~Nothing Even Matters~

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"Porque el mundo se detiene cuando pongo mis brazos alrededor de ti...
Y nada importa"

Sus dedos delinearon su cara, tratando de acomodar algo que estuviera mal y luego planchó con sus manos la gabardina en sus hombros, deseaba verse bien ese día y con eso en mente decidió despertar solo un poco más temprano para pedir a su hermana que le ayudará a arreglar su cara tanto como su ropa. Sonrió pensando en las palabras bonitas que posiblemente su novio le diría, quería escucharlo, después de todo esas frases llenaban de calidez su corazón y reconfortaban solo un poco más su confianza.

Suspiro cuando el aire otoñal dió directo en su cara y sonrió cuando de lejos sintió esa fragancia del mayor, supuso que esté estaría en esa banca frente a su casa, ahí donde siempre le esperaba.

Corrió olvidándose de su maquillaje y su alisada gabardina, en ese momento solo quería estar entre los brazos del mayor, sentir esa protección que esté le brindaba sin siquiera esforzarse. Se alzó un poco sobre sus puntas y besó gustoso los labios finos del mayor.

YoonGi se sorprendió al principio pero luego siguió el tierno beso, posando sus manos en la menuda cadera del menor. Sonrió internamente al sentir el tacto quemarle en necesidad y es que apesar de estar solo dos semanas separados, su cercanía se había vuelto tanta que se sintió desfallecer en solo tres días.

--Te ves hermoso. -Susurro sobre los labios gruesos y se alejó solo un poco para verle mejor.- ¿Ya te había dicho que eres mi angel?.

JiMin rio soltando un golpe suave sobre el pecho del mayor, hace tres meses el mayor le había hablado de los angeles y toda la historia que conllevaba a ellos, él pregunto curioso por la repentina plática y YoonGi prometió decirle hasta que acabará con la enseñanza, no fue hasta hace casi un mes que YoonGi acabó con la frase "los angeles son algo más allá de lo bello" para luego decirle que él era su ángel.

--Lo hiciste. -Asintió tanteando el cuello del mayor para aferrar sus manos ahí.

--Bueno, creo que no está de más repetirlo. -Susurro para luego fundirse en un beso lento.

JiMin suspiro cuando el tacto se acabo y sonrió cuando la mano del mayor tomó la suya para dirigirlos en el camino.

Su sentido de audición y olfato se activaban en cuanto salía de la puerta de su casa, los olores y sonidos le mareaban aveces, pero en la mayoría del tiempo se encontraba feliz al salir de su casa.

YoonGi sonrió hacía el señor que vendía esos pasteles de arroz que tanto amaba el menor y extendió un billete con el cual podía pagar al menos cuatro de los postres. Sintió la mano de JiMin apretarle, por lo que volteo y sonrió cuando notó al pequeño perrito olfateando al menor.

--Es un perrito, Minnie.

El pelinegro abrió su boca y casi de inmediato sonrió al sentir la nariz mojada en la mano que había bajado para poder tocarle.

--¿Cuál es su color de pelaje?. -Cuestionó en susurro, tratando que nadie más escuchase su duda.

--Es negro con manchas blancas exparcidas por su torso, sus ojos son color chocolate y sus patitas tienen pequeñas botas de color blanco.

JiMin sonrió haciendo sus ojos medias lunas al imaginarlo, provocando sin saberlo, un tirón en el corazón del pálido y del señor -quién siempre preparaba los mejores pasteles para JiMin- al verle sonreir.

Nothing Even Matters ; YoonMin/윤민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora