Break Hearts - Serie de One-Shots

Día 2. Infidelidad

Fandom: Eldarya

Parejas: Leiftan-Erika / Nevra-Erika

Palabras: 1.635

Advertencias: Lemon, lenguaje obsceno, no apto para menores de edad.

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Leiftan, mientras esperaba que su novia llegara de clases, vio a Erika entrar al departamento con el rostro contrariado por el dolor y lágrimas resbalando por sus mejillas. La invitó a que se sentara junto a él en el sofá.

La compañera de piso de su novia, sin hacerse mucho del rogar acepto su invitación. Se sentó junto a él y oculto su rostro entre sus manos, dejándole ver como las lágrimas se escurrían entre sus dedos.

El rubio sintiendo compasión por la chica le acaricio suave y gentilmente la espalda. Notó los temblores del delgado cuerpo de Erika a pesar de que sus sollozos apenas eran audibles.

No la obligó a que le contara porque se encontraba en ese estado. Simplemente se quedó a su lado confortándola, esperando que eso fuera suficiente para que Erika se abriera hacia él y le confesara que fue lo que la lastimo tanto.

Estuvieron así por un rato hasta que los temblores y sollozos de ella cesaron.

—¡Estoy cansada de él! –exclamó Erika con la voz ronca por su llanto, pero con un rastro de enojo.

Debió suponer que el motivo de las lágrimas de Erika era Nevra, su novio.

—¿Qué hizo el ahora? –de alguna manera el pelinegro se las arreglaba siempre para enojar y lastimar a su novia. Para Leiftan Nevra era un grandísimo idiota que no se la merecía.

El si se la merecía, si tuviera una oportunidad con Erika se encargaría de llenarla de amor, cariño, atenciones. Se aseguraría de nunca hacerla llorar.

—Como siempre canceló los planes que habíamos hecho antes por un partido que irá a ver con sus amigos –noto como Erika apretó los puños hasta que sus nudillos se pusieron blancos –los planes que hace con Ezarel y Valkyon siempre son más importantes que yo. Todo es más importante que su novia –pronuncio con amargura.

Si la tuviera, seré todo lo que ella siempre necesite, así como ella es todo lo que yo necesito en este momento.

Si la tuviera, ella seguiría siendo lo más importante para mí. Y quiero ser lo más importante para ella.

Si la tuviera, no, la quiero tener. La voy a tener...ahora.

Lo que sentía por Erika era tan fuerte. Solo tenerla ahí, a su lado, provocaba intensas reacciones en él. Su olor era como una droga, su cuerpo una tentación que le resultaba una tarea realmente dura controlar el impulso por tocarla todo lo que desea.

Aah, estoy cansado de luchar, de resistirme, de evocar un control que no tengo. Ya me cansé de seguir ocultando mis deseos por Erika.

Al diablo con mi novia, la cual no provoca en mí ni una mínima parte de lo que Erika me provoca. Al diablo con Nevra, ese imbécil no se merece tener a Erika como novia.

Dejaré que mi corazón, alma y cuerpo ardan por Erika y me aseguraré de que el corazón, alma y cuerpo de Erika ardan por mí. Arrebataré a Erika de Nevra, la haré mía como siempre he deseado y me encargaré de que ella no arrepienta.

Sintiéndose valiente guiado por sus más bajos impulsos y deseos, tomo el rostro de Erika entre sus manos, obligándola a verlo y la besó.

Duramente, profundamente, con mucha pasión. Ignoró los esfuerzos de Erika por separarse de él, aunque dichos intentos no duraron mucho porque pronto la castaña le correspondió el beso, intentando seguirle el ritmo.