos esbeltas mujeres que hablaban entre susurros comentando las bonitas piezas, el hombre que me estaba despachando y yo, y no quería que nadie escuchase mi conversación. 

  Bajé la voz y acomodé las bolsas en mi brazo para que no se derramasen. 

  —¿Por qué no has venido? La playa sin tí es un muermo. Me aburro. ¿Qué mejor plan has decidido para escaquearte? —el también parecía emplear un tono bajo y sarcástico, sabía que estaba de buen humor y no quería que eso cambiase. Era claramente notorio como se había alejado de todo el barullo que en la playa se producía para hablar conmigo y eso hacía que sonriese como una auténtica patética.