демон [Todobaku]

одиннадцать

Vivir es demasiado doloroso...

Había estado pensando lo mismo una y otra vez, día tras día, no parecía cansarse.

Había logrado arrastrarse hasta una cueva convenientemente cercana, tan falta de vida, comenzaba a extrañar su cueva ubicada en una montaña llena de platas y animales. La cueva donde había vivido con Shouto. Gruñó enviando esos pensamientos lejos, no conseguía más que lastimarse, lastimarse con su recuerdo. Aunque había logrado ponerse a salvo de la tormenta, su herida no mejoraba y perdía la consciencia por largos lapsos, ya no sabía cuantos días llevaba ahí y poco a poco había dejado de importar.

—¿...Debería ir por aquí...?

Escuchó una voz a la lejanía, se escuchaba joven y animada, debía pertenecer a un chico. Cerró los ojos por el dolor de cabeza, tal vez su herida se había infectado, pues también tenía un calor insoportable y escalofríos. Sus ojos se abrieron con dificultad para ver una silueta deformada en la entrada de la cueva, tal vez un viajero buscando refugio, la tormenta no se detendría pronto.

—¡Oh! ¿Estás bi-bien?

Qué suerte, me encontró un estúpido...

¿Qué más podía pensar después de tremenda pregunta? Estaba tirado, sangrando y apenas consciente y el chico había elegido preguntarle por su bienestar después de ver su estado, todo un genio. Gruñó lanzándole una mirada amenazante, podía estar tocando la muerte pero no se dejaría ver tan débil. El chico que parecía tener el cabello verde, pasó saliva con nerviosismo y se acercó unos pasos.

—So-solo quiero... ayudarte...

No tenía fuerza para negarse pero volvió a gruñir de forma animal advirtiendole que cuidará sus movimientos, el chico se acercó temblando levemente ¿Si tanto miedo tenía, por qué ayudarlo? Katsuki no dejaba de verlo fijamente con desconfianza y ferocidad, se retorció de dolor al sentir como las manos pequeñas y temblorosas del contrario se acercaban a la herida principal, comenzó limpiando y terminó envolviendo su abdomen con vendas que traía en una bolsa de cuero.