Hasta que Vuelvas...

Amor, amor, amor...

Deseaba sorprenderla y volverla loca de amor cuando me viera pero me quedé helado al percibirla en estado inanimado...me pasé de la raya? Sé que no me esperaba...o...quizá estoy invadiendo un momento familiar que no me corresponde?  Mmmm...soy un idiota, bien, respiro algo aliviado cuando me pide que la bese...de cualquier manera, no era exactamente la reacción que esperaba cuando aparezco de la nada en los Estados Unidos en su casa de la infancia después de dos semanas sin vernos, ok, estoy irritado, que le pasa?

-Amor, te va a encantar- me distrae mi mujer devorando su plato de ensalada con frutos, nueces endulzadas y un aderezo de mango que se ve espectacular. Annie y Albert se miran y empiezan a reir, trato de hacer caso omiso y sonrío e imito a Candy, ésto en verdad es delicioso. Todos hablan animados, al fin pude conocer a la famosa Dorothy, para mi esposa ella ha sido una amiga más que una empleada, desde que ambas servían en la casa de los Leagan...Dorothy está encantada de conocerme, se ruboriza cuando nos presentan y se niega a hablarme de tú. Me cuenta como Candy se sacrificó por ella una y otra vez, por lo cual vivirá profundamente agradecida siempre, y yo....el más ferviente admirador de su calidad humana, de su hermoso corazón, su bondad, adoro ser espectador en éstos capítulos de su vida que quizá no sentía tan vívidos antes, quizá todo cambia estando aquí, donde están sus raíces.

-Voy a casarme, voy a casarme!- Dice Elisa extasiada bailando mostrándonos a todos su fabuloso anillo de compromiso, un diamante gigante, a mi parecer exagerado pero va bien con ella y me agrada que el buen Albert por una vez en su vida haga algo por y para él como le viene en gana , Stear me platicó durante el vuelo, él estaba en Escocia y me habló de un taller que solía utilizar para inventar y construir,mismo que ahora fué transformado en un chalet independiente para invitados, me sugirió sorprender a Candy y llegar también justo a tiempo para recibir a Albert y hospedarnos ahí. 

Hacía tiempo que no veía a Willie y aquí estoy...solo por el fin de semana, y planeo aprovecharlo al máximo. Me toca explicarle a Willie lo que sucede y cuando por fin logra comprender todo el alboroto, llora de alegría, cosa que me sorprende, un pequeño de 4 años conmovido de amor. Es gracioso pero ahora que nos tiene a Candy y a mí en el mismo lugar, insiste en pasar la noche con nosotros, mi mujer accede encantada, yo no puedo negarle nada a éste chiquillo y....tomando a ambos de la mano, salimos del salón para ir a descansar,  el chalet es perfecto, el tipo de lugar que le gusta a ella, tiene un par de recámaras, es tarde así que ni siquiera llego al primer tercio del libro que le leo siempre a mi ahijado cuando ya se ha quedado dormido, el pobre está tan cansado que no notó la prescencia de nuestro Frank Sinatra.

-No es precisamente como imaginé que terminaría ésta noche, un bebé en la recámara contigua, separados de todos y con mi pequeño Frank aquí....ven bebé- Dice sin mirarme y haciéndole un cariño en la cabeza al perro que está algo inquieto, me advirtieron que no puedes sacar de viaje a una mascota en vuelo transatlántico de la noche a la mañana sin consecuencias como hiperactividad o irritabilidad pero simplemente no tuve corazón para dejarlo allá, suficiente ha sido para él estar lejos de mi Candy. Está sentada en el borde de la cama con solo una lámpara encendida quitándose los zapatos, seguido de sus medias, intencionalmente dejé la puerta del baño abierta mientras tomaba una ducha, veo sus movimientos por el espejo. Está tensa, he estado algo distraído intentando comprender sus reacciones pero no lo logro.

-Qué es lo que esperabas belleza?- Fijo que estoy secando mi cabello con una toalla pequeña  y que termino de secarme la cara cuando en realidad quiero provocarla,  solo tengo una toalla alrededor de mi cintura, nada más, algunas gotas de agua aún caen por mi pecho y justo cuando me pongo loción para después del baño, veo como cierra sus ojos, muerde su labio inferior y exhala, hermosa, sonrío.